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El único desahogo que encuentra la iracunda adolescente (Katie Jarvis) es encerrarse en un apartamento abandonado a bailar hip hop.

CINE

Fish Tank

Nadie puede salvar de las malas compañías a Mia, una quinceañera que no logra articular su ira, porque ella es su propia mala compañía. ***1/2

Ricardo Silva Romero
10 de diciembre de 2011

Título original: Fish Tank

Año de estreno: 2009

Género: Drama

Guion y Dirección: Andrea Arnold

Actores: Katie Jarvis, Michael Fassbender, Kierston Wareing, Rebecca Griffiths, Carri-Ann Savill.

La adolescencia es la ira que produce la terrible experiencia de volverse una persona. Mia, la quinceañera de la brillante Fish Tank, no sabe a quién odiar por el extraño hecho de estar viva: el mundo le da asco, por supuesto, su familia deshecha es la prueba mayor de que nada tiene sentido (no se aguanta ni a su madre borracha ni a su hermanita fumadora porque sabe que a las dos les tiene sin cuidado), pero no sabría por dónde comenzar a detestar todo lo que detesta de la vida. Le grita al papá de su compañera la siguiente razón: "Dígale que su padre es un cabrón". Le da un cabezazo a una amiga de una amiga por no ser capaz de bailar hip hop tan bien como ella. Trata de liberar a un caballo de sus cadenas a riesgo de ser violada por un par de muchachos que no tienen nada más que hacer. Pero ninguno de sus desahogos parece suficiente.

Hasta que en la cocina del apartamento, en lo que parece ser otra jornada en el infierno, se encuentra con el nuevo novio de su madre: un tipo sonriente, el misterioso Connor, que la trata bien, que la cuida, que la mira a los ojos como si fuera un ser humano.

Fish Tank, el segundo largometraje dirigido por la cineasta británica Andrea Arnold, es un estupendo drama, que, por su realismo brutal, por su vocación a seguir a la protagonista hasta donde sea necesario, por despojar su trama de aquellas lecciones para vivir la vida que suelen aparecer en las películas más comerciales, recuerda las grandes obras de Ken Loach o los hermanos Dardenne. Fish Tank ganó, de 2009 a 2010, dieciséis merecidos reconocimientos internacionales: del Premio del Jurado del Festival de Cannes al premio a la mejor película nacional según la academia inglesa. No es la primera obra cinematográfica que se acerca de manera descarnada al mundo de la adolescencia. Tampoco será la última. Pero su mirada, que ni juzga ni explota ni evita meterse en problemas, consigue un retrato memorable de ese mundo de vida o muerte que se vive a los 15.

Sus conmovedores personajes secundarios, la hermanita menor que grita antes de que le griten, la madre que se ha extraviado para siempre y el padrastro demasiado humano que bordea la perversión, no solo alcanzan a convertirse en personas de verdad (rozan el patetismo, claro, como cualquiera), sino que encarnan de tres maneras diferentes la lucha de la protagonista por no volverse otra mujer fallida en este planeta habitado por seres frustrados. La gran interpretación de la novata Katie Jarvis, descubierta por los productores justo cuando le gritaba a su pobre novio en una estación de trenes en Inglaterra, subraya para bien el realismo de Fish Tank: es su actuación lo que nos convierte en adolescentes fascinados ante una mala compañía, la triste Mia, que no tiene cómo volver a ser la niña que aún no se había hecho la peligrosa pregunta de qué sentido tiene llegar hasta la noche.

CARTELERA
 
**** Excelente     ***1/2 Muy buena      *** Buena      **1/2 Aceptable     ** Regular      * Mala  
 
El gato con botas **1/2
 
Funciona siempre que parodia al cine del oeste. Hace reír a los adultos. Pero la verdad es que no tiene mucho sentido.

Coco Chanel e Ígor Stravinsky **
 
Se dice que la diseñadora y el compositor vivieron un breve amorío en 1920 que tuvo un profundo efecto en sus vidas.

Venganza despiadada **
 
Una niña colombiana llamada Cataleya emprende un camino sangriento para vengar el crimen de sus padres.
 
Si fueras yo *

Tiene la gracia de ser políticamente incorrecta. Pero nada más. Uno de cada diez chistes produce algo parecido a la risa.
 
Jack and Jill *

Se trata, palabras más, palabras menos, del punto más bajo en la carrera de comediante de Adam Sandler.