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ILONA LLEGA CON LA LLUVIA

La novela de Alvaro Mutis vista con los ojos del director de 'La estrategia del caracol'.

4 de noviembre de 1996

Director: Sergio Cabrera
Protagonistas: Margarita Rosa de Francisco, Humberto Dorado, Imanol Arias, Pastora Vega, David Riondino, Antonio Iuorio
Poco antes de partir para Italia, donde cumpliría el proceso de posproducción de Ilona llega con la lluvia, Sergio Cabrera había expresado cierta inquietud acerca de la reacción del público frente a su nueva película. Y no era para menos. En primer lugar, se trataba de la adaptación de la novela homónima de Alvaro Mutis, una obra de suficiente dominio público como para no levantar expectativas. En segundo término, no era fácil llevarla a la pantalla, pues en ella los personajes son de alguna manera ajenos a la realidad cotidiana, se escapan de la colombianidad de la que está alimentado por tradición el cine nacional. De hecho sus historias, sus nombres y sus temperamentos difieren en mucho de los que habían aparecido en realizaciones como Técnicas de duelo, La estrategia del caracol y Aguilas no cazan moscas, cintas definitivamente autóctonas.
Quizá por eso se sorprendieron algunos críticos del Festival de Venecia, quienes de pronto esperaban algún tipo de denuncia latinoamericana y se encontraron con una aproximación poética a la obra del afamado escritor colombiano. Porque si en algo despista Ilona llega con la lluvia es en su objetivo. Desprendido de cualquier intención social o moral, Cabrera se abandona a la imaginación y, libre de las intenciones pedagógicas o políticas que suelen acompañar al cine latinoamericano, concentra todo su esfuerzo en narrar una historia de la mejor forma posible con los elementos que brinda el cine para ello.
Filmada en Cuba con guión de Jorge Goldemberg y producción de Sandro Silvestri en una coproducción entre España, Italia y Colombia, el filme narra las aventuras de tres amigos intachables: Maqroll, el incorregible gaviero; Abdul Bashur, el infatigable soñador libanés, e Ilona Grabowska, aquella aparición de mujer idealizada por los dos amigos como una muestra de la eternidad del universo. Viajeros inatajables, artífices pero paradójicamente seguidores de su propio destino, los tres inseparables suelen obedecer las leyes naturales de la despedida, pero siempre con el deseo irreprimible del reencuentro. La película inicia, precisamente, con una de sus despedidas y el desarrollo de la trama girará en torno de la reunión. Desde su prisión remota en el norte de Africa, Abdul sueña con un Tramp Steamer propio, libre para elegir cargas e itinerarios. En Panamá, luego de un viaje fracasado, Maqroll lucha por la sobrevivencia, mientras Ilona... Ilona está destinada a llegar con la lluvia para irse con el fuego.
En una alegoría a la libertad y al destino irredimible, Ilona llega con la lluvia no posee, sin embargo, un esquema fijo para su definición: no es una comedia ni una historia de amor. Es un drama aventurero, como suelen ser las historias de los hombres. La película parece que no contara nada, es lenta en ocasiones y casi sin un rumbo definido, lo cual puede despistar y hasta aburrir al espectador. Pero no cabe duda de que está bien hecha. Humberto Dorado, Margarita Rosa de Francisco e Imanol Arias hacen gala de una actuación sobria y sin amaneramientos, mientras las pinceladas de Cabrera en cada escena confirman que Colombia está madura para seguir produciendo cine.
La verdadera trama de la cinta está en el fondo de sus personajes, y quizá por eso Ilona... sea digna de ver dos veces para captar su verdadera dimensión.