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Este sí, ese no

La exposición 'Diez años de adquisiciones de arte joven', en la Biblioteca Luis Angel Arango, muestra cómo y con qué criterios los museos de Colombia amplían sus colecciones.

7 de marzo de 2004

Unas medias de nailon estiradas al máximo y pegadas a la pared con unos chinches metálicos. Nombre de la obra: Sin título. Autor: María Fernanda Cardoso. Justo enfrente hay una gran corona de espinas de 26 centímetros de altura y 140 centímetros de diámetro de Juan Fernando Herrán, una obra que obtuvo mención en el XXXIII Salón Nacional de Artistas en 1990, y que evoca el sufrimiento y el dolor que vivió Jesús, siglos atrás, pero que sigue vigente ante la crueldad de las diferentes manifestaciones de violencia en Colombia. Al lado derecho, a pocos pasos de ahí, están las famosas Cortinas de baño de Óscar Muñoz. Sobre el plástico de las cortinas el artista imprimió imágenes de hombres que, en apariencia, se están bañando. Pero esas figuras fueron cambiando a medida que, desde el extremo superior de las cortinas, caían gotas de agua que alteraban lo que Muñoz había hecho. El resultado: imágenes descompuestas en las que el artista ya no tenía poder de decisión y que se asemejan a esos cuerpos en la bañera cuyas siluetas son deformadas por el vapor.

Estas obras de tres de los artistas más destacados del país son algunas de las adquisiciones que ha hecho el Banco de la República en los últimos 10 años con el fin de ampliar su colección privada y que hoy están expuestas al público en la Casa Republicana de la Biblioteca Luis Angel Arango. Su selección se hizo bajo un criterio específico: los artistas debían tener menos de 45 años en el momento de la compra de la obra. Las 96 obras exhibidas son un importante panorama del arte reciente del país e invitan a mirar cómo y con qué criterios los museos están ampliando sus colecciones permanentes.

Un comité es el encargado de elegir lo que se debe o no se debe comprar. Muchas veces José Ignacio Roca, curador de la misma, es el encargado de sugerir obras para su evaluación. Jorge Orlando Melo, director de la Biblioteca; Darío Jaramillo, director de asuntos culturales; Miguel Urrutia, gerente del Banco de la República, y asesores externos entre los que se destaca la maestra Beatriz González son los encargados de debatir la posible compra. El Banco está abierto a comprar arte de diferentes momentos y lo que actualmente se exhibe es de 'arte joven'. Para estas nuevas adquisiciones se tuvieron en cuenta especialmente los artistas que han participado en los programas 'Nuevos Nombres', que comenzó en 1985, 'Imagen Regional' iniciado en 1995, y quienes han ganado la beca de Jóvenes Talentos del Banco de la República. También hay obras de artistas que estuvieron en el intercambio artístico entre Colombia y México de 1995, en el cual los colombianos expusieron en el Museo del Chopo de la Universidad Autónoma de México.

Otros museos del país siguen parámetros similares a la Luis Angel Arango, aunque no todos cuentan con suficientes recursos para comprar. Un comité es el encargado de seleccionar lo que puede ser pertinente, incluso cuando se reciben donaciones, la principal fuente de crecimiento de las colecciones. "Hay artistas que de buena voluntad ofrecen sus obras pero no siempre pueden ser recibidas porque no son del interés nuestro", dice María Elvira Ardila, curadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá, institución que desde hace 15 años no compra una obra. Anteriormente los artistas que exponían allí dejaban una obra para la colección del museo, costumbre que se ha ido perdiendo. Lo mismo pasaba con los ganadores de los Salones Atenas. El fuerte del MamBo son las donaciones como la del alemán Beschiroff, quien cedió 500 obras gráficas de artistas de alto reconocimiento internacional.

Por su parte el Museo de Antioquia tiene un consejo de curaduría conformado por siete personas que se reúne dos veces al año. "A nosotros nos interesa hacer una narración visual de la historia del arte de Antioquia y los expertos han identificado vacíos, por ejemplo, de Ignacio Gómez Jaramillo y Francisco Antonio Cano", indica Pilar Velilla, directora del Museo. El Museo Nacional ha buscado enriquecer sus colecciones de objetos históricos y de arte colombiano. (Ver recuadro). En La Tertulia, de Cali, Miguel González, su curador, ha tratado de persuadir a artistas jóvenes que se están consagrando para que donen algunos de sus trabajos y su interés primordial es enriquecer la colección fotográfica del siglo pasado.

Diez años de arte

En la exposición de la Luis Angel Arango es evidente el predominio de la pintura. Luis Fernando Roldán, Jaime Franco, Delcy Morelos, Carlos Salas, Germán Londoño, entre muchos otros, hacen parte de las nuevas adquisiciones del Banco. Los temas son muy variados: desde paisajes y naturaleza, un tema que parece fuera de contexto en los 90 pero que María Cristina Cortés demuestra que está vigente, hasta obras como Plata-NO-ES, una pintura con relieve en la que sobresalen plátanos que Rafael Ortiz creó con emulsiones acrílicas y yeso.

"También nos interesa mucho el video y las instalaciones pero muchas veces no son fáciles de comprar porque algunas de ellas están pensadas y diseñadas para un espacio específico", dice Miguel Urrutia, también curador de la exposición. Algunas obras dan fe de videos e instalaciones. Por ejemplo, fotografías y xilografía sobre papel representan El paso del Quindío, una de las obras en video más importantes de José Alejandro Restrepo, un recorrido geográfico que llamó la atención de exploradores europeos tras su paso por Colombia y del que dejaron testimonio a través de grabados y documentos.

En dibujo se destacan Johanna Calle, Lucas Ospina y Wilson Díaz. Este último en Retrospectiva, 10 dibujos de pequeño formato, aluden a diferentes temas entre ellos a Sementerio una obra de su autoría en la que recolectó semen que el público donaba voluntariamente. La obra En Esencia, de la mexicana Yolanda Gutiérrez, se compone de huesos, cenizas, fósiles y carbón, está dispuesta en el suelo. Cosecha de papas de Ernesto Restrepo, son 23 tubérculos sabaneros en cerámica horneada. También hay fotografía: Carlos Garaicoa, Flor Garduño, Vik Muniz, Martha María Pérez y Luis González Palma y, en escultura, sobresalen Teresa Sánchez y María Teresa Cano.

Esta muestra es de gran importancia porque recoge obras que no siempre están expuestas al público y que representan momentos importantes de la historia reciente del arte colombiano y, en especial, porque refleja el criterio de los curadores del presente para decidir cuáles son los artistas que deben apreciar los espectadores del futuro.