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LAS PARABOLICAS EN LA MIRA

Los enemigos de las parabólicas empiezan a alinearse para tumbarlas. Pero ¿quién puede tener y quién es pirata?

8 de abril de 1991

Con las antenas parabólicas parece estar pasando lo que sucede en este país con casi todo. Primero se descubre que hay algo nuevo y entretenido y todo el mundo quiere tenerlo. Después aparecen quienes empiezan a utilizarlo y que por lo general son los que tienen medios económicos para darse el lujo.Acto seguido aparecen aquellos a quienes se les ocurre cómo popularizarlo. Y cuando ya todo el mundo lo está disfrutando, alguien se acuerda de que hay que reglamentarlo. Pero, como ya el sistema está implantado y casi institucionalizado, desmontarlo resulta un problema político nacional.

El meollo del asunto en este caso es que las antenas parabólicas compiten en el mercado con las 15 concesiones de TV Cable que hay en el país, en la utilización de las señales de televisión que las productoras, en su mayoría norteamericanas, instalan en los satélites. Las empresas concesionarias de TV Cable en Colombia han realizado fuertes inversiones para prestar el servicio y tienen la obligación de pagar derechos de autor internacionales e impuestos nacionales. Las parabólicas, por su parte, no pagan ni lo uno ni lo otro y están ofreciendo un servicio parecido, o sea