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IMAGENES BOGOTANAS

Tres exposiciones de fotografía muestran todos los ángulos de la ciudad, en su cumpleaños.

29 de agosto de 1988

En todo cumpleaños hay fotos. El de Bogotá no podía ser la excepción. A lo largo del año se han hecho todo tipo de exposiciones, festivales y conciertos para conmemorar los 450 años de la fundación de la capital. Todas las expresiones artísticas han puesto su granito de arena en esta ocasión. En los días recientes el turno le ha llegado a la fotografía, con varias exposiciones que pretenden abarcar todos los aspectos de la Bogotá de hoy y, unas cuantas, traer a la memoria, las imágenes de la ciudad de hace algunos años.
LA CIUDAD Y LOS ARBOLES
La idea nació de la reciente muestra que, bajo el título de "Mes de la fotografía", se llevó a cabo en la sede del Museo de Arte Moderno. En esa ocasión, fuera de una amplia retrospectiva de la obra del maestro Leo Matiz, los mejores exponentes de la fotografía colombiana mostraron lo más reciente de su producción. Uno de los trabajos que más llamó la atención de los asistentes fue una serie de fotografías de los árboles de la ciudad, realizada por Pilar Gómez. El interés que despertó esta idea hizo que la fotógrafa ampliara la colección, que ahora abarca unas treinta fotos de árboles bogotanos. En la actualidad, los bogotanos han demostrado un gran interés por conservar ciertos árboles que ya entraron a formar parte de la historia de la capital y que, en muchas ocasiones, se han visto amenazados por las nuevas construcciones. Fue ese interés el que llevó a que Pilar Gómez, con los auspicios de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, organizara una exposición que estará abierta al público en el Museo del Chicó, hasta el 31 de agosto.
Las 30 fotografías, todas en blanco y negro, fueron tomadas con película infrarroja, lo que permite captar luces y efectos que no se pueden apreciar a simple vista o con película convencional. Además, esta técnica -que se utiliza en investigaciones científicas ya que es sensible a todo material vivo- permite darle al trabajo un toque fantástico que realza las formas de las plantas. Es así como se podrán apreciar árboles como la palma de cera que adorna el patio del Palacio de San Carlos, que al parecer fue sembrada personalmente por el Libertador. Claro está que hay quienes afirman que fue Santander el que la sembró pero, para dejar a todos contentos, también está el nogal con enredadera que hay en el mismo patio y que también fue sembrado por uno de los dos próceres.
Uno de los árboles que más se encuentran en la ciudad es el pino, y entre los que hay, muchos tienen historia. En la Avenida Caracas con calle 37 está uno de los más famosos, ya que en repetidas ocasiones han estado a punto de tumbarlo para permitir la ampliación de la avenida en ese sector. La última vez que el Distrito quiso abatirlo, la decisión fue rechazada por los habitantes de los alrededores, que se abrazaron al tronco del viejo árbol para evitar su muerte. Otro de los pinos más recordados es el que está ubicado en una casa de la calle 85 con carrera 7a. La dueña de la edificación, a la hora de venderla para que fuera demolida, incluyó una cláusula en el documento de compraventa según la cual, quedaba prohibido que tumbaran el árbol. Son 35 fotos que ilustran uno de los aspectos más curiosos de la ciudad y que, gracias a la novedosa técnica utilizada, sorprenderán por los agradables efectos logrados.
PARA TODOS LOS GUSTOS
El próximo 3 de agosto, en la renovada sala de Cooperartes un grupo de 22 fotógrafos abrirá una exposición colectiva que viene a sumarse a las celebraciones bogotanas. Con el nombre de "Un día en la vida de Bogotá", esta exposición trata los aspectos más diversos de la ciudad. Fotógrafos tan conocidos como Leo Matiz, Abdú Eljaiek y Nereo participan, cada uno con tres obras, mostrando su punto de vista sobre Bogotá. El arquitecto Alberto Saldarriaga participa con una serie en la que se puede apreciar la luz de la ciudad a tres horas diferentes: mañana, tarde y noche. La fauna, los animales que pueblan la ciudad así como la escasa flora que aún subsiste en el ambiente urbano, también se encuentran registrados. Para los nostálgicos, Erwin Kraus participa con una serie sobre la Bogotá de ayer. En fin, se trata de una exposición que abarca lo más notorio de la ciudad y que será un aporte importante para conservar la imagen de una ciudad que día a día se está transformando.
Finalmente, la Sabana de Bogotá -ese maravilloso entorno en el que se encuentra la ciudad- está presente en la exposición que desde el mes de julio, viene presentando la Galería Iriarte. Esta muestra está conformada por fotografías de Juan Ramón Giraldo, quien acertadamente (y a todo color) ha logrado plasmar los hermosos paisajes campestres del altiplano. Los vastos terrenos sembrados, los bosques, la niebla que cubre las llanuras y la luz que golpea las montañas al atardecer, forman un todo artístico que logra aprehender la esencia de una sabana que cada día se reduce más y más. El esfuerzo de Giraldo ha quedado plasmado en un hermoso libro,que contiene parte de las fotografías que están en la exposición, editado por Villegas Editores.
Todo parece indicar que, si de celebraciones se trata, la de Bogotá se ha hecho por todo lo alto y la fotografía, con su valor testimonial, ha cumplido con todas las de la ley.