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1. Banquete en honor al presidente Eduardo Santos, en el Teatro Colón, 1938. Foto: Jorge Obando, colección Óscar Jaime Obando.

EXPOSICIÓN

La fuerza de las imágenes

Una muestra a cargo del reconocido historiador y 'colombianólogo' Malcolm Deas busca, por primera vez, contar la historia republicana del país a punta de fotografías, muchas de ellas inéditas.

12 de marzo de 2011

Hasta ahora  nadie se le había medido a la tarea de contar con imágenes la historia de Colombia. Por eso, no cualquiera podía asumir esa tarea. Tenía que ser una de las personas que con más rigor han estudiado el pasado de este país: el británico Malcolm Deas. A él le encomendó la Fundación Mapfre ser el curador de la exposición Historia de Colombia desde la fotografía 1842-2010, que recorre más de un siglo de vida republicana en el país, en fotografías, y que estará abierta al público hasta el 16 de abril en la Casa de Moneda del Banco de la República en Bogotá. Un proyecto sin precedentes. "La originalidad de esta exposición es que no es sobre la historia de la fotografía, sino sobre la historia en fotografías -explica Deas-. Los protagonistas son los temas, no los fotógrafos".

Y es en torno a veinte grandes temas que se reúnen 290 fotografías provenientes de diferentes fondos. Recolectar las imágenes fue una tarea dispendiosa, pues en Colombia no existe -como sí en otros países del continente- un archivo fotográfico nacional. Fue necesario recurrir, entre otros, a la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, a la Biblioteca Luis Ángel Arango, al Museo Nacional, a la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá y a los archivos de fotógrafos particulares -aquí sobresale el de Jorge Obando, de Medellín- y de medios como El Tiempo y El Espectador. También se tomaron imágenes de libros de reducida circulación que conserva Deas en su biblioteca y de publicaciones ya extintas, como la revista El Gráfico. "En el primer barrido se recogieron 3.000 fotos; luego, nos correspondió organizarlas por temas que han sido tan transversales como determinantes en la historia de Colombia", explica Patricia Pinzón, politóloga que, junto a Deas, trabajó en la curaduría.

Entre los temas figuran procesos económicos y sociales como el cultivo del caucho en el Amazonas, el tránsito de país rural a país urbano en el siglo XX, la vida cultural y la cotidianidad de las familias. No hay énfasis en ninguno. Sí hay, en cambio, un espíritu democrático: hay tantas fotos de políticos y presidentes como de personas del común y, entre ellos, de indígenas y campesinos.

Pero sobre todo se destaca el esfuerzo por mostrar imágenes inéditas. "No queríamos mostrar las fotografías que todos han visto, que ya están trajinadas. Queríamos que la gente se sorprendiera y, de paso, se conmoviera", explica Pinzón. La importancia que se le dio al factor emocional es clave, pues así se evita la tentación de proponer una mirada crítica desde una orilla política. Todo esto hizo que la apuesta fuera por la neutralidad, por develar el pasado sin tomar partido. Eso lo tiene claro Deas: "Hemos hecho un esfuerzo sencillo de evocación que incluye lo positivo y lo negativo -muestras de lo constructivo y de lo destructivo-. No queremos dogmatizar, decir qué hay que pensar. A la hora de las conclusiones, la exposición queda muda. Cada uno concluye lo que le dé la gana".

Llama también la atención que la mayoría de las imágenes son en blanco y negro. La explicación, aunque peculiar, es veraz: "Cuando nos imaginamos el pasado, lo hacemos en esos tonos", aclara Pinzón. Por tratarse de una muestra más histórica que artística, el formato y la técnica de las fotografías no fueron tema central. De hecho, solo se exhiben reproducciones. De muchas -y sobre todo de aquellas publicadas en medios que, como Cromos, perdieron sus archivos más antiguos- no se conservaban negativos, por lo que fue necesario reproducir la imagen impresa en la revista o en el libro, con las limitaciones que esto implica a la hora de ampliarlas.

Como en todo intento de abarcar un periodo extenso, y más si se trata de uno tan ambicioso como este, las ausencias a veces son tan visibles como las piezas que se exhiben. No todas las regiones ni todos los grupos poblacionales están presentes. El fútbol, referente de la nación colombiana en las últimas décadas, también está entre los ausentes. Solo hay una foto de Efraín 'el Caimán' Sánchez. Frente a esto, Deas responde: "Un equipo de fútbol de 1920 se parece bastante a un equipo del 2000, por lo que no tiene para el espectador promedio tanto interés. Y al ser restringida nuestra muestra, eso pesa. Los colombianos ya tienen enormes dosis de fútbol en los noticieros, y los aficionados tienen plena libertad de montar cuando quieran su propia exposición de fotos históricas de este deporte". Pero no solo el fútbol, a criterio de Deas, merece una muestra aparte. También la arquitectura, otro de los ausentes. "Al llegar a este tema, concluimos que no valía la pena poner unas pocas fotos de edificios, porque la arquitectura, para que salga bien, necesita una exposición especializada, como ya la hubo".

Tal vez por querer abarcar un periodo tan amplio la muestra puede quedarse corta, sobre todo para quienes están acostumbrados al rigor y a la profundidad de la historia escrita. Por eso, el énfasis de los curadores en que esto, más que una bitácora, es un meritorio ensayo fotográfico sobre el pasado republicano del país. Y como todo ensayo, su propósito es sembrar una duda, y esto lo sabe Deas: "Confío en que todos los que la vean sientan su curiosidad estimulada y sus ideas sobre el pasado modificadas".