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Ben Affleck (Nick) y Rosamund Pike (Amy) en una de las escenas de la película que ya se exhibe en el país.

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Gone Girl, ¡ni tan perdida!

Pocas veces una historia alcanza a la vez renombre editorial y cinematográfico. ¿Cuál es la razón del éxito de la obra de Gillian Flynn?

18 de octubre de 2014

En pocos días se convirtió en una especie de aplanadora editorial. Perdida se publicó en junio de 2012 y sus ventas arrollaron a las de Bajo la misma estrella  (John Green), Los juegos del hambre  (Suzanne Collins) y, especialmente Cincuenta sombras de Grey (E.L. James), el best seller del último lustro. En contados meses vendió 2 millones de ejemplares y se convirtió, como ya es regla, en objetivo de Hollywood.

Detrás de este éxito había una autora enigmática mas no desconocida: Gillian Flynn, de 43 años, una periodista de la revista Entertainment Weekly que cubría los rodajes de las grandes películas y que, a la vez, en sus ratos libres, escribía novelas de suspenso. Hizo un par de libros que tuvieron algún reconocimiento, Heridas abiertas (Sharp Objects) y La llamada del Kill Club (Dark Places). Y cuando se disponía a escribir Perdida (Gone Girl) fue despedida de su trabajo por recorte de personal.

Ahora, con más tiempo, embarazada de gemelos y desde su guarida –como ella llama a un lugar apartado de la casa que su marido le construyó especialmente–, redactó la historia de Amy y Nick, una pareja perfecta que va a celebrar su quinto aniversario de bodas. Pero ella desaparece como si se la hubiera tragado la tierra y así él se convierte en el principal sospechoso de haberla matado.

A partir de entonces comienza una historia que atrapa. Janet Maslin, crítica literaria de The New York Times, comparó a su autora con Patricia Highsmtih (El talento de Mr. Ripley): “Tiene malicia y nos hace ir y venir cada momento en el libro”. Otros fueron más allá. Joshua Rothman, de The New Yorker, quien afirma que no lo leyó, pero que le contaron, destacó su concreción, su ingenio, su realismo, sus giros y los detalles forenses y psicológicos que contiene. Y el colombiano Luis Fernando Afanador alabó su pertinencia y originalidad: “Nadie había escrito una historia que estos tiempos reclamaban y a Gillian Flynn se le ocurrió primero”.

Los elogios no fueron unánimes. Unos cuantos analistas la clasificaron como “otra basura comercial” y algunos la tildaron de novela misógina y sugirieron llamar al libro “esa puta zorra” por la cantidad de veces que Flynn emplea esas palabras contras las mujeres. La autora, que se define como feminista, salió al corte: “Hay muchas mujeres que luchan tanto como los hombres por ser buenas, pero que no pueden. Hacen el mal y son violentas. Yo quería hablar sobre ello”.

Demasiada carne para Hollywood. Los productores que compraron los derechos le encargaron su realización a David Fincher, que es como en el fútbol darle la pelota a Messi o Ronaldo. Y no defraudó. El director de Seven, El club de pelea, Zodiac y La red social, entre otras, logró una película que se llenó de elogios.

Los famosos críticos de cine Carlos Boyero y Peter Travers no se contuvieron. El español sostuvo en El País: “Retorcido y brillante Fincher. (...) no me he desentendido ni un momento de lo que ocurre en la pantalla”. Y Travers, en Rolling Stone, certificó: “La sorprendentemente buena versión fílmica de ‘Perdida’ es la película de la década para aquellas parejas que sueñan con destruirse el uno al otro”.
 
El crítico estadounidense da en el clavo: no es común que de una novela exitosa resulte una película exitosa. Y una de las razones es que la autora exigió escribir el guion. Y al hacerlo, explica el analista Samuel Castro, le ofrecieron una oportunidad única: “Quitar todo lo malo, podar la maleza de los personajes secundarios y los detalles tontos, dejar solo los mejores diálogos”.

Tampoco es usual que el público y la crítica coincidan en gustos: la película lidera la taquilla en Estados Unidos con un recaudo de 38 millones de dólares.

Las cifras redondas continúan para la escritora. Recientemente apareció en la lista Forbes de los diez escritores que más ganaron dinero en el último año. Sumó 9 millones de dólares. Muchos proyectos, nuevos libros y diferentes opciones se asoman en el futuro de Gillian Flynn. Por ahora lo único que tiene claro es que jamás, bajo ninguna circunstancia, volvería al periodismo.