FIEBRE LATINA

Es en cierta forma, el"West Side Story de California. Un grupo de jóvenes Chicanos se ve envuelto en un curioso crímen a causa de sus rivalidades con otra banda, y es condenado sin la más mínima apelación por la justicia norteamericana. La anécdota, aparentemente banal, sirve de pretexto para recrear toda una manera de vivir de los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos durante los años 40, como también para mostrar la segregación racial a que son sometidos. "Fiebre Latina" no es, sin embargo, un documental de denuncia. Por el contrario, su mejor recurso consiste en el aprovechamiento de toda una mitología popular hasta el punto de que la historia, narrada a través de un personaje imaginario aunque de leyenda entre los chicanos, "El Pachuco", pasa tranquilamente de la realidad a la fantasía.
Fue la gran sorpresa de la muestra internacional en el Festival de Cartagena. Sin ninguna aureola que la promoviera, la película debió incluso soportar la humillación de ser confundida más de una vez con otra que también participaba por los Estados Unidos y cuyo tema de música salsa era más atractivo para el público: "La última pelea" (ésta, a su vez, tampoco debe ser confundida con "El último asalto", incluída en la representación colombiana).
No obstante estos factores en contra, el jurado integrado por el crítico Hernando Valencia Goelkel, el joven periodista barranquillero Mauricio Vargas y la poetisa María Mercedes Carranza le otorgó el primer premio, por encima de otras películas aparentemente más prestigiosas a nivel internacional como "La piel" de Liliana Cavani, "Diva" de Jean-Jacques Beineix, "La marca de la pantera" de Paul Schrader, "Atlantic City" de Louis Malle y "El ocaso de un pueblo" de Volker Schlondorf.
Todo el filme es prácticamente creación de una sola persona: Luis Valdez, escritor de teatro, actor y realizador chicano de 42 años. Es el director y guionista de "Fiebre latina" realizada en 1981 con base en una obra teatral del mismo nombre ("ZootSuit") y de la cual también es autor Valdez.
La estructura teatral se nota perfectamente en la película. Montada como un musical, va desarrollándose en largas escenas delante de un público espectador, el cual va siendo guiado de la mano por el singular personaje imaginario, "El Pachuco". Especie de Mefistófeles californiano, es quien impulsa siempre a la banda, quien crea las condiciones e incluso quien comete el crímen decisivo. Su actuación es un juego de espejos de realidad cotidiana y sueños pero absolutamente válido, según la obra, porque el personaje encarna "Todo el estilo de los chicanos rumberos de la época, impugnador permanente del espíritu anti-mexicano que se vivía en la vida nocturna del Hollywood de los años 40".

LA FIEBRE LATINA, DE LUIS VALDEZ, USA (ZOOT SUIT)
Hollywood California, 1981. Un hermoso Chevrolet'39 restaurado se estaciona frente al Teatro Acuario, debajo de un gigantesco mural del misterioso "El Pachuco". En la tienda de la entrada se lee un gigantesco letrero. "Zoot Suit". Una familia entra rápidamente al teatro. Toman asiento, mientras comienza el show. El Pachuco (Edward James olmos) baila elegantemente al ritmo de Zoot Suit boogie. Uno de los bailarines (Daniel Valdez) es el jefe de una gallada y comienza una pelea de baile entre este y el jefe de la gallada contraria.