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INTIMO Y MUY PERSONAL

Un romance manipulado por las condiciones efectistas de la gran industria de Hollywood.

9 de septiembre de 1996

Director: Jon Avnet
Protagonistas: Michelle Pfeiffer y Robert Redford
Los expertos productores californianos han sabido desde hace décadas la fórmula mágica para crear conmoción entre el público con parejas taquilleras. Richard Gere y Julia Roberts, en Mujer Bonita; Kevin Costner y Whitney Houston, en El guardaespaldas; Julia Roberts y Campbell Scott en Todo por amor son sólo algunos de los ejemplos que, con tema musical incluido, han ocupado el salón de la fama de la industria romántica de Hollywood. A esta modalidad, efectista y poco original, no han escapado Robert Redford y Michelle Pfeiffer. Juntos protagonizan la más reciente película del director Jon Avnet, el mismo que llevó a la pantalla la virtuosa Tomates verdes fritos. La cinta es la historia de un romance cantado entre una ambiciosa aprendiz de reportera y un curtido director de noticiero de televisión en Miami. Es, ni más ni menos, que el relato opuesto al drama Todo por un sueño, el intenso filme protagonizado por Nicole Kidman sobre el deseo frustrado de una comunicadora de convertirse en estrella. En Intimo y muy personal, por el contrario, todo sale a pedir de boca. El es un galán que simula su desprecio por la practicante. Ella, una orgullosa principiante que no dejará que la pisoteen. En mitad de esta relación, en la que confluyen cualquier cantidad de elementos forzados y perfectos sobre los riesgos y los premios de una profesión tan arriesgada como el periodismo (así la describe el director sin dejar ningún cliché por fuera), surge el amor, el idilio que permitirá la promoción del tema musical de la cinta. Telegrafiada y previsible hasta en los detalles íntimos, como el primer plano de las manos entrelazadas mientras hacen el amor, esta película no es sino un romance más en esa cadena de enlatados que saben muy bien explotar los productores de Hollywood.