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Los primeros festivales en empezar serán los de Medellín (7 septiembre), Bogotá y Cali (ambos el 9). Luego vendrán los de Barranquilla (12)y Manizales (13) y, por último, se realizará Jazz al Parque en Bogotá (del 17 al 24 del mismo mes)

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A improvisar se dijo

Durante el mes de septiembre, Colombia se llena de jazz. Este año se mantiene la tendencia a las expresiones latinas, mientras cada vez los grupos nacionales alcanzan un mejor nivel.

2 de septiembre de 2006

Ya se ha vuelto tradición. Al llegar septiembre se abre un oasis en medio de tanta música comercial que machaca la radio y por todo el país se empieza a esparcir algo del mejor jazz. Es el mes del jazz gracias a los festivales que se celebran simultáneamente en Barranquilla, Bogotá, Cali, Manizales y Medellín.

Este año la tendencia se inclina más hacia los sonidos caribeños, con la presencia de figuras tan relevantes como Eddie Palmieri, Justo Almario y Alfredo 'Chocolate' Armenteros. Pero habrá también espacios para el jazz clásico y, lo más llamativo, una presencia del jazz colombiano mucho más contundente que en años anteriores. Es un hecho: Colombia ha venido desarrollando un jazz propio que se refleja en las propuestas de grupos como Capicúa, Bajos Distintos y Primero Mi Tía. Un sonido que, sin dejar de ser internacional, redescubre ritmos autóctonos como el bambuco, el mapalé y el currulao.

El más joven de estos festivales es AJazzGo, en Cali, que llega a su sexta versión. Presentarán al pianista Eddie Palmieri, un veterano que se siente a gusto en la salsa o en el latin jazz. El evento contará también con una parte académica, ya que los invitados dictarán talleres a estudiantes de música.

Medellín y Barranquilla llegan este año al décimo aniversario. Traerán a Palmieri y presentarán a una de las grandes glorias expatriadas de Colombia: el saxofonista Justo Almario. Nacido en Sincelejo pero radicado en Los Ángeles desde los años 80, Almario ha desarrollado un jazz con afinidades con la cumbia, lo que llevó a la revista Latin Beat a nombrarlo entre "los 10 mejores saxofones latinos de nuestro tiempo". Con él tocan el percusionista Álex Acuña, el pianista Héctor Martignon y el bajista Carlos del Puerto.

Bogotá, por su parte, tiene el festival más antiguo: el Teatro Libre cumplirá 18 años trayendo las figuras más relevantes de la escena internacional. Para esta versión, los organizadores decidieron darle mayor presencia al jazz latino, algo que en general se reservaba para el festival barranquillero. Así, la capital podrá ver al Sexteto Habanero, una institución de más de 80 años dedicada al son cubano, y al trompetista Alfredo 'Chocolate' Armenteros quien se hizo famoso por acompañar a Celia Cruz en la grabación original de Burundanga.

¿Por qué todo sucede en septiembre? Los organizadores de los distintos festivales hablaron con SEMANA y explicaron sus razones. En septiembre terminan los festivales de verano y muchos músicos quedan disponibles para recorrer Suramérica. Por su parte, Paulo Sánchez, del Festival de Jazz de Manizales, comenta que esto coincide con que "en el nivel local, la aprobación de presupuesto de las secretarías de cultura se concentra en el segundo semestre del año". Mónica Rojas, del Festival de Cali, aclara que es más fácil costear entre dos o tres ciudades la visita de un artista internacional: "Las razones de presupuesto nos llevaron a trabajar en red".

Hay algo de locura en el hecho de organizar un festival de jazz. El Festival de Manizales surgió por iniciativa de personajes como Julio César Samper, un médico que en sus ratos libres alimenta una gran colección de discos.

Otra locura bella es un festival que se realiza los domingos en el Parque El Lago. Su organizador, Carlos González, administra un bar del barrio La Candelaria y un día tuvo la idea de presentar a esos músicos en un ambiente diurno, al aire libre. "No se trata de competir, aclara, sino de contribuir a ampliar el universo del jazz". Todas estas empresas apuntan a ofrecer alternativas para el oído y hacen sentir durante un mes que hay vida más allá del reguetón.