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El cubano Israel López ‘Cachao’ es una de la principales figuras que visitarán Colombia la próxima semana. Sin embargo, la única plaza que tendrá la oportunidad de disfrutarlo será Medellín, donde se presentará el viernes 14 de septiembre.

MÚSICA

Jazz para todos

Un mayor apoyo al talento colombiano y la participación, por primera vez, de Austria y Camerún, los platos fuertes de los festivales de jazz que se celebran este mes en cinco ciudades del país.

8 de septiembre de 2007

Septiembre es el mes que anuncia la despedida del verano en los países del hemisferio norte, con lo cual baja la actividad de conciertos para la mayoría de los artistas internacionales. Desde hace más de 10 años varios empresarios del país notaron ese fenómeno y decidieron convertir a Colombia, durante este mes, en una capital del jazz atractiva para músicos de todas las latitudes. Con el tiempo la idea se ha consolidado y los festivales de jazz, que comenzaron como esfuerzos independientes, se han asociado en una red (RedeJazz) que les permite repartir costos y compartir artistas de su programación. Bogotá, Cali, Medellín, Manizales y Barranquilla parecen cambiar su banda sonora durante septiembre.

Este año hay gratas sorpresas. Sin duda entre los artistas más esperados está Richard Bona, un bajista de Camerún que se encuentra entre los mejores intérpretes de su instrumento en el nivel mundial. Bona representa al continente africano, donde se encuentra la raíz de esta música, y tiene una forma de tocar alegre y contagiosa que llevó a Harry Belafonte a contratarlo como su director musical durante dos años. Lastimosamente para los capitalinos, Richard Bona se presentará en las otras cuatro ciudades y a Bogotá sólo vendrá de paso para hacer conexiones de vuelo.

Pero a cambio, los bogotanos podrán disfrutar en exclusiva del guitarrista brasileño Antonio Pecci, mundialmente conocido como Toquinho. Viene luego de 25 años para mostrar sus nuevas composiciones, pero sin duda habrá momentos especialmente pensados para los amantes de la tradicional bossa nova (el jazz de los brasileños). Se trata de un artista que se dio a conocer por su manera cadenciosa de tocar la guitarra y por acompañar al poeta Vinicius de Moraes en cerca de 30 discos.

Además de las leyendas, este año traerá también algunos estrenos. Austria participará por primera vez: la nación que vio nacer el vals también tiene sensibilidad hacia el jazz, como viene a demostrarlo el violinista de ascendencia gitana Rudy Berger. Por su parte, Cuba estará representada en las manos del pianista Ramón Valle, de quien Chucho Valdés dijo: "Es el talento más grande de la última generación de pianistas cubanos". Y Francia se hará presente con un ensamble bastante colorido llamado Rockingchair.

Sin embargo, uno de los fenómenos más importantes que han resaltado estos festivales (y en buena medida han ayudado a crear) es la proliferación de grupos de jazz nacionales de altísimo nivel. Hasta hace unos años la costumbre era invitar sólo un artista colombiano por festival. Hoy hacer una elección así sería imposible, de modo que se optó por presentar un verdadero panorama del jazz colombiano actual. En algunos casos los artistas colombianos abren los conciertos de los invitados extranjeros, pero cada vez hay más plaza para el talento local como espectáculo central. Este año se presentarán el pianista Ricardo Gallo y los grupos Capicúa y Asdrúbal.

La gran expectativa, en ese sentido, tiene que ver con un "talento fugado" que regresa al país luego de haber salido hace varios años a buscar suerte en Nueva York. Édmar Castañeda ha conquistado la escena del jazz internacional tocando un instrumento típico de nuestros Llanos Orientales: el arpa. Ahora viene a regalarle a Colombia una mirada musical nueva, donde el joropo y el jazz se enriquecen mutuamente.

¿Y de los discos qué? En el mercado colombiano, además de algunas de las producciones de grupos nacionales, sólo se consigue material de Toquinho. Así que muchos de los grupos aprovecharán el festival para vender directamente sus CD.

Sorpresas, en fin, para todos los gustos durante todo el mes de septiembre. No por nada el jazz fue referido por el crítico neoyorquino Whitney Balliett como "igual que la poesía, un arte de la sorpresa".