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LATINOS DEL MUNDO

El siglo XX deja un legado importante para el arte latinoamericano pero desconocido para <BR>muchos. Expertos opinan sobre el tema.

27 de diciembre de 1999

Hace poco menos de tres meses SEMANA consultó a más de 50 expertos en el mundo para
determinar cuáles eran los artistas más importantes del siglo, y una de las conclusiones que arrojó el sondeo
fue la esca-sa aparición de latinoamericanos dentro del listado final. Las razones, a simple vista, pueden
parecer obvias, dado que a través de la historia los grandes movimientos del arte han surgido y se han
desarrollado en Europa y en Estados Unidos, lo que ha relegado a los latinoamericanos a un segundo plano.
Lo irónico es que la calidad de producción tiene poco que envidiarle a la de grandes maestros de la centuria.
"El problema es que el arte latinoamericano no se conoce a nivel internacional. Nos encargamos de crear un
complejo en el cual no se ha hecho nada que valga la pena, y eso no es cierto. Esa idea es más producto
de la ignorancia. Hay una manera de determinar los movimientos de vanguardia que jerarquizan los
aportes según el grado de ruptura con el pasado, y allí se piensa que en América Latina no hubo aportes, y sí
los hay", es una de las conclusiones del curador Alvaro Medina en las conferencias que dictó por estos
días en el Museo de Arte Moderno de Bogotá sobre el tema ante artistas, estudiantes y periodistas.
"José Clemente Orozco es un pintor que está a la altura, si no más alto, de cualquier expresionista alemán.
Lo mismo sucede con la brasileña Tarcila do Amaral. Si miramos su etapa 'antropofagista' no tiene nada
que envidiarle a un Dalí o a un Magritte", afirma Medina.
El curador del Museo de Arte Moderno de México, Miguel Centeno, apoya lo anterior: "No hay que olvidar
que Diego Rivera participó en las vanguardias europeas y que Siqueiros fue quien enseñó la técnica a uno
de los grandes del arte: Jackson Pollock". A ello se suma la opinión del crítico Eduardo Serrano: "Roberto
Matta, de Chile, y Wilfredo Lam, de Cuba, son superiores a muchos europeos. Es bueno recordar que el
primero influyó a artistas como Gorki y que, sin duda, el muralismo mexicano se constituye en uno de los
movimientos más importantes del siglo".
Uno de los problemas parece estar en el reconocimiento de dichos planteamientos. "Parecemos condenados
a que el arte occidental sea sinónimo de lo que se engendre en Europa y Estados Unidos. A pesar de su
prestigio, el punto es que dentro de los mismos latinoamericanos no conocemos lo latinoamericano y se
nos hace más familiar lo que sucede en Francia o Italia", comenta el crítico mexicano Olivier Debroise.
Claro está que para el crítico chileno Pablo Labowitz sí existen los latinoamericanos que pueden ser
llamados 'occidentales', como el caso de Roberto Matta, quien reside en Europa desde su juventud. Algo
similar se planteó la crítica brasileña Aracy Amaral en su ensayo De la utopía a la globalidad al poner en tela
de juicio "si era puramente formalista el discurso de inspiración precolombina de Torres García, quien
después de estar más de 40 años en Europa regresó a Montevideo y exaltó _deslumbrado_ la riqueza
cultural de una América ancestral que no era la suya, la del Uruguay".
Según Pedro Labowitz, hablar de un arte latinoamericano como tal es muy ambiguo. Para él existen tres
formas de afrontar el término: "Primero, mirar los que tienen sus raíces por lo menos, parcialmente, en la
época precolombina; segundo, a quienes reflejan una situación cultural propia, dentro de los cuáles estaría
Wilfredo Lam, quien recopila la herencia afro de Cuba y, tercero, a quienes no han tenido cultura
precolombina de importancia, como en Argentina, Uruguay o Chile".
La escasa posibilidad de abrir mercados es otro aspecto en el que coinciden los entendidos. Para el crítico
paraguayo Ticio Escobar: "Los circuitos son muy especializados, muy cerrados, lo que genera un
desconocimiento total por parte de los compradores, y por eso hay estereotipos que se convierten en cliché
como, por ejemplo, reducir el arte colombiano a Botero, Obregón y Negret porque no se conoce más".
Alvaro Medina se une a ello: "He visto artistas de varios países que han tenido la buena estrella de poder
colgar sus obras en París o Nueva York, pero se vende la falsa impresión de que son de alta calidad. No
siempre es así, pero son los que más se conocen". Actualmente viene una ola de nuevos artistas que ya
acaparan las miradas de expertos del mundo. El caso de Colombia es uno de los que mejor se perfila. "Hay
fenómenos como María Fernanda Cardozo, que está exponiendo en el Museo de Arte Moderno de Nueva
York, y de Doris Salcedo, que lo corroboran". afirma la catedrática María Elvira Iriarte.
Los críticos consultados por SEMANA destacan la alta calidad de la obra de Fernando Botero, Alejandro
Obregón, Andrés de Santa María, Edgar Negret y Nadín Ospina. Sin embargo hay nombres que parecen ser
más relevantes. Ellos son Wilfredo Lam, de Cuba; Roberto Matta, de Chile; Diego Rivera, Rufino Tamayo,
David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, de México; Tarcila do Amaral, de Brasil; Joaquín Torres
García, de Uruguay; Armando Reverón, de Venezuela, y Carlos Mérida, de Guatemala. Otros nombres
destacados, como el de Frida Kahlo, se quedan por fuera de esta selección. Por Argentina sobresalen Xul
Solar y Emilio Pettoruti.
Sin ánimo de decir la última palabra, el fin de siglo es un buen pretexto para revisar este legado tan importante
que apenas una minoría puede advertir.

Rufino Tamayo (1899-1991)
Nació en Oaxaca, México. Hizo composiciones figurativas y naturalezas muertas. Vivió en Nueva York durante
dos años y muchos de sus trabajos fueron desaprobados por los muralistas. La pintura al óleo fue su fuerte y
los expertos han valorado la manera de crear ilusiones entre el color y la forma. En 1939 cambió de rumbo,
preocupándose más por la figura humana, dejando entrever mayor violencia que en sus primeros trabajos.


Tarcila do Amaral(1886-1970)
Nació en Sao Paulo. Viajó a Europa a los 14 años e hizo sus estudios en Barcelona. Conoció a
importantes pintores, como Fernand Léger. En 1924 se asoció al grupo modernista del Brasil y alcanzó un
grado de admiración total, especialmente en la etapa 'antropofagista'. Aunque su nombre en Colombia es
poco conocido Tarcila do Amaral no sólo es considerada la artista más importante del siglo en América Latina
sino que también su obra se ubica a la altura de los muralistas mexicanos. Trabajó figuras geométricas
dentro del cuerpo humano.

Roberto Matta(1911- )
Nació en Santiago de Chile. En su obra hay arte precolombino, colonial y el exilio. Estudió arquitectura y
en 1933 viajó a Europa, donde trabajó con Le Corbusier. La generación del 27 tuvo gran influencia en su
obra. Practicó el surrealismo y el automatismo. Influenció a artistas estadounidenses, como Gorki,
Motherwell y Pollock. En 1948 volvió a Europa y rompió con el surrealismo.

Diego Rivera(1886-1957)
Nació en Guanajuato, México. Hizo paisajes dentro del cubismo analítico, hecho novedoso en el arte. En 1922
se encargó de los murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Llamaba a su estilo 'realismo monumental',
siempre con la intención de trabajar la historia de su país y del mundo. En 1939 firmó, junto a André Breton
el 'Manifiesto por el arte revolucionario libre'. Su esposa fue la artista Frida Kahlo.

WILFREDO LAM (1902-1982)
Nació en Sagua La Grande, Cuba. Vivió en Madrid durante 15 años, hasta cuando estalló la guerra civil
española. En 1938 se unió al grupo de los surrealistas. Durante ese período se percibió la influencia de
Picasso y del arte africano. Volvió a Cuba en 1941 y continuó trabajando temas derivados de la santería y la
cultura negra. Se comprometió con la revolución cubana y no se cansó de buscar el apoyo de intelectuales en
varias ciudades del mundo.

Armando Reverón(1889-1954)
Nació en Caracas, Venezuela. Es considerado el último representante del impresionismo, aunque con
un enfoque personal de fenómenos naturales que lo diferencian de los maestros europeos. Se refugió gran
parte de su vida en Macuto, Venezuela, sitio que sirvió de inspiración a varias de sus pinturas. El estudio de
su obra se condensa en el 'período blanco' y el 'período sepia'. El primero fue el más importante.

José C.Orozco(1883-1949)
Nació en Zapotlán, México. Trabajó en algunos periódicos durante la revolución mexicana. Junto a Siqueiros y
Rivera consolidó el muralismo bajo el auspicio del ministro de Educación José de Vasconcelos. Se preocupó
por los problemas sociales de su país, aunque con un toque trágico que lo diferenció de los otros
muralistas. También trabajó sobre el hombre y su destino. Su obra ha sido incluida en varias exposiciones
itinerantes.

JOAQUIN T. GARCIA (1874-1949)
Nació en Montevideo, Uruguay. Estudió en Barcelona y ayudó al arquitecto Antoní Gaudí en la construcción
de vitrales de la catedral de Palma de Mallorca. En 1920 viajó a Nueva York, donde colgó importantes
exposiciones. Su obra evolucionó, pasando por varias corrientes, como el cubismo y el fauvismo, hasta
centrarse en su obsesión por las figuras geométricas. Fundó en Montevideo, en 1934, la Asociación de
Arte Constructivo, manifestación que ha sido elogiada en el mundo entero.

Artistas destacados
Andrés de Santa María, Alejandro Obregón, Fernando Botero, Edgar Negret y Nadín Ospina, de Colombia;
Emilio Pettoruti y Xul Solar, de Argentina; Jesús Rafael Soto, de Venezuela; Rafael Barradas, José Cuneo,
Pedro Figari, de Uruguay; Víctor Manuel García y Amelia Peláez, de Cuba; Max Jiménez, de Costa Rica; Frida
Kahlo, de Brasil, y Oswaldo Guayasamín, de Ecuador.