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LEYENDAS URBANAS

Una cinta de terror que convierte en realidad las míticas historias de misterio que suelen escucharse en la calle.

11 de enero de 1999

H Director: Jamie Blanks Protagonistas: Alicia Witt, Rebecca Gayheart, Jared Leto, Michael Rosenbaum, Joshua Jackson.
Una serie de confusos asesinatos en el viejo campus del New England Pendleton College tienen algo en común: todos se han llevado a cabo como lo dictan las viejas leyendas de horror que han perdurado a través de generaciones pero en las que muy pocos han creído. Natalie, una joven estudiante que ha presenciado la mayoría de las sangrientas desapariciones, insiste en que detrás de todos los macabros hechos hay alguien que desea la muerte de sus víctimas según las historias que se han popularizado en las instalaciones de la antigua universidad. Sin embargo no son muchos los que están dispuestos a darle crédito a la hipótesis; menos a la idea de que haya algún estudiante involucrado en los espantosos crímenes.
Como suele ocurrir en cualquier película contemporánea del mismo género, todos los personajes que aparecen en pantalla son sospechosos. Incluso Paul, un joven periodista que se ha unido a Natalie en su deseo por descubrir el origen de los misteriosos asesinatos.
Producida por los mismos realizadores de Sé lo que hicieron el verano pasado, la película ha aprovechado el éxito obtenido por la nueva ola de cintas de terror encabezadas por Scream. Sin embargo, aparte del debut como director del joven de 26 años Jamie Blanks, Leyendas urbanas no aporta nada nuevo al género. Blanks no escapa a los trajinados elementos que siempre se encuentran en las películas de este tipo, y por el contrario se basa en ellos para buscar el pánico del público. Escenas típicas como la del auto al que se le daña el arranque justo cuando más lo necesita la víctima para escapar, la del corto de luz y de las líneas telefónicas en los escenarios del crimen y la de las puertas que no abren a la hora de huir son solo algunos de los predecibles ejemplos de una cinta que, se supone, debería ser sorpresiva. Todo esto sin contar con el final que, a propósito, ha quedado abierto para una segunda parte.