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Esto sí es Troya

El montaje de "Los Troyanos", de Berlioz, en el Teatro Châtellet de París asombra en su exquisitez y está ejemplarmente cantada.

Emilio Sanmiguel
1 de mayo de 2005

Casandra: Anna Caterina Antonacci, sop.
Dido: Susan Graham, mezzo.
Eneas, Grego ry Kunde, tenor.
John Elliot Gardiner / Yannis Kokkos
Téâtre du Châtelet, París (2003)
BBC · Opus Arte · Forum Llevar a la escena Los troyanos la más ambiciosa de las óperas de Héctor Berlioz es un proyecto que apenas se compara con los dramas wagnerianos. Con una diferencia. Que desde siempre ha habido legiones de wagnerianos, en tanto que Berlioz sigue tan incomprendido hoy como en 1863, cuando pidió ayuda a Napoleón III para el estreno y apenas recibió el aval para los actos finales. De hecho, el estreno integral ocurrió en 1890, 20 años después de la muerte del compositor. La aparición de este DVD se presentía. Porque en 2003 se celebró el bicentenario del nacimiento de Berlioz y las grandes casas de ópera del mundo se le midieron a la empresa faraónica de hacer Les troyens, que es una de las óperas más francesas de la ?Ópera Francesa?: por sus exigencias orquestales, por la demanda innegociable de cantantes que de no actuar pueden quedar en evidencia, por sus planteamientos en cinco actos con numerosas pantomimas y un gran ballet y por el predominio del teatro sobre los convencionalismos musicales. La verdad es que no se trata de una buena puesta en escena, sino de un trabajo ejemplar. Éxito musical de John Elliot Gardiner al frente de la Orquesta Revolucionaria y Romántica, y suceso dramático del griego Yannis Kokkos, director de la escena, diseñador del vestuario y la fascinante escenografía. La parte I (?El asalto de Troya?) es una magistral lección de cómo hacer una representación contemporánea de un tema clásico, por la doble lectura de los hechos gracias a que se tiene la opción de ver en simultánea los hechos frontalmente y desde la altura. Una solución soberbia. En la Parte II (actos III, IV & V), Kokkos acierta. Porque tiene el buen tino de no encubrir los convencionalismos franceses, no rehúye la solemnidad de ciertos momentos, trabaja con decisión las ?pantomimas? y hace de éste un ballet que elude las ?puntas? y ciertos aspectos de la danza académica, pero no renuncia ni a la brillantez de la danza ni el baile de ?bravura?. Ahora, en cuando a lo musical, John Elliot Gardiner hace una lectura fascinante de la partitura, cuenta con un elenco de grandes voces, encabezado por el sincero dramatismo de la soprano Anna Caterina Antonacci, encargada de la difícil parte de Casandra y escala la cumbre con Susan Graham (Dido) y Gregory Kunde (Eneas) en el dúo de amor que cierra el Acto IV. No en vano los franceses fueron los inventores de los ?dúos de amor? en la ópera. TODO VALE · VALERIANO LANCHAS Arreglos y dirección: Óscar Acevedo Caso único en la música colombiana este del bajo-barítono Valeriano Lanchas: era un adolescente cuando le armó tierrero a la Ópera de Colombia por no incluir su nombre en una temporada. Luego, ya como estudiante avanzado de canto, en el último minuto canceló su presentación en La, creación de Haydn en el Teatro Colón con la Sinfónica de Colombia. Hoy en día mientras hace sus pinos internacionales recibe el tratamiento de figura consagrada y lanza al mercado esta grabación, que contiene algunas de sus piezas favoritas del repertorio popular colombiano como Me estás haciendo falta, Carmentea, y La ruana. Estas grabaciones de música popular de los divos líricos son una especie de lujo y prueba de fuego que ellos se permiten al llegar a la plenitud de sus carreras. Pero con Valeriano Lanchas no ?valen? los convencionalismos. Sencillamente porque es el cantante lírico que ha conseguido transmitir la dosis más asombrosa de carisma de que se tenga noticia en Colombia, y se puede permitir lo que otros no. Así es. Acierto total haber llamado a Óscar Acevedo para la dirección y elaboración de los arreglos, pues sin hacer de lado características innegociables del estilo original, no le ha temblado el pulso en la búsqueda de un sonido contemporáneo que lleva su sello personal de jazzista. Ahora bien, respecto de la actuación de Lanchas, pues ocurre lo de siempre: habrá entusiastas, escépticos y detractores. Casi puede ser una prueba de fuego al poder del carismático cantante.