Home

Cultura

Artículo

| Foto: Tomado de video

CINE

Lady Macbeth de William Oldroyd

Lapelícula basada en la novela de Nikolai Leskov se estrena el próximo 14 de sepriembre en las salas de cine colombianas.

Gustavo Valencia*
19 de septiembre de 2017

La película es una adaptación del cuento de Nikolai Leskov, escritor ruso, diez años menor que Dostoievski y tres que Tolstoi, así que con estos contemporáneos suyos sin contar a otros como Gogol y Turguéniev, resulta fácil entender por qué en su época no tuvo el prestigio de estos otros grandes literatos y sólo con el tiempo ha ido creciendo el conocimiento de su extensa obra. Proféticamente Tolstoi dijo de él: “es un escritor para el futuro”. En 1865 escribió Lady Macbeth de Mtsensk, basado en los hechos reales de Katerina Lvovna en la provincia de Mtsensk, joven mujer, malcasada y sometida, que al descubrir el amor y la pasión con uno de sus sirvientes inicia una sanguinaria carrera de muertes y traiciones. El mismo autor comienza el relato con estas palabras: “A esta clase de naturalezas pertenece Katerina Lvovna Izmáilova, la mujer de un mercader que una vez interpretó un drama terrible, tras el que nuestros hombres, por la palabra fácil de alguien, empezaron a llamarla Lady Macbeth de la provincia de Mtsensk”.

Los de esa región le pusieron ese sobrenombre por simple asociación directa con la Lady Macbeth de Shakespeare, quien llena de ambición y deseos de poder insta a su marido a cometer aquel pavoroso regicidio; así, por extensión, este nombre se vincula con una mujer terrible y cruel que asesina a quien sea con tal de obtener sus objetivos. De ahí a que se quiera relacionar, más bien forzar el relato de Leskov con el drama shakesperiano, como viene sucediendo últimamente, es ya todo un despropósito que ha llegado a extremos increíbles.

Un buen ejemplo de lo anterior lo constituye la adaptación, por cierto muy fiel al texto, que realizó en 1962 el conocido director polaco Andrej Wajda de este cuento de Leskov que tituló “Lady Macbeth en Siberia” y que como se ha venido diciendo tampoco contiene ninguna relación con la famosa obra del gran dramaturgo inglés. A pesar de ello, por llevar el nombre de Macbeth se convierte en una adaptación más de Shakespeare y esta película ya figura en las listas que aparecen en internet como una de las versiones para cine que se han hecho de aquel drama del escritor inglés, sólo por el hecho de compartir el nombre Macbeth todo es de Shakespeare ¡Resulta increíble pero cierto!

La nube digital potencia y agudiza la nefasta costumbre de que si alguien dice algo y otro lo repite, ya por eso pasa a ser “verdad sabida” con carácter de incuestionable. En la red, donde casi todo es copia y repetición, todo esto adquiere proporciones descomunales para que puedan hacer carrera falsedades y equívocos. Este caso es uno más entre miles de miles y sucede en todo y para con todo. Con la versión que ahora realiza William Oldroyd, de nuevo se está especulando sobre su directa relación con la obra de Shakespeare y ya se leen “sesudos” y extensos escritos sobre todo este absurdo, que basado sobre un craso desconocimiento de unos y otros genera mayor confusión. Una vez más se cumple el adagio de que “sobre el pedestal de la ignorancia se levanta la estatua del atrevimiento”.

Así como su autor, Nikolai Leskov, tuvo que competir en su momento con otros grandes de la literatura y sólo en los últimos tiempos se le empieza a reconocer en su justa medida, su Lady Macbeth ha corrido igual suerte, pues también ha tenido que competir con otras grandes heroínas que igualmente se encontraban reprimidas sexualmente y decidieron en algún momento violar la norma establecida, como lo son Madame Bovary y Anna Karenina de la segunda mitad del siglo XIX, e iniciando el siglo pasado con Lady Chatterly.

Con todo lo acaecido con Lady Macbeth, ella más que en una heroína, se ha convertido en toda una antiheroína que con el transcurso del tiempo, lentamente, se abre paso. Primero con el compositor ruso Shostakóvich que en 1934 realizó una ópera con el mismo nombre, mal recibida por las altas esferas del poder soviético en cabeza del mismo Stalin; luego en 1962, casi 30 años después, se realiza la adaptación de Andrej Wajda; ahora a más de medio siglo de aquella versión para cine, aparece el director teatral inglés William Oldroyd, haciendo su debut en la pantalla grande, junto con la guionista y dramaturga Alice Birch. Él traslada la Katarina rusa a la Katherine inglesa en la misma época, segunda mitad del siglo XIX, para recrear este cada vez más conocido cuento de Leskov.

De vez en cuando directores de teatro acuden al cine para expresarse a través de este medio tan diferente del que provienen. Una muy recordada participación fue en los años setenta y ochenta cuando varios de ellos muy famosos en su campo, decidieron incursionar en el cine, llevando su experiencia en conducción de actores y de puesta en escena, para convertirlo en excelentes trabajos fílmicos pues poseían un buen concepto de cinematografía, predominaba en términos generales la idea del cine como un elemento muy visual donde la cámara cumplía un papel fundamental con su desplazamiento.

Basta con citar el caso del inglés Peter Brook, del francés Patrice Chéreau y por último, del alemán Peter Stein, quien se hizo célebre por llevar al cine la obra de Nigel Williams El enemigo de la clase que transcurre toda la película dentro de un salón de clase, en que no cesa de mover la cámara, para crear todo un espacio cinematográfico, nunca espacio teatral filmado, entregando un ambiente de opresión y claustrofobia como muy pocos directores de cine lo han logrado.

Oldroyd en cambio convierte el cuento en teatro filmado con planos fijos por lo general y muy frontales. Ese es el lastre que le quita fuerza visual al drama de por sí bastante agudo y que al menos se recupera como relato en esta versión muy libre de lo que Leskov escribió al eliminar el tercio final, suprimiendo su expiación y el camino a Siberia, que paradójicamente es la parte que más resalta la adaptación del polaco Wajda.

Con el tiempo todo se transforma por los cambios en la forma de pensar y entender muchos aspectos que hasta hace poco eran inconfesables. Esto permite que en la actualidad se pueda realizar una película con este final particular, el cual la convierte en una película indispensable de ver para acercarse a la antiheroína Lady Macbeth, quien espera por más adaptaciones y más conocimiento de su existencia.

*Crítico de cine.