LA BUSQUEDA

DE CERCA, SIMplemente manchas. Manchas de color que, por sus contornos indefinidos, parecen en constante movimiento. De lejos, una figura que se va revelando poco a poco, a medida que el espectador fija sus ojos en el lienzo.
Interesante juego visual el que ofrece la obra de Lucas Posada, que expone actualmente por primera vez en Colombia la Galería Iriarte, de Bogotá. Un juego que, al tiempo que divierte, activa la imaginación del observador, quien debe, adivinar qué figura se esconde entre las manchas. Sin embargo, más allá del propósito lúdico existe una integración de tendencias que hasta hace poco la academia consideraba contradictorias: la abstracción y la figuración.
La muestra abarca al menos tres etapas claramente diferenciadas de la producción de este joven artista. Tres etapas que, sin embargo, guardan un hilo conductor. Se trata, en el fondo, de la búsqueda de un estilo propio, que parece lograr su cometido en los trabajos más recientes. Lucas Posada alcanza ese punto añorado por los noveles pintores, a partir del cual una exploración disciplinada suele arrojar muy buenos frutos.
Por lo pronto, su trabajo es la respuesta a un problema plástico.
Su preocupación está centrada en el color y en la composición, antes que en la posibilidad de comunicar un determinado mensaje con sus trazos. No obstante, a partir de ese juego colorístico que emprende Posada con las figuras surgen ya varios interrogantes de fondo en el público.
Habrá que esperar la respuesta del tiempo. En todo caso, Posada parece avanzar por el camino correcto.