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JUAN RULFO: ANIMA EN PENA

A los 68 años muere uno de los escritores más importantes de América Latina

10 de febrero de 1986

Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno acaba de morir, dejando una obra que, aunque muy corta, es considerada por los críticos como una de las mejores de América Latina.
Cuando su obra cumbre, "Pedro Páramo", se publicó en 1955, la novela fue muy discutida y se la acusó de tener muchos defectos, entre otros la mezcla entre realismo e imaginación, y el hecho de que los personajes figuraran como paisaje y éste como personaje. Sin embargo, con el paso del tiempo, el libro empezó a ser comprendido y cada uno lo vio con diferentes lentes. Porque una de las caracteristicas primordiales en la obra de Juan Rulfo es la multiplicidad de interpretaciones que sugiere.
Un fenómeno socioeconómico basado netamente en la realidad, explica la atmósfera desolada de sus paisajes, porque asi los conocio de niño: pueblos y parajes azotados por la violencia, por un lado, y tambien abandonados por el éxodo rural de los campesinos a las grandes ciudades y a las fronteras como Tijuana, en busca de una vida mejor. Así que Comala (el pueblo de "Pedro Páramo"), con la infertilidad de sus tierras, la pobreza absoluta de sus personajes, el vagar constante de éstos sin rumbo fijo y al ser el espectro de un pueblo que alguna vez fue próspero, no refleja la imaginación del autor, sino lo que él vivió. Rulfo no inventa, cuenta.
En este mismo sentido, Juan Rulfo critica los efectos negativos de la reforma agraria, que no ha podido detener la marcha de los campesinos, en cuentos como "Nos han dado la tierra" .
Rulfo es uno de los mayores exponentes de la literatura en que la obra y la vida del autor son inseparables.
Cuando estalló la revolución de los cristeros (1926), el escritor tenía apenas ocho años, pero el ámbito de violencia que desató y el hecho de perder a su padre a los diez años, son sucesos que producen dos de sus temas más recurrentes: el desarraigo y la soledad, productos de la revolución, y la orfandad enfatizando la relación padre-hijo. Dado que la guerra dejó a muchos niños solos, con la necesidad de encontrar el afecto de un padre, Rulfo recoge dicho elemento, en su obra y lo traslada, por ejemplo al comienzo de "Pedro Páramo". En efecto, tanto esta novela como el cuento "El llano en llamas" tienen de telón de fondo la revolución y la desolación que ella implica. Los ámbitos alli descritos estan vacios y la mezcla de sobrevivientes con las ánimas en pena buscando vivos para que recen por ellas, es un escenario típico de la poética rulfiana. Otra similitud es la que presenta el pueblo de Comala con su aldea natal, Sayula, a la que vuelve a ver treinta años después para encontrarla igual de arrasada que el pueblo de su libro.
Podría decirse que en cierta forma, la novela corta o cuento largo "Pedro Páramo" es la culminación de la literatura de la Revolución Mexicana porque no es escrita ante la inmediatez del problema, sino muchos años después, cuando sus imágenes han sido decantadas por un proceso creativo .
En parte por ser de una generación anterior, Juan Rulfo no perteneció al llamado boom de la narrativa latinoamericana: García Márquez, Cortázar, Fuentes, Vargas Llosa. Pero ha sido asimilado a este movimiento por el tratamiento que le da a la realidad, imponiéndole un nuevo orden tanto en los hechos (los muertos conversan con los vivos) como en el paisaje.
Juan Rulfo hizo sus primeros pinos literarios por el 46, escribiendo cuentos para la revista Pan de Guadalajara. Luego, de 1947 a 1954, se dedicó a trabajar en el departamento de ventas de la compañía Goodrich y logró publicar en 1953 "El llano en llamas", una serie de cuentos que por su estilo y temática son el preámbulo de "Pedro Páramo", el cual salió a la luz dos años más tarde. Puede decirse que con la publicación de esa novela, cesa su producción literaria, aunque se sabe que Rulfo siguió escribiendo sin dar a conocer sus obras. Incluso cuentan que en 1967 tenía lista una novela sobre la epopeya latinoamericana, pero que al aparecer "Cien años de soledad" decidió que ya no valía la pena publicarla.
A diferencia de la mayoría de escritores latinoamericanos, Rulfo nunca tuvo afán de publicidad, haciendo válida la frase, "adquiero fama por cada libro que dejo de publicar".
Siempre fue una persona humilde, sinceramente humilde, como cuando se ganó el Premio Naicional de Cuento en México y dijo que se lo merecían otros muchos más que él.
Más adelante se vinculó a la televisión de Guadalajara y en 1962 ingresó al Instituto Indigenista en ciudad de México, al cual perteneció hasta hace muy poco tiempo.
Rulfo siempre admitió que sus modelos literarios eran Faulkner, los novelistas rusos del siglo diecinueve y los autores nórdicos. Sin embargo, existe un gran paralelo entre su obra y la del escritor suizo, C.F. Ramuz (autor de la obra Derborance, que Rulfo hubiera querido escribir), en el cuidado que ambos tienen por la forma y el pulimento del lenguaje. Sus obras están igualmente llenas de expresiones populares, lo cual, y también en ambos casos, enfureció a la crítica en un principio. Al respecto, Juan Rulfo decía: "Lo que yo no quería hablar como un libro escrito, sino escribir como se habla".
Otra característica de la obra del mexicano fallecido es la ironía, y se recalca en frases como: "De lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno".
En resumidas cuentas, la temática rulfiana siempre fue el reflejo de su tierra. La extrema pobreza, la burocracia, la soledad, el silencio que se escucha, la muerte, la contracara de la explotación feudal y del caciquismo, la barbarie del poder y su decadencia, la inmovilidad del tiempo y el sentimiento de culpa son planteamientos de realidades concretas. Pero el tratamiento que le da al lenguaje y a la forma literaria conducen a Rulfo a la literatura universal, como lo demuestra el hecho de haber sido traducido a más de veinte idiomas. --
Diana Lloreda -

RULFO EN EL CINE
Pocos escritores latinoamericanos están tan relacionados con el cine como Juan Rulfo, quien no sólo vio numerosas historias suyas convertidas en películas, sino que también colaboró escribiendo guiones y aportando argumentos originales. Quizás la más famosa adaptación de un tema rulfiano, por las personas y las circunstancias que se vieron involucradas, sea la de "El gallo de oro", con un guión escrito por Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes con base en otro redactado por Rulfo.
La película se volvería algo mítico, dirigida por Roberto Gavaldón, fotografía de Gabriel Figueroa y la actuación de Narciso Busquets y Lucha Villa. La música se halla entre los temas cinematográficos más vendidos en Latinoamérica. Posteriormente "El gallo de oro" sería convertida en una telenovela colombiana.
Cuando ya tenía publicados sus dos libros, Rulfo trabajó varios años en el cine y la televisión, no porque encontrara limitaciones en la literatura para expresarse, sino porque pensó que "era un aspecto interesante otro medio de expresión". Además de "El gallo de oro" escribiría "El despojo", y luego una historia titulada simbólicamente "Coca Cola en la sangre", que se llamaria " La fórmula secreta", dirigida por Rubén Gámez y exhibida en el Festival de Cartagena hace más de veinte años.
Ese contacto con una industria entregada a los charros y los corridos le sirvió para decepcionarse: "Me di cuenta que el cine era México una cosa mecánica como escenarios de cartón"
La mayoría de los Cuentos contenidos en "El llano en llamas" ha sido llevada al cine no sólo por latinoamericanos y norteamericanos, sino también por europeos, como Francois Reichenbach, quien filmó "¿No oyes ladrar los perros?". "Macario", "Luvina" y otras historias son ahora películas piadosamente olvidadas. Lo mismo que las dos versiones de "Pedro Páramo". Hace cuatro años, en Cali, Rulfo le confesó lo siguiente al periodista Heriberto Fiorillo: "La película sobre "Pedro Páramo" es malísima porque la hizo un biólogo, quien no sabía nada de cine. Entonces quiso ser muy original y lo dejó todo en manos de los actores, también muy malos. La segunda versión, hecha por mexicanos, es mejor. Sólo la exhibieron un par de semanas en México: Muy larga. Duraba tres horas. El director; José Bolaños, es el esposo de la actriz principal. Entonces le dedicó más de lo debido a la persecución de Susana Sanjuán. Además "Pedro Páramo" no es para el cine. El cine literatio es un fracaso. La transcripción no funciona. Recuerdo que García Márquez, quien estaba trabajando en la adaptación de "El gallo de oro", renunció cuando pensó que estaba traicionando el libreto. Fue un acto muy honesto el suyo. Carlos Fuentes lo continuó. Fuentes era empleado del director".
En ese mismo diálogo con el reportero, Rulfo reveló las causas de la creación de "Pedro Páramo": "Siempre he sido un lector voraz. Un día no encontré entre todos los libros que tenía o que había leído, la obra que quería leer. Quería leer una obra que no había sido escrita. Entonces me puse a escribirla. No había otra forma". --