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LAS FANTASIAS DE CALVINO

Acaba de aparecer, bajo el cuidado del escritor italiano, nueva colección de literatura fantástica.

5 de septiembre de 1988

La divulgación de la literatura fantástica ha conocido, en las últimas décadas, un auge inesperado. Ello se debe, en buena medida, al influjo que sus mejores divulgadores -Borges, Cortázar, Roger Caillois, Mario Pratz, Italo Calvino- han ejercido sobre los lectores.
Ellos han enseñado a leer la literatura fantástica, han ayudado a cultivarla, han hecho descubrir "el placer del texto". Con su selección de obras y autores han indicado lo esencial del genero y, en fin, han conducido a los lectores por los siete círculos de su extraña arquitectura.
La editorial Siruela se ha hecho cargo de la divulgación de esta terra incognita, nuevamente descubierta. Ya cuenta con dos colecciones de literatura fantástica, tan interesantes la una como la otra: "La Torre de Babel", que dirigió Jorge Luis Borges, y "El ojo sin párpado", en buena parte al cuidado de Italo Calvino. La primera proviene de una idea surgida en una conversación que tuviera Borges con Franco María Ricci, el elegante editor italiano. Serán treinta volúmenes de lecturas fantásticas, en donde cada tomo, dedicado a un autor, comprenderá una selección de algunos de sus cuentos, con prólogo de Borges. Es probable que al morir Borges, dejara inconclusa la colección. Esto explicaría la presencia de los dos curiosos volumenes con que se cierra muy borgianos, por cierto "El libro de los Sueños" y "Borges AZ". El primero es una reedición del hoy inencontrable volumen que publicara el poeta argentino en 1976, en la editorial Torres Aguero. Allí el autor realizó una antología de sueños encontrados a lo largo de sus lecturas en las diversas literaturas de todos los tiempos: desde la Biblia, pasando por Horacio, Platón, Plutarco, hasta los soñadores contemporáneos. Hay sueños narrados tal como el soñador lo soñó, pero también reflexiones sobre el sueño, teorías y especulaciones sobre el hecho de soñar. El otro volumen "La Torre de Babel" es una suerte de diccionario con los temas fundamentalmente borgianos, de la A a la Z.
Por su parte, la colección "El Ojo sin párpado" ofrece otro atractivo: antologías seleccionadas por épocas y periodos, y una serie de títulos de cuentos y novelas clásicas del género fantástico.
Los dos volúmenes que se reseñan aquí, presentados por Italo Calvino, reúnen los más significativos autores que tanto interés dieron a un género literario, enriquecido por las diferencias que cada autor revela.
En el primer volumen están -bajo la connotación de lo fantástico visionario- entre otros, el tema del paraíso pagano como un mundo de seducción y de pecado, en "Sortilegio de Otoño" de Eichendorff; la lenta transformación de las pesadillas infantiles en la locura de la madurez, en "El hombre de arena" de E.T.A. Hoffmann; lo satánico con carácter doctoral en "El elixir de la larga vida" de Balzac; las creencias en duendes y hadas asimiladas a ritos paganos en "El ojo sin párpado", de Philaste Chasles; el aquelarre y sus inquisidores en "El joven Goodman Brown" de Hawthorne y los muertos vivientes y vampiros en "La muerta enamorada" de Theophile Gautier.
Si en el primer volumen encontramos a autores clásicos a través de cuentos fantásticos y extraordinarios, el volumen II enriquece la experiencia. Aquí están los más apasionantes relatos del género, tratados desde el punto de vista de lo fantástico cotidiano y cultivados por indiscutibles maestros: Henry James, Dickens, H.G. Wells Kipling, Stevenson, Bierce, Maupassant, De Isle-Adam, Turgueniev y Edgar Allan Poe.
Esta serie de cuentos en el siglo XIX, en la época precientífica, tenía el poder de sorprender y aún de aterrorizar como amenazas posibles. Hoy, aquel paisaje y aquella cultura de los sobrenatural en buena medida, ha perdido su misterio. Estos cuentos pertenecen a imágenes de mundos perdidos, ya casi del todo olvidados, pero también a formas creadoras del espíritu humano, surgidas de fuerzas míticas en el interior del hombre. Su interés reside precisamente ahí, en la recuperación de un sentido olvidado, que es -como dice Clavino- "como una rebelión de lo inconsciente", o sea, los misterios del alma humana emergiendo siempre a través de toda la mitología del inconsciente.