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‘Sobreviví’ pone a prueba la capacidad de supervivencia de sus protagonistas. En el primer capítulo, tres viajeros buscan una ciudad perdida en el Amazonas guiados por un experto ficticio

televisión

Historias de sobrevivientes

‘Discovery’ lanza una serie de reportajes de historias sobrecogedoras de personas que han sobrevivido a fatalidades. SEMANA habló con uno de los protagonistas de esta serie.

1 de abril de 2006

Sobreviví nace del documental Tocando el vacío de la productora británica Darlow Smithson. La idea fue crear una épica serie que realza la perseverancia del hombre frente a situaciones extremas que no caben en la cabeza. En sus nueve episodios, Sobreviví recrea las escenas de varios sucesos reales que pusieron a prueba los instintos de supervivencia de sus protagonistas.

Se estrena el 28 de marzo y se emitirá durante nueve martes a las 9 de la noche. Cada episodio narra una excepcional hazaña de supervivencia y analiza los momentos cruciales y los dilemas morales. Al final, plantea en los espectadores la pregunta clave: ¿Qué habría hecho el televidente en cada situación?

Otros capítulos plantean diversos dilemas: ¿sería usted capaz de abandonar a su esposa y a su bebé en medio de una tormenta de nieve si fuera secuestrado por un grupo armado? ¿abandonaría a sus compañeros ante la oportunidad de escapar si estuviera seriamente herido? ¿se refugiaría en un lugar que representara un peligro adicional para su propia vida?

SEMANA entrevistó a Yossi Ghinsberg, uno de los protagonistas de la primera historia de esta serie, quien contó su historia y su aprendizaje.

SEMANA: ¿Cómo comenzó esto?

Yossi Ghinsberg: Lo que me sucedió cambió mi vida totalmente. Más de 15 años estuve andando por la carretera del mundo para buscar y encontrar las razones por las cuales sobreviví. Hay algo más además del poder humano. La vida y la muerte no son sólo cuestión de sobrevivir. Hay algo místico en todo esto. Yo fui escogido para vivir, para sobrevivir. Cuando mi vida se salvó, cuatro hombres en una canoa subían por el río. Unos hombres arriesgaron su vida por un chance muy pequeño de encontrarme. No tenían nada que ver o en común conmigo. Eso me cambió. Siento muy profunda la conexión humana que todos tenemos. Este planeta es mi casa y toda la gente es mi familia. No importa dónde estoy, estoy en mi casa siempre.

SEMANA: ¿Cómo era Yossi antes de la experiencia?

Y.G.: Era un joven de 21 años recién salido del servicio militar, con hambre de aventura. Pero no sabía que lo que buscaba era a mí mismo. Me perdí en la selva para encontrarme a mí mismo.

SEMANA: ¿Siempre pensó que no iba a lograrlo?

Y.G.: Hubo momentos en mi soledad en que sí lo pensé, pero había momentos en que no quería vivir. Oraba para que me dejaran morir. Mi mentalidad se cambió, ya no era víctima de la situación. Siempre estuve optimista de que iba a encontrar gente, comida. Yo podía salir de la selva por el poder de mi mente. Es un milagro, sin duda, haber salido de eso. La selva se cayó abajo. Miles de árboles se cayeron una noche porque algunos de esos árboles son de raíces muy superficiales y con la lluvia se desestabilizan. Cuando un árbol grande se cae, jala a muchos otros. Esa fue una noche de temor, el mundo se caía en mi cabeza. No pensé sobrevivir.

SEMANA: ¿Por qué el Amazonas?

Y.G.: Suramérica había sido mi sueño durante años. Leí todos los libros de aventura, era más algo fruto de mi imaginación. Luego volví a la Amazonia boliviana, al mismo río donde me perdí y con los mismos indígenas Tacanas que salvaron mi vida. Ahora vivo en un parque nacional de las montañas de Australia.

SEMANA: ¿El sufrimiento y el miedo hacen crecer?

Y.G.: Absolutamente sí. En la vida hay sufrimiento. No podemos escapar a esta realidad. Nos toca a todos, aunque a mí me tocó en una manera muy exótica. El sufrimiento se tiene que vivir sin ser víctimas porque no hay elección, pero ser víctimas sí es una elección. Se sufre para ser más profundos. La profundidad en la vida tiene el precio del sufrimiento.