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LA ALEGRIA DE ENTENDER

Dos ensayos permiten un acercamiento a las obras de Umberto Eco y de Walter Benjamin.

3 de diciembre de 1990

"Diccionario de El péndulo de Foucault". Bauco-Millocca. Altamir-Palas Atenea Ediciones.
Ensayo. 302 páginas.

Del saber enciclopédico de Umberto Eco se van colando en sus textos narrativos numerosos vocablos cuyo uso es exclusivo de unas minorías especializadas, ya en términos teológicos, conocimientos esotéricos y cabalísticos o referencias locales e históricas que escapan a un lector de cultura media. Estos términos, con los que ahora tropieza tan frecuentemente el lector y que lo desaminan a continuar la lectura del libro, han sido recogidos de "El péndulo de Foucault" y explicados en un diccionario, "Diccionario de El Péndulo de Foucault", que se convierte en valiosa herramienta para la total comprensión de la novela.
Para el lector apresurado nada de esto es deseable. Tampoco para el lector pasivo, que sólo se interesa en la anécdota que relata el novelista. Pero sí para quien asume un tipo de lectura culta, interrogadora, indagadora, que es lo que propone Umberto Eco, tanto en "El nombre de la rosa" como en "El péndulo de Foucault": Una actividad intelectual alerta y comprensiva. Más que crear un nuevo tipo de literatura, lo que hace el autor italiano es crear un nuevo tipo de lector. Es el sujeto que partiendo de cero inicia su recorrido al paso prudente de un explorador o un arqueólogo, que sabe que en su camino encontrará piezas y lemas extraños. No es el lector que se monta en el vehículo del texto y se lanza rápidamente, devorando páginas, en busca del final del libro. Aquí la actividad es otra, la pasión adquiere otro compromiso, la lectura va acompañada con el placer del lenguaje y el gusto por la palabra. Un ejercicio así le recuerda al lector que comenzar un libro es también iniciar un acto de creación, pues éste construye el libro con los elementos de su comprensión. Comprensión que implica también una reflexión linguística, como lo sugiere Eco.
El diccionario, resulta curioso, también funciona como tal, si se quiere, independientemente de la novela. Y aunque no es propiamente un diccionario de lemas esotéricos, contiene importantes vocablos de su hermetismo, de sus temas, de sus nombres, de sus claves. Un cuadro histórico de referencias para el "pensamiento oculto" da al lector la bienvenida al libro, abriendo el campo histórico de esas ciencias ocultas de tan vasta proliferación en la novela de Eco.
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Walter Benjamin: De un siglo a otro". Pierre Missac. Gedisa Editorial. Ensayo crítico. 190 páginas.
A los 50 años de la muerte de Walter Benjamin las publicaciones sobre la vida y obra del autor alemán han encontrado una inmensa recepción por parte del público. Si bien Benjamin ha ocupado, de tiempo atrás, un lugar preeminente entre los pensadores claves del siglo XX, en los últimos años su nombre se ha hecho indispensable para la comprensión de la modernidad. Posiblemente la cercanía del Tercer Milenio, con todas las expectativas que comporta, ha colaborado a desatar tan grande interés. Su obra ayuda a descifrar los enigmas del futuro.
Pierre Missac recoge en este libro precisamente todas aquellas ideas, tesis, conceptos y opiniones que conforman sus reflexiones sobre la modernidad y en las que se hacen presentes tanto la historia, el cine y la arquitectura, como la literatura y el análisis sociopolítico.
La lectura que durante más de medio siglo realizó Pierre Missac de la obra del alemán da una idea de su familiaridad con los temas benjaminianos, que expone en este libro cuyo objeto cumplido es conducir al lector a lo largo y ancho de su proceso reflexivo. Si es una biografía, será una biografía literaria. Missac acompaña al pensador germano en relación con su obra teórica y su escritura. Este es un tema que directa o indirectamente se va colocando en el centro del interés de su estudio. Directamente, en tanto que sus conceptos llevan a una reflexión práctica acerca del proceso de creación. E indirectamente, puesto que todos los problemas de un pensador están vinculados con la forma de su emancipación. En sus trabajos sobre literatura, por ejemplo, están los paralelos entre la novela y el relato publicados en "El narrador", en el que se ven doblados sus pensamientos tan personales, bajo la forma de una reflexión sobre la filosofía del lenguaje.
Le obsesionó a Benjamin este problema de la escritura hasta el desgarramiento y la duda infinita. Sus tesis acerca de "La técnica del escritor" son a la vez un exorcismo y una poética. Tesis que él aplica aplica a su propia escritura con la misma disciplina con que proporciona sus ideas. Estas "Técnicas del escritor", comentadas ampliamente por Missac, constituyen uno de los capitulos más apasionantes e ilustrativos del libro: el escritor y el hombre rellejados en una tesis que, más allá del problema del estilo, abarca el fenómeno literario bajo todos los registros de la creación.
De la creación pero también de la crítica. Benjamin abordó el problema de la producción de la obra de una manera sistemática-crítica con la consideración de dos niveles, el individual y el colectivo, que son también el de la creación de un artista y el de la constitución de un fenómeno cultural. El mismo con su obra encarnó esta expresión y de las más variadas formas. Su obra, inquieta y heterogénea, lo ha situado en un lugar privilegiado en el pensamiento contemporáneo, que desborda cualquier intento de descripción o de clasificación.