Home

Cultura

Artículo

CINE

La reina infiel

Esta cinta narra un triángulo amoroso en la corte danesa del siglo XVIII. Dirigida por Nikolaj Arcel, la película sigue las reglas del género, pero evita sus grandes trampas. ***

23 de marzo de 2013

Título original: En kongelig affære

País: Dinamarca
Director: Nikolaj Arcel
Guión: Arcel y Rasmus Heisterberg, basados en la novela de Bodil Steensen-Leth
Actores: Alicia Vikander, Mikkel Boe Følsgaard, Mads Mikkelsen.
Duración: 137 minutos. 

El título de esta película cuenta bastante bien lo que sucede. En La reina infiel hay, efectivamente, una reina que le es infiel a su rey. Es una película oscura y fría, como si en 1767, año en el que transcurre, no se hubieran terminado de inventar los veranos.

La reina es Caroline Mathilde (Alicia Vikander), una inocente princesa de Inglaterra que llega a Dinamarca con una sonrisa nerviosa, ignorante de lo que le espera. Solo sabe lo que oyó de una dama de compañía antes de partir: si logra que el rey visite sus aposentos la primera noche, será considerada un gran éxito. El rey de las visitas es Christian VII, un muchacho extraño (Mikkel Boe Følsgaard) que se mueve espasmódicamente y que parece sufrir del síndrome de Asperger, aferrado a sus rutinas, ignorante de lo que se espera de él y abrupto en su forma de hablar.

En la primera noche se da la esperada visita conyugal con resultados perturbadores. El rey colérico siente celos de la reina tan joven y bonita (además toca bien el piano), y le advirte ofuscado: “No te robes mi luz”. Es una observación con sentido porque en cierta forma la película es sobre la luz: no tanto la de tipo físico de los veranos que no existen o la metafórica de la atención, sino la intelectual. 

En la época, Europa estaba empezando a sentir los vientos de la Ilustración; Rousseau escribía sus tratados sobre la libertad humana en Francia y la nueva reina, que no puede entrar sus libros por estar prohibidos en Dinamarca, comparte intelectual y emocionalmente esas nuevas ideas que en poco tiempo se manifestarían en las revoluciones de Estados Unidos y Francia.

El hombre que cierra el triángulo es el alemán Johann Friedrich Struensee (Mads Mikkelsen), un médico de pueblo con una “biblioteca interesante” que llega a cuidar al rey y termina convirtiéndose en su mano derecha, empujándolo a que se libere de su gabinete y promulgue leyes progresivas: la libertad de imprenta, el fin de la esclavitud y las vacunaciones masivas, entre otras.

Dados los ingredientes, es fácil prever lo que sucederá. La reina es joven y bonita y vibra con las nuevas ideas, el rey es un tonto imperioso fácilmente manipulable, el doctor es sobrio y progresista, con una mirada melancólica y el pelo largo. Pero Struensee es un revolucionario prematuro y Dinamarca aún no está preparada para una nueva visión del mundo. El énfasis de la película está en las ideas, el doctor y la reina son los héroes, y los villanos son los ministros y los religiosos mezquinos atados al viejo orden que se niegan a aceptar el progreso (el rey no tiene mayor importancia, es un pelele). Sobre los peligros de los revolucionarios embriagados por su superioridad moral no dice mucho. 

La reina infiel sigue las reglas de su género, pero evita sus grandes trampas; al hacer el triángulo amoroso lo suficientemente robusto emocionalmente, le permite aguantar el peso de los vestidos de seda y dejarnos ver que detrás de una estructura social asfixiante hay no solo corazones que laten sino cabezas que piensan. 

CARTELERA
**** Excelente     ***1/2 Muy buena      *** Buena      **1/2 Aceptable     ** Regular      * Mala   
No ***
Esta perceptiva cinta chilena muestra cómo un publicista ayudó a moldear el mensaje con el que la oposición derrotó a Pinochet en 1988. 

Mi novio es un zombie **½
¿Quién se imaginaba que los zombies darían para una comedia romántica? Una idea más novedosa que brillante.

Los ilegales **
Una familia de rudos contrabandistas sobrevive durante la prohibición, pero el elenco no es muy convincente.

Hitchcock *½
Morbosa y poco imaginativa, esta película se centra en el director inglés mientras hacía Psicosis en 1960.