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LA SENCILLEZ COMO LENGUAJE

Manuel Lago y Jaime Sáenz exponen en el MAM la sobriedad de su diseño arquitectónico.

11 de julio de 1994

SI MUCHOS EXTRAñan la arquitectura limpia y sencilla solo tienen que acercarse al Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAM) para observar la exposición de la obra de la firma Lago y Sáenz, que se inauguró el jueves de la semana pasada y que se exhibirá durante un mes. La muestra incluye desde maquetas hasta fotografías de los trabajos realizados en Cali, Medellín y Guayaquil por Manuel Lago y Jaime Sáenz entre 1955 y 1994.

En Cali está la mayor parte de las edificaciones célebres de esta compañía -al fin y al cabo sus oficinas funcionan en la capital del Valle del Cauca-. Allí se encuentran, por ejemplo, el Museo de Arte Moderno La Tertulia, el Parque Panamericano y los edificios del Palacio Nacional y el Banco de la República. Sin embargo, su obra monumental por excelencia está en Medellín. Es el Centro Administrativo La Alpujarra, cuya área construida está por los 100.000 metros cuadrados.

Mientras que Sáenz ha tomado siempre las riendas de lo que se relaciona con la construcción, Lago se ha dedicado al diseño. Y si la tendencia de éste ha sido la sencillez es porque él la vio no sólo en su ciudad natal, Popayán, sino en la Universidad de Cornell (Estados Unidos), en Italia y en París, donde tuvo contacto con maestros como Walter Gropius, Buckminster Fuller, Paul Rudolph, Nervi, Zevi, Ridolfi y el propio Le Corbusier.

Algunos critican los diseños de Lago por su modernismo. Pero otros creen que por su invariable sobriedad podrían pasar a la historia en Colombia. Según el arquitecto caleño Juan Marchant, graduado en la Universidad de Yale, "la persistencia de un espíritu sencillo y serio en la línea de Manuel Lago haría que él, como Fernando 'el Chuli' Martínez, esté a punto de crear toda una escuela dentro de la arquitectura nacional".