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LA ONDA DE LAS ISLAS

Los Rebels, el grupo de reggae originario de San Andrés, es su mejor embajador

10 de marzo de 1986

Hicieron bailar reggae al propio Presidente de la República cuando el intendente Simón González los trajo a interpretar su música en el Palacio de Nariño. Mantuvieron en vilo a tres mil estudiantes de la Universidad Nacional, cuando el pasado 25 de octubre ofrecieron un concierto de más de tres horas, en el auditorio León de Greiff. Estremecieron el luto de un público que llenó el Teatro Nacional el lunes siguiente a la tragedia de Armero. Quince mil costeños los aplaudieron en las fiestas del mar de Santa Marta. Otros tantos los disfrutaron en Cartagena. Y en San Andrés, su isla, no hay espectáculo público que funcione si no están ellos: Los Rebels.
Estuvieron en Bogotá exactamente durante el negro mes de noviembre, con todo y Palacio de Justicia, con todo y erupción del volcán. Y a pesar de los sombríos nubarrones, pusieron a gozar a jóvenes de todas las edades. "En medio de la tragedia fueron una ducha de amor, esperanza y fe en la vida, un refresco en el momento más difícil del país", dijo su representante, el publicista argentino radicado en la isla, Eduardo Lunazzi.
De regreso a San Andrés, los encontramos en su ambiente natural de Caribe y coco. Con sus camisas floreadas. Con sus trenzas de telaraña, a veces sueltas como melena de león, a veces embombadas en gorros de lana con franjas color roio. amarillo y verde, los mismos de la bandera de Etiopía. Con sus sonrisas de inocencia y sus miradas blancas que iluminan su piel negra. Con su español trabado, que a veces tiene que hacer esfuerzo para recuperar del inglés nativo la palabra exacta.
LOS ANCESTROS EN JAMAICA
Nacieron hace cuatro años en el barrio La Loma, más precisamente en la casa del abogado isleño Kent Francis, a la sazón presidente de la Casa de la Cultura local. Fue una tarde de charla y música alrededor de un rondón, el imprescindible plato típico de pescado. Algunos muchachos habían asistido al Festival de Música del Caribe en Cartagena y volvieron con el deseo ensortijado en sus melenas.
Seis isleños, un nicaragúense y un panameño, residentes todos en San Andrés, consiguieron los instrumentos con el político Carlos Archbold, y más tarde los pagaron con el dinero recaudado en las presentaciones. Saxo, guitarra, percusión, teclados, bajo, batería y voces, para interpretar un conjunto de ritmos caribeños: "calipso" de Trinidad, "haitian" de la isla del voudou, "soca" (una mezcla de sobd y "calipso") de Monserrat, y ante todo, el reggae proveniente de Jamaica y convertido en algo propio por Los Rebels. La mayoría pertenece a familias de músicos.
Dicen estar bien seguros de su ancestro. Hablan de Jamaica como de la madre patria cercana, de donde vinieron sus antepasados hace unos 400 años. "Tenemos los mismos apellidos que los jamaiquinos", pregonan con orgullo ellos, que se llaman O'Neill Reid's, Newball, Morgan, Flowers y Howard. Los otros dos, que tienen apellido español, no presentan tampoco duda de su origen: Jaime Celis, el director del grupo, y Justo Barrios, el cantante que flota en el escenario, conocido más por su contundente nombre artístico, "Sas".
"NO TENEMOS EL PODER, SINO LA MAGIA"
Más que un grupo musical, dicen ser los representantes de un pueblo que interpretan el reggae y lo viven como un estilo de vida. Afirman "hacerle el amor a la música", utilizando una expresión puesta en boga por el actual intendente brujo, Simón González, del cual aseguran que "ha hecho más que todos los anteriores juntos, porque conoce a la gente de las islas".
"Sas", el más inspirado de palabra, resume así la política del grupo: "No tenemos el poder sino la magia, pero aquí la magia es el poder". Los Rebels apoyan en este momento al poder, que está en manos del intendente González. "Las diosas de la mar lo prepararon para este trabajo -aseguran con la mayor tranquilidad-, y si le dieran la oportunidad a los isleños de votar por su propio gobernante, él se quedaría para siempre".
Sus modelos musicales son Bob Marley, el rey del reggae en Jamaica, y Peter Tosh. Su profeta espiritual es Marcus Garvey, aquel filósofo y político jamaiquino, uno de los siete héroes de ese país, muerto en 1940, cuyas enseñanzas sirvieron de base para el surgimiento de los Rastafaris, jóvenes místicos que creen en la supremacía de la raza negra, añoran las praderas etíopes y aseguran ser el verdadero pueblo escogido.
Definen su música como de protesta, y cuando se les pregunta por la razón del nombre del grupo, responden cantando The System, una de sus melodías preferidas, con la que se rebelan contra el sistema que se ha implantado en las islas, "al que no estamos acostumbrados". No obstante prefieren cantarle a la vida cotidiana y a los asuntos espirituales "para que la gente se una y haya paz, libertad y amor".
Los Rebels grabarán próximamente un disco, para darse una difusión nacional e internacional. Tienen planes de lanzarse en grande, con afiches, camisetas, revista y un espectáculo multiimagen como telón de fondo de sus presentaciones. Harán también talleres para crear una escuela y lograr que "detrás de Los Rebels vengan otros rebelditos".-Arturo Guerrero