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LA CARA LAVADA DEL PINTOR

Se confirma el hallazgo de un autorretrato de Miguel Angel camuflado en "David y Goliat"

9 de diciembre de 1985

Acaba de hacerse un gran descubrimiento en las artes plásticas: en la Capilla Sixtina, que llevan limpiando expertos europeos desde hace cuatro años, descubrieron el autorretrato de Miguel Angel.
Aunque todavía no está cien por ciento probado el hecho, las posibilidades son muy grandes. El rostro del pintor se encuentra al parecer en el famoso cuadro "David y Goliat" realizado a principios del siglo XVI. Esto y otras ideas acerca de la restauración se acaban de debatir hace escasas tres semanas en el Museo de Arte Metropolitano y en la Colección Frick de Nueva York, en un simposio organizado por el Instituto Wetherfield, fundado en 1984 para sostener la cultura cristiana. A las reuniones asistieron Walter Persegatti, secretario general y tesorero del Museo del Vaticano, Fabrizio Mancinelli, curador de arte bizantino, medieval y de arte moderno de museos, y Gianluigi Calancci, jefe de conservación de los museos del Vaticano, quienes con dos ayudantes han adelantado la limpieza de los frescos.
El trabajo de Miguel Angel empezó en 1508 y Persegatti sostiene el hecho que como el cielo raso de la Capilla se agrietó en 1504 ésta pudo ser una de las razones por las cuales el Papa comisionara a Miguel Angel para pintarla nuevamente. Las antiguas decoraciones eran "estrellas con dibujos geométricos". La limpieza ha esclarecido que Miguel Angel era un excelente colorista y por medio de tests ultramodernos han comprobado que la técnica empleada por él era muy particular en el fresco, dado que mezclaba el color con bastante agua, logrando que éste se absorbiera totalmente en el yeso. Al restaurar se han dado cuenta también que hay capas de mugre que impiden la claridad de las imágenes y, entonces, al realizar el trabajo, se ha descubierto que los volúmenes esculturales han adquirido una dimensión totalmente distinta, que habían sido distorsionados por el tiempo y la humedad.
De otra parte, es sabido que Miguel Angel, según la costumbre de la época, identificaba a sus personajes con gente conocida en sus obras. Entonces, el hecho de encontrar su autorretrato en la Capilla Sixtina tampoco es algo traído de los cabellos. Es, además, muy parecido al retrato de Miguel Angel en "La escuela de Atenas de Rafael", obra que igualmente está en el Vaticano.
Pero, ¿qué movió a Miguel Angel a dejar para la historia este autorretrato? Muchos especialistas aseguran que el artista era consciente de la gran importancia de su trabajo y quiso firmar con su rostro, una de sus obras mayores. --