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LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ULISES

SE ACaba el siglo y la crítica ya ubica al 'Ulises' de Joyce como la novela más importante de lo <BR>últimos 100 años.

15 de marzo de 1999

Ulises, de James Joyce, es uno esos libros de los que se ha escuchado tanto que muchos
ya lo han dado por leído aunque ni siquiera lo hayan abierto. Por su tema, como por su narración y su
arquitectura, la obra ha adoptado características mitológicas a lo largo del siglo aunque realmente sean
pocos los que hayan tenido acceso a ella en toda su dimensión. Al Ulises le pasa lo mismo que a La Odisea,
de Homero; El Quijote, de Cervantes; Los Miserables, de Víctor Hugo, y En busca del tiempo perdido, de
Proust. La magnitud de los comentarios y las críticas pregonadas en torno de él es tan amplia y difundida
que hoy cualquier lector audaz puede darse el lujo de hablar con propiedad de la novela sin que haya
pasado por sus manos.
Ese fenómeno y la valoración que ha tenido la extensa novela de Joyce la ubican actualmente como la obra
más representativa del siglo que está por terminar. Al menos eso es lo que dice el diario norteamericano The
New York Times, que no dudó en tildarla como la novela más importante de la centuria por encima de 100
obras más, de escritores de la talla de Marcel Proust, Henry Miller, Joseph Conrad, Vladimir Nabokov y
Aldous Huxley.

Odisea en el siglo XX
Lo primero que puede venir a la mente de cualquier lector desprevenido al enfrentarse a las casi 2.000
páginas de Ulises, en las que sólo se relatan 18 horas en la vida de tres personajes, es que la novela debe
ser supremamente aburrida, por más importante que parezca. Pero no hay tal."Ulises es
divertidísimo, eso depende de cada lector", dice Alvaro Mutis. Sin embargo hay quienes piensan, como el
ensayista William Ospina, que el libro no está dirigido a cualquier persona y que su lectura no es tan
digerible como una novela de Salgari o de Julio Verne.
Ulises es la recopilación de siete años de trabajo de Joyce en la concepción total de su obra. Siete años
para describir todo lo que puede suceder con Leopold Bloom, un vendedor de anuncios publicitarios, con su
esposa Molly y el joven intelectual Stephen Dedalus desde las ocho de la mañana del 15 de junio hasta las
cuatro de la madrugada del día 16 de junio de 1904 en Dublín. Algunos críticos se atreven a afirmar que esta
fecha la escogió Joyce como homenaje al día en que conoció a su esposa, Nora Barnacle.
Curiosamente Joyce no escribió el libro en Dublín. Lo concibió en Trieste, Zurich y París debido al
temprano exilio que tuvo que emprender desde su natal Irlanda. Sin embargo los pensamientos y
reflexiones derivadas del amplio recorrido por la capital irlandesa es uno de los aportes que más resaltan
los entendidos. "Si se destruyera Dublín, después se podría reconstruir según el relato de Joyce", afirma el
escritor R.H. Moreno Durán. Varios analistas ven en Ulises una adaptación moderna de la Odisea, de
Homero, para hacer una parodia sobre la lucha diaria de cada hombre. Incluso Joyce hace ciertas referencias
al texto épico. Los tres personajes centrales, según Vladimir Nabokov, tienen equivalencia con los de la
Odisea: Leopold Bloom es Odiseo, Molly Bloom, Penélope y Stephen Dedalus representa a Telémaco. Pero
más allá del paralelo que quiso entablar Joyce con Homero la riqueza de su obra se debe al revolucionario
tratamiento del lenguaje.
Cada uno de los 18 capítulos está escrito de una manera diferente. Hay monólogo, diálogos para teatro y
hasta formas de catecismo con las que se burla de las religiones. Según William Ospina, Ulises no es
una novela sino una suma de filosófia, ensayo y poesía que busca la exploración del hombre. Para Alvaro
Mutis, la relevancia de un libro como el de Joyce no tiene ninguna discusión. "Con Joyce el lenguaje se ve
sometido a pruebas más expansivas". Andrés Hoyos, director de la revista El malpensante, opina igual:
"Joyce reventó el espacio narrativo". Para Joyce todos los detalles son importantes. Recrea desde la
masturbación hasta los procesos digestivos del hombre. Los personajes son tan comunes que en su propia
ordinariez contienen el secreto de su propia grandeza.
El manejo del tiempo, la estructura narrativa, la descripción deDublín y sus protagonistas han hecho de
Ulises una obra maestra para la crítica mundial. Antes de Joyce la literatura se nutría de los rezagos
decimonónicos. Después de él la novela entró de lleno a la modernidad y todavía no ha habido nadie que logre
una transformación similar. Es, como asegura Moreno-Durán, el mayor revolucionario desde Cervantes.
Suficiente motivación para que Ulises sea considerada la más grande novela del siglo XX.