Los Foo Fighters aterrizan en Bogotá

"¿Qué es lo que dice un baterista justo antes de ser echado de una banda? Muchachos, ¿por qué no probamos con una de mis canciones?". David Eric Grohl, líder de los Foo Fighters, demuestra con su anterior frase la claridad que tenía cuando era el baterista de la mítica banda Nirvana, donde no pudo compartir todos sus talentos. Por fortuna para el rock, lleva más de 20 años rompiendo su propio silencio y dejando atrás cualquier discreción musical.

La banda ha ganado 10 premios Grammy, lleva 30 semanas acumuladas con varios éxitos en el número uno, su canción 'Rope' debutó en el primer lugar y fue remplazada en esa misma posición por 'Walk', siendo la única banda de rock en la historia en lograrlo. Cuenta con ocho álbumes de estudio y solo con su nombre en un cartel, logra llenar estadios en todo el mundo.

Para Andrés Durán, director del Expreso Radiónica: "Lo más importante de la visita de los Foo Fighters es que se dará la mayor aproximación del país a Nirvana, una de las bandas más relevantes en la historia del rock". Para Wimmar Roa, director del Laboratorio del Rock en UN Radio, “la grandeza de la banda radica en la genialidad de Dave, músico y compositor que interpreta todos los instrumentos con una magia única, creando un sonido propio que identifica a varias generaciones”.

La sobre exposición de la banda también hace que sus colegas realicen críticas en voz alta a su desempeño. Para el reconocido guitarrista Jack White, "la única razón por la que Foo Fighters tiene un segundo guitarrista es para tocar las mismas partes del primer guitarrista y cubrir sus errores". Y para Billy Corgan, líder de los Smashing Pumpkins: “Dave es un gran músico, un gran compositor y ha hecho su obra. Mi crítica a la banda, es que no ha evolucionado. Hacen la misma música”.

Foo Fighters es la banda de un baterista, de un extraordinario baterista. Sus tres guitarras son un exceso para muchos, pero son necesarias para dar el complemento ideal a la fuerza y el volumen de fuego que dispara con precisión Taylor Hawkins en los tambores. El grito y la pasión de Grohl al frente del escenario no llaman a cambiar el mundo y acabar con el hambre en África, sus letras hablan más de lo cotidiano, de los amores, de los fracasos, de los amigos.

Es imposible escucharlos a pocos decibeles y no es para aquellos que pretenden escuchar rock y seguir bien peinados. Seguro será inolvidable sentir toda la vibración que genera el Campín cuando está repleto. La historia del rock en Colombia atesorará por siempre este concierto.