Home

Cultura

Artículo

LA EDAD DE LA INOCENCIA

El agresivo director Martin Scorsese sucumbe a las tentaciones de una preciosa historia de amor.

21 de marzo de 1994

A PRIMERA VISTA, sorprende que después de haber dirigido películas como Taxi Driver, Buenos muchachos y Cabo de miedo, en las cuales el lenguaje rudo, la violencia y las crudas derivaciones de la vida sobresalen, Martin Scorsese haya escogido una romántica historia del siglo pasado, con su lenguaje delicado y su decorado preciosista, para llevarla al cine.
Basado en la novela de Edith Wharton (del mismo nombre), Scorsese reproduce la sociedad neoyorquina de finales del siglo XIX, con todos sus tapujos e hipocresías, en su más reciente realización: La edad de la inocencia.
Protagonizada por Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Winona Ryder (nominada al Oscar como mejor actriz de reparto en 1994 por este trabajo), la película narra la historia de un joven y prometedor hombre de la alta sociedad, atormentado por el amor que le profesa a una mujer prohibida.
Con una bella fotografía, escenarios magníficos, vestuarios pomposos y narración intimista, Scorsese explora, plano por plano, la forma de vivir y de pensar de la Nueva York decimonónica, donde la moralidad es una excusa para reprimir los libres sentimientos humanos. Así, la relación imposible entre la condesa Olenska (Michelle Pfeiffer) y Newland Archer (Daniel Day-Lewis) sufre las consecuencias de un círculo social opresivo, hipócrita y envidioso.
La delicadeza con que se van llevando cada una de las secuencias del filme, las sugerencias interpretativas a través del diálogo de las imágenes, los gestos, los decorados y la música, le dan a la película ese toque romántico -sin caer en el exceso- típico del cine clásico, casi olvidado por muchos directores contemporáneos.
Algunos no soportarán esa trama aparentemente frágil y lenta, pero no cabe duda de que Scorsese ha acertado en ofrecer una historia limpia de trucos melodramáticos, sincera a la hora de mostrar los tormentos humanos en medio de una sociedad que no admite una segunda posibilidad a sus reglas.



RETORNO A LA PATRIA
EN LOS ULTIMOS AÑOS, EL DIRECtor italiano Bernardo Bertolucci se había dedicado a filmar por fuera de su patria. Dos grandes producciones recientes dejaron reflejado su curiosidad por oriente. Primero fue El último emperador, que se llevó en su año el Oscar a la mejor película. Ahora acaba de estrenar en Europa El pequeño Buda, con la participación de Keenu Reeves, inspirado en las extrañas y espirituales enseñanzas musulmanas.
Sin embargo, luego de su travesía por el Asia, Bertolucci ha decidido retornar a Italia, a sus raíces, para llevar a cabo la segunda parte de su inolvidable película Novecento. Según declaraciones del director, la cinta narrará la historia de dos familias italianas a lo largo del siglo XX, en medio de la cual el espectador podrá ver reflejados los grandes escándalos políticos y financieros que ha sufrido Italia en los últimos tiempos.


UN HOMBRE Y DOS MUJEREA
Una película con mucho sexo, pero sin historia.

NUEVE SEMANAS y media marcó el inicio de una oleada de cine erótico que aún continúa, pero cada vez con menor calidad. Después de ella muchos productores vieron en ese tipo de cintas una buena oportunidad comercial. Su creador, Zalman King, sigue insistiendo en un género que para muchos críticos ya agotó sus posibilidades de expansión y desarrollo.
King llega ahora a la pantalla con Un hombre y dos mujeres, una película que, lejos de preocuparse por una narración estructurada, se concentra tan sólo en la exposición de cuerpos desnudos y juegos eróticos. La premisa es la misma de realizaciones anteriores: hasta dónde se es capaz de ceder para satisfacer el deseo. Esta vez se trata de una mujer, madre de un hijo y felizmente casada, que sucumbe a la tentación de una aventura con un jardinero. Pero todo es un pretexto muy débil para saturar al espectador de un erotismo injustificado, incluso los recuerdos tormentosos que atacan a esta mujer que, como suele suceder en las películas de King, buscará descubrir su sensualidad hasta los límites.
Protagonizada por Billy Zane, Joan Severance y May Karasun, Un hombre y dos mujeres no pasa de ser una cinta cargada de sexo, pero sin historia.


SOBRE HOLLY HUNTER
AHORA QuE se han conocido los nominados a los premios Oscar 1994, el Centro Colombo Americano, de Bogotá, ha organizado para todo febrero un cicLo de películas en las que actúa como protagonista Holly Hunter, quien este año es la más probable ganadora en Hollywood por su interpretación de Ada, en El Piano.
Cada viernes de febrero, a las siete de la noche, en la sede del centro de la capital, se presentarán las siguientes películas: Detrás de las noticias, de James L. Brooks (febrero 4); Raising California, de Joel Coen (11); Always, de Steven Spielberg (18), y Mi adorable intruso, de Lasse Hallstrom (25).
Una buena oportunidad para ver la evolución de esta actriz que hoy se encuentra en la cima de su carrera.