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Un maestro de escuela (interpretado por Mads Mikkelsen) es acusado de abusar de una de sus alumnas.

CINE

La cacería

Esta tensionante película danesa de Thomas Vinterberg es una historia pesadillesca sobre la reacción de una pequeña comunidad ante un hombre acusado de un crimen. ***1/2

Manuel Kalmanovitz G.
18 de mayo de 2013

Título original: Jagten
Año: 2012
País: Dinamarca
Director: Thomas Vinterberg
Guión: Thomas Vinterberg y Tobias Lindholm
Actores: Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Annika Wedderkopp
Duración: 115 minutos. 

En La celebración, una de las primeras películas de Thomas Vinterberg, realizada hace ya 15 años, una familia acomodada se reunía a celebrar los logros de su patriarca. El encuentro familiar terminaba colapsando cuando uno de sus hijos lo acusaba de haber abusado sexualmente de él en su infancia. 

Era una película descontrolada y provocadora, que condenaba tanto el abuso como el silencio cómplice de la comunidad. Rodada en video, seguía los requerimientos de un movimiento llamado Dogma que Vinterberg y otros colegas, entre ellos Lars von Trier, se habían inventado y que buscaba una nueva pureza cinematográfica.

Desde entonces, Von Trier se ha dedicado a escandalizar (su más reciente número fue declararse nazi en una rueda de prensa del Festival de Cannes en 2011) mientras que Vinterberg ha seguido un camino menos vistoso, pero más parejo. También más profundo. Entre los varios temas que ha tratado hay uno al que vuelve constantemente y es el de las disfunciones familiares en su Dinamarca natal.

Su nueva película pertenece en trazos generales a esta categoría y es incómoda de ver, opresiva y tensionante. Acá no queda mayor rastro de la época del descontrol y de las cámaras tembleques de La celebración; La caza es una película magistralmente controlada y ahí radica su fuerza y su dificultad.

El protagonista es Lucas (el fabuloso Mads Mikkelsen), un maestro popular entre los niños en un jardín infantil, que es acusado por la pequeña hija de su mejor amigo de haber abusado de ella. Es una mentirita que la niña dice así no más y el asunto no es si hubo abuso o no, pues la inocencia de Lucas siempre está clara.

Lo que muestra La caza es la transformación de esta pequeña comunidad, democrática y abierta, liberal y comprensiva, cuando sospecha que un monstruo se esconde en su interior. Es la cara opuesta de La celebración: acá la comunidad se cierra no para proteger al culpable, sino para rechazarlo.

En parte es tan dura de ver porque Mikkelsen interpreta a Lucas con una mezcla conmovedora de dureza y fragilidad. Es un hombre solitario que vive con su perro en una casa grande y aislada, discute con su exesposa para que lo deje  ver más a su hijo y justo antes de ser acusado, las cosas parecen estarle sonriendo.

Klara (Annika Wedder-kopp), la niña que pone en marcha todo esto, también es una presencia formidable, llena de matices que van del cariño al odio, al rencor y al remordimiento. Es como si tuviera todos estos sentimientos enredados adentro y no supiera dónde comienza uno y termina el otro.

La película muestra que ser un paria es terrible, que para los humanos es esencial hacer parte de una comunidad, así sea para tener conversaciones intrascendentes y que al perder esto se pierde buena parte de lo que nos hace humanos.

El hecho de que la comunidad pueda excluir a alguien tan repentina y arbitrariamente hace que La caza sea, en últimas, una historia de horror. Porque no se necesitan zombies o presencias sobrenaturales para que haya horror, basta una pequeña comunidad con humanos temerosos. 

CARTELERA

**** Excelente     ***1/2 Muy buena     *** Buena     **1/2 Aceptable    **Regular     *Mala  
 
Estrella del sur **1/2
Esta película colombiana del joven Gabriel González cuenta con actuaciones maravillosas que se ven empañadas por un guion desordenado.

En trance **
La pérdida de memoria de su protagonista parece ser una excusa para la incoherencia en la nueva película de Danny Boyle.

Los hijos de Starbuck **
Una cinta cálida y poco inteligente sobre un cuarentón que, tras donar esperma en su juventud, se entera de que tiene cientos de hijos. 

Operación: Código Olimpo *
Reencauche de Duro de matar condimentado con el patrioterismo más elemental.