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La otra Italia

Leonardo Sciascia e Italo Calvino, dos escritores que profundizan en el alma italiana en sus últimos libros.

4 de junio de 1990

"El caballero y la muerte"
Leonardo Sciascia - Novela -112 páginas - Tusquets.
"Puertas Abiertas"
Leonardo Sciascia - Novela -132 páginas - Tusquets.
El nombre y la obra del escritor siciliano Leonardo Sciascia siempre han sido relacionados estrechamente con la denuncia frontal de las actividades de la mafia de Italia. Pero Sciascia, fallecido en noviembre de 1989, significa más que eso para la literatura contemporánea no sólo de su país, sino del mundo entero. Era un hombre que ejercía su oficio de escribir con agresividad, valor, inteligencia y, sobre todo, con sensibilidad. Estos dos libros recién llegados a las librerías colombianas así lo demuestran.
Al morir en su casa de Palermo a los 68 años de edad, Sciascia dejó un enorme vacío en los italianos. Estaban acostumbrados a desayunar leyendo sus artículos en periódicos y revistas, en los cuales fustigaba los males nacionales, proponía remedios y señalaba a los responsables con sus nombres propios. Fue uno de los pocos escritores que tomó partido cuando la ejecución de Aldo Moro.
Al comentar la muerte de Sciascia, el vasco Fernando Savater afirmó: "Le llamaron ambiguo porque fue sutil; denunció la mafia y el terrorismo sobre todo porque brindan coartadas a las instituciones legítimas para servirse de métodos mafiosamente antimafiosos, terroristamente antiterroristas. No solía olvidar nada y le gustaba aportar datos. Voltaire se hubiese sentido plenamente a sus anchas en su inteligente compañía. A los que estamos presos en el tablero inmisericorde de la violencia sin rostros, de los secretos que ocultan veneno, nos ofrecía la solidaridad utilísima de su informada defensa siciliana".
Sciascia, como buen siciliano siempre estuvo obsesionado con la muerte como una de las constantes culturales y políticas de su tierra. "El caballero y la muerte", breve historia escrita mientras sabía que estaba muriéndose, que no tenía remedio, es una premonición lucida sobre la actitud de un policía, un investigador (un indagador es la palabra más apropiada), ante el crimen que debe resolver.
Con la pintura de Durero "El caballero, la muerte y el diablo" de 1513, colgada en su oficina, el investigador a quien llaman el Vice (por Vicedirector de Policía), intenta entender por qué una inocente broma ha degenerado en un asesinato. Durante una cena elegante con políticos y millonarios, dos caballeros intercambian una pequeña tarjeta en la cual, el uno le dice al otro "te matare", en broma, porque mantienen una rivalidad amistosa por una hermosa mujer que también esta en la mesa. El Vice está enfermo, incurable lo mismo que Sciascia, sigue fumando, ama la vida y tiene un concepto místico de la muerte y la violencia, es un cínico. Ahora debe investigar el asesinato después de la broma y, sobre todo, averiguar de dónde nace ese grupo que se hace llamar "Los hijos del 89". La investigación es también una indagación sobre los lazos que unen el delito, la política, el amor, la muerte, la soledad y las desgracias ajenas.
"Puertas abiertas" es una mirada feroz sobre la ley, la justicia y la ética a raíz de un hecho histórico ocurrido en Palermo a finales de los treinta, en plena era fascista, cuando Mussolini proclamaba que todos dormían con las puertas abiertas.
Dos funcionarios del régimen y una mujer son asesinados brutalmente por un empleado público a quien han dejado cesante. El uno ha sido su jefe. El otro es quien lo sucede en el cargo y ella es su esposa. Gracias a ese mecanismo de disfrazar las cosas, cambiarles el nombre y presentarlas con otro aspecto, las muertes de los dos funcionarios son presentadas como situaciones naturales, y de la mujer, nadie habla. En medio de la obsesión mussoliniana por el orden y la limpieza, el acusado está perdido y los jurados actúan como marionetas.
Será a través del diálogo lucido del juez y el fiscal de la causa, analizando los distintos aspectos de este caso y los factores políticos que pesan sobre todos, como el lector entienda mejor ese laberinto en que se convierten la justicia y la ley, sobre todo cuando dependen de factores corruptos. No es un libro cómodo ni entretenido. No sirve para las vacaciones. Es una obra cínica y amarga que comprueba una vez más porque Sciascia le hace tanta falta a los italianos.
Lo mismo que Pirandello, lo mismo que Durrenmatt, lo mismo que Faulkner, escritores interesados profundamente por el fenómeno de la justicia y su aplicación, Sciascia es capaz de abrir los ojos de ese lector amodorrado por la costumbre.

"Bajo el sol jaguar"
Italo Calvino - Cuentos - 112 páginas - Tusquets.

Otro gran escritor italiano desaparecido antes de tiempo.
"Bajo el sol jaguar" está compuesto por tres cuentos, tres historias y es un libro inconcluso. En 1972, según lo cuenta su viuda, Calvino comenzó a escribir un libro sobre los cinco sentidos. Al morir, 13 años después, sólo había concluido tres cuentos, "El nombre, la nariz", "Bajo el sol jaguar" y "Un rey escucha". El proyecto original era algo más que una colección sobre los sentidos y como todo lo narrativo de Calvino, este volumen tendía a convertirse en una mirada más ambiciosa, más analítica sobre el hombre y los cinco sentidos.
Por eso, como dice Esther Calvino en el prólogo a esta estupenda traducción de Aurora Bernárdez (la primera esposa de Julio Cortázar y su compañera al momento de morir porque Carole Dunlop ya había fallecido), es mejor considerar estos cuentos como eso, cuentos llenos de humor.
Calvino es un escritor sensual, muy sensual, y esto lo expresa mejor que nunca en ese relato. "El nombre, la nariz", con las tres historias que avanzan simultáneamente. Por un lado, el salvaje de la horda que sigue el rastro dejado por la hembra en celo que debe descubrir en medio de los animales, la hierba, los huesos roídos con los otros primitivos y la descomposición de la caza en esa hondonada fatal. En segundo término, el músico hippie enloquecido en medio del amontonamiento de numerosos cuerpos en un apartamento, con el olor de esa muchacha a quien posee ciegamente, en la oscuridad y con quien volverá a encontrarse cuando sea demasiado tarde. Y, para terminar, el seductor de finales de siglo que entra en la perfumería porque quiere identificar el aroma que la noche anterior sintió que se desprendía del cuerpo disfrazado de una mujer, en medio de la música y el baile. El olor a suciedad, el olor del cuerpo de la mujer que no se ha lavado, el aroma que anticipa la muerte, son contemplados y analizados por una sensibilidad como la de Calvino. Y el lector se emociona, como se emociona con los otros dos cuentos, con esa pareja que degusta platos mexicanos salvajes, cargados de ají y esencias muy antiguas, y la forma como el sentido del oído es una prolongación del destino de ciertos personajes. Calvino es un escritor muy sensual. Ya se había comprobado en sus libros anteriores, y este es definitivo.-