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LA MISTERIOSA RESOLUCION

El fallido intento de comercializar la Cadena 3 revive una antigua polémica y demuestra la necesidad de que la Comisión Nacional de Televisión entre a actuar cuanto antes.

21 de agosto de 1995

SIN QUE CASI NAdie en el país se enterara, hace mes y medio Inravisión expidió calladamente una resolución que cambiaba sustáncialmente la faz de la Cadena 3, pues prácticamente daba paso a la comercialización del canal de interés público, desconociendo olímpicamente las disposiciones de la nueva ley de televisión que expresamente la prohíbe. Inravisión, entre otras cosas, reglamentaba por cada 30 minutos de programación hasta cinco minutos de 'reconocimientos publicitarios', fuera de los que se pueden hacer al principio y al final de un programa, lo que para muchos colmó una taza que hacía rato se venía llenando.
Cuando esta resolución salió a la luz pública, después de un mes de haber sido aprobada, se armó la polvareda, e incluso muchos hablaron de extralimitación de funciones del director de Inravisión, Jorge Dangond. Y no era para menos, pues la posibilidad de permitir la comercialización de esta Cadena ha sido un punto álgido desde hace algunos años y durante las discusiones sobre la ley de la tetevisión fue una verdadera manzana de la discordia.
Ya el año pasado hubo un primer enfrentamiento entre Asomedios (representante de las programadoras comerciales) y algunos productores de la Cadena 3, por la interpretación que unos y otros daban a 'los aportes, colaboraciones, auspicios y patrocinios', únicas formas de contribución permitidas por ley. Según lo argumentado por los productores independientes del Canal 3 en ese entonces, los ingresos recibidos por este concepto permitieron aumentar su exiguo presupuesto de 200 a 2.000 millones de pesos en sólo tres años, lo que redundó en la calidad de sus programas. Sin embargo, Asomedios insistía en que habían ido màs allà del tipo de patrocinio permitido y que la Cadena 3 llegó a ceder espacios para comercializar a particulares, como se hace en las cadenas comerciales. Este asunto, que no se resolvió en ese entonces, es el que revivió hace dos semanas la famosa resolución. Y con algunos agravantes, como el hecho de estar las cosas ahora regidas por una nueva ley de televisión que, entre otras señalizaciones, prevé que sean los aportes de las cadenas comerciales los que subsidien la televisión pública. Algunos no están de acuerdo en que además de tener que sostener la programación cultural deban compartir también con ella una exigua torta publicitaria, que nadie sabe cuánto va a rendir.
Pero el caso es mucho más complejo, pues Inravisión emitió dicha resolución cuando faltaban 15 días para posesionarse la Comisión Nacional de Televisión, a la que entre sus múltiples funciones le corresponde reglamentar todo lo concerniente a los patrocinios. Este hecho fue interpretado por algunos como un gol que el Ministerio de Comunicaciones, que ya no tiene injerencia alguna en este campo, le quería meter a una Comisión que apenas está aterrizando. Incluso algunos conocedores sospechan que la reglamentación se realizó después de la posesión de la Comisión, sólo que se le puso una fecha anterior para curarse en salud. Además fuentes de Inravisión han reconocido que la reglamentación se hizo por insinuaciones de ese Ministerio y que su apresurada derogación fue pedida por el mismo Inravisión.
Lo que este episodio demuestra ante todo es la necesidad de que la Comisión, que luego de un mes de su posesión ni siquiera cuenta con presupuesto ni oficinas propias, empiece a actuar lo antes posible, pues el futuro de toda la televisión está en sus manos.


PARA VER...

CINE A LA LATA: EL DIARIO DE UNA CAMARERA.
CANAL 3, DOMINGO 30, 10 P.M.
LA HISTORIA de una joven contratada para atender a un anciano aristócrata que termina descubriendo el asesinato de una niña, es una ocasión más para la recreación del inconfundible mundo, terrible y sardónico a la vez, del director español Luis Buñuel. El diario de una camarera, película inspirada en una novela de Octavio Mirbeau, hace parte del período de su producción francesa en la que continuó el refinamiento de su particular lenguaje. En éste, guiños surrealistas al mundo del absurdo, los sueños y la alucinación se instalan en medio de una lúcida observación al amor, la violencia y la muerte sin respetar los límites entre el sueño y la realidad. Como en Viridiana o Tristana, otros de sus grandes clásicos, en esta producción, protagonizada por Jeanne Moreau y Michel Piccoli, se realiza, más que un a radiografía sicológica o social, un retrato magistral e íntimo de las complejidades del mundo actual.

BUENOS DIAS COLOMBIA
CANAL A
LUNES A VIERNES, 6:30 A.M.
ES UNA excelente noticia, en medio del mercadeo inflado de caras bonitas y figuras prefabricadas por los medios de comunicación, el regreso a la presentación de noticias de dos periodistas de reconocida trayectoria como Beatriz Gómez, quien acaba de regresar de la BBC de Londres, y Carlos Alberto Chica. Ambos tienen credibilidad, experiencia y méritos sobrados para presentar un noticiero. Con estas nuevas caras, que reemplazan al saliente Jorge Alfredo Vargas, Buenos días Colombia, que se ha decidido por la línea de análisis, al contrario del formato de magazín de sus colegas mañaneros, sigue en la dura colonización de la franja matutina.

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EN ESTE espacio de los domingos en la mañana se transmite la versión animada de los más bellos cuentos clásicos de toda la literatura universal. Son 26 títulos, de los que ya se han visto Aladino, Leo León y Pulgarcita. Esta semana el turno es para La bella y la bestia, la eterna historia en la que el amor vence las dificultades y maldades del mundo. Good Times Entertainment es una compañía que tiene los derechos para realizar versiones de todos los productos animados de Disney, como La Cenicienta y Pocahontas, en la que respeta los argumentos pero con dibujos completamente originales.