La fiesta de las mil caras

SEMANA: ¿Cuál es la característica principal de esta nueva versión del Festival Iberoamericano?

Ana Marta de Pizarro: Veremos los grandes cambios en las artes escénicas del mundo, un proceso que ha sido muy interesante. Teníamos dos líneas: una, de montajes impresionantes, muy herméticos y que le interesaban a muy poca gente. Y otra, con mucho énfasis en lo tecnológico. Lo que está pasando ahora es que ha surgido un teatro con actores multidisciplinares, que cantan, bailan y actúan muy bien, pero con unas puestas en escena que le interesan al público.

SEMANA: ¿Por qué Rumania como país invitado de honor?

A.M. de P.: El teatro del centro de Europa siempre ha sido un protagonista en nuestro Festival. Siempre hemos tenido la presencia de Serbia, Eslovenia, Polonia, Checoslovaquia. Tradicionalmente en esos países, durante la época del comunismo, las grandes compañías de teatro y de ballet tuvieron mucho apoyo oficial. Al caer el comunismo, esa tradición no se pierde; al contrario, renace con un gran furor, con mucha fuerza visual.

SEMANA: ¿Qué destacaría de Rumania?

A.M. de P.: El director Silviu Pucarete, que fue el gran invitado al pasado Festival de Edimburgo, viene con un magnífico montaje de Esperando a Godot, de Samuel Beckett.

SEMANA: ¿Qué otros grandes directores vienen?

A.M. de P.: Viene Daniele Finzi Pasca, un director suizo de la zona italiana, con un hermoso espectáculo circense que es un homenaje a Chéjov. Sin exagerar, puede decirse que este director partió la historia del circo en dos. Le cuento un dato curioso: en Montreal hay dos grupos famosos, el Circo del Sol y el Circo Éloize. Dos grandes grupos que tienen una gran rivalidad y no se pueden ver. Pues bien, Daniele Finzi Pasca ha sido invitado a trabajar en ambos grupos. Viene también -o regresa, más bien, a petición del público- Emio Greco, de Holanda, con la obra Conjunto Di Nero, un espectáculo que combina la luz con la música y los movimientos del cuerpo. Esta es una de las mejores coreografías que uno pueda ver.

SEMANA: ¿Y qué hay para la gente a quien solo le gusta el 'teatro-teatro'?

A.M. de P.: Hay mucho de 'teatro-teatro'. Están, por ejemplo, Julio César, de Francia. En esta interpretación, la tragedia de Shakespeare se ubica en Estados Unidos durante el gobierno de Kennedy. Casa de muñecas, de Alemania, con una estética kitsch y personajes que recuerdan el cine expresionista. Macbeth, de Georgia, en la que las tres brujas son las que cuentan la historia.

SEMANA: ¿Qué hay para los jóvenes?

A.M. de P.: El grupo Tom Tom Crew con DJ, un espectáculo absolutamente urbano que mezcla acrobacias aéreas con el beat box, un estilo de percusión vocal que compromete el cuerpo entero. La compañía Ginga Dance, con una descarga de percusión y ritmos africanos. La obra Los ciegos, basada en Ensayo sobre la ceguera de Saramago. Y Leonardo, un gran montaje, divertido y loco, sobre Leonardo Da Vinci y sus inventos, dibujos, pinturas y libros de cocina que toman vida en los cuerpos de los estudiantes.

SEMANA: ¿Y para los niños?

A.M. de P.: Hay toda una programación en Ciudad Teatro con marionetas, stand up comedy, cuenteros y un match de improvisación, en el que dos equipos se enfrentan e improvisan historias en un ring de acuerdo a las consignas que les da el árbitro.

SEMANA: ¿Cómo va a ser este año el teatro callejero?

A.M. de P.: Como la programación tenía un horario fijo en los festivales pasados, la gente muchas veces llegaba tarde debido a los problemas de movilidad de la ciudad o salía corriendo a ver el espectáculo que le interesaba. Por eso este año cambiamos el concepto. La idea ahora es un día de parque, donde habrá distintos espectáculos desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde. Habrá varios espectáculos pequeños repartidos dentro del parque y al final confluirán en uno mayor. La tendencia en el mundo con los espectáculos callejeros ya no es hacer cosas inmensas, sino lo que se denomina 'arte de la calle', que no es teatro, sino intervenciones de artistas de distintas disciplinas. Veremos grupos como Páginas en blanco, de Francia, en el que músicos y actores intervienen una gran página en blanco.

SEMANA: ¿Bogotá ya tiene escenarios adecuados?

A.M. de P.: No solo hay deficiencia, sino que los escenarios están muy mal dotados. Uno de los rubros principales de nuestro presupuesto es para la adecuación técnica porque los teatros están obsoletos. Ni siquiera el Julio Mario, que es tan bello y tan moderno, tiene lo suficiente. Tuvimos que adecuarlo a las necesidades del Festival.

SEMANA: En el programa se ve mucha participación de grupos colombianos.

A.M. de P.: Hay un florecimiento de las artes escénicas en Colombia. De hecho, inauguramos en el Jorge Eliecer Gaitán con una obra colombiana, La leyenda de María Barilla, que obtuvo el Premio Fanny Mikey el año pasado. La fandanguera María Barilla cobra vida a través de porros, ritmos del Caribe y la voz de una cantante extraordinaria.

SEMANA: ¿Qué traen a la Plaza de Toros?

A.M. de P.: Precisamente una producción nuestra, Caleidoscopio, hecha por el Teatro Nacional y el Iberoamericano. Decidimos que con la experiencia en el Bicentenario en la Plaza de Bolívar y la clausura del Mundial Juvenil, sumados a la realización de 13 festivales, teníamos la suficiente experiencia para lanzarnos a producir un gran espectáculo. Además, la Plaza de Toros es un escenario circular único que conocemos mejor que otros grupos internacionales.

SEMANA: Y a propósito de la Plaza de Toros, ¿qué ha dicho el chamán sobre el clima en Bogotá por la época del Festival?

A.M. de P.: (Risas). Dijo una cosa muy bonita: "yo le corro esa nubecita". Pero quiero aprovechar para contar que me conseguí un patrocinador privado para el chamán. Por cierto, el desfile inaugural, que arranca en la Universidad Jorge Tadeo Lozano baja a la séptima y sigue hasta la Plaza de Bolívar, será encabezado por 30 chamanes de distintas etnias colombianas -como un homenaje a sus saberes ancestrales- que harán una manta para protegernos de la lluvia. Pero yo también me hablo con Ricardo Lozano del Ideam: habrá mucho viento, pero tiempo seco.