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GIRA HACIA ARRIBA

Nostálgico e intimista, la nueva producción de R.E.M. es uno de sus mejores discos.

4 de enero de 1999

La salida del baterista Bill Berry de la formación de R.E.M., hace un poco más de un año, se convirtió en cómplice de uno de los giros musicales más agradables que haya dado este grupo. Esa sensación es la que deja su nuevo disco Up, en el que la banda se ha dejado llevar por la intimidad bajo una modalidad musical que se antoja extraña, con largos trazos guitarrísticos, de teclados u orquestales que dejan una vez más a Michael Stipe en uno de sus momentos vocales más nostálgicos.
Up es una reminiscencia de Automatic For The People, esa obra célebre que R.E.M. publicó en 1992 y en la que abandonó los patrones del rock and roll en pro de una tristeza disfrazada de belleza .
En Up, R.E.M. parece haber estado dispuesto una vez más a abandonar los ritmos fuertes. Incluso la batería sólo se hace necesaria en unos pocos de los 14 cortes que componen el disco. El balance general es el de un grupo tranquilo, poco necesitado de complicaciones, aunque en el arranque, con Airportman, se muestre difícil, demasiado experimental para asociarlo con el R.E.M. de siempre.
De allí en adelante Up es una deliciosa combinación de matices que deja que los teclados copen los espacios de manera sutil (Suspicion, You're In The Air, The Apologist y el hermoso Falls To Climb) y asume formas secuenciales (Hope) recurriendo a lo de siempre con guitarras acústicas envolventes (Sad Professor o su éxito (Daysleeper), recostándose en un hermoso piano (At My Most Beautiful) o pretendiendo sus formas rítmicas fuertes(Lotus, Walk Unafraid), todo ello como soporte a la voz penetrante que caracteriza a Stipe.
R.E.M. apareció a comienzos de los años 80 como la banda más significativa de la era pospunk y el puente hacia el rock alternativo, del que fue su más digno representante. Sus primeros discos, en especial Murmur (1983) y Reckoning (1984), hicieron evidente la influencia sonora de grupos como The Byrds, The Beatles y Velvet Underground, sin que por ello su sonido fuera hacia el pasado.
Por el contrario, su propuesta pop-folk era de avanzada y lentamente llegó a cubrir los espacios necesarios para mostrar en sus discos un rock versátil, a veces fuerte, que le dejó sus momentos de mayor éxito en 1987 con Document y en 1991 con Out of Time, su trabajo más maduro. En 1992 retornaron a la vertiente acústica con Automatic For The People y luego, con Monster (1994) y New Adventures in Hi-Fi (1996), acusaron un eclecticismo levemente cansado que ahora respira con este Up, un álbum que de todas maneras no será fácil para sus seguidores.