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Los cuatro grandes

Beijing ha aprovechado los Juegos Olímpicos para ponerse a la vanguardia de la arquitectura mundial. Tres escenarios deportivos y un centro de prensa asombran al mundo.

19 de julio de 2008

Los Juegos Olímpicos son mucho más que un evento deportivo. Son, ante todo, una vitrina y es por eso que el gobierno chino ha aprovechado los juegos de Beijing 2008 para mostrarle al mundo la consolidación de la nueva potencia económica mundial. China ha invertido en estos juegos alrededor de 40.000 millones de dólares (el doble de lo que invirtió Atenas en los Olímpicos de 2004), una cifra asombrosa: 80 billones de pesos, es decir, el equivalente a la deuda externa pública y privada de Colombia o a la mitad de la inversión anual del gobierno colombiano.

De todas las obras, las cuatro edificaciones que les fueron encargadas a superestrellas de la arquitectura mundial son las que más llaman la atención.

Centro Nacional de Artes Escénicas

Rodeada de un majestuoso lago artificial, esta instalación en forma de huevo albergará durante los Juegos la gimnasia artística y el balonmano, y más adelante se utilizará como escenario deportivo o con propósitos culturales y de entretenimiento. Con una capacidad para 6.500 espectadores en tres salas (una ópera, una sala de conciertos y un recinto para teatro), su diseño elipsoide combina titanio y vidrio en su cúpula, que mide 212 metros de este a oeste, 144 metros de norte a sur y 46 metros de altura. Los asistentes llegan al edificio después de caminar a través de un pasillo por debajo del lago. Su construcción comenzó en diciembre de 2001 y fue inaugurado con un gran concierto en diciembre del año pasado. Su ubicación, al lado oeste de la Plaza de Tiananmen y la Gran Sala del Pueblo, y muy cerca de la Ciudad Prohibida, ha creado una considerable controversia por su diseño futurista.

Su autor, el arquitecto francés Paul Andreu, concibió el Arco de La Défense, en París y los aeropuertos internacionales de Jakarta, Abu Dhabi, Dubai, El Cairo, Brunei, y algunos de los terminales de los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly, en la capital francesa. No obstante, 2004 no fue su mejor año: en mayo, una parte del techo de la Terminal 2E de Charles de Gaulle se desplomó y en el accidente murieron cuatro personas. La comisión investigadora atribuyó el colapso a una variedad de causas técnicas y a la falta de márgenes de seguridad en el diseño. Andreu culpó a las compañías constructoras. Y en septiembre, una pared la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Dubai colapsó durante su construcción. Murieron cinco obreros.

CCTV, Televisión Central de China

La obra, ubicada en la plaza Media Park, es un moderno edificio que consta de dos altas torres en forma de L, unidas en la cima y en la base en un ángulo que forma un lazo, y ha sido descrita como una cruz en Z. Su forma genera una ventana urbana que desafía la gravedad y en la parte inferior forma un campo espacial muy poderoso, pues el espacio vacío es tan importante como el área construida.

En la torre más alta, la Cctv, funcionan las oficinas de la televisión china. La pequeña, el Tvcc, Centro Cultural de Televisión, una estructura abierta de libre acceso al público, cuenta con teatro para 1.500 personas, salón de baile, cinemas, hotel y el centro de transmisión internacional para los Juegos. En el penthouse voladizo que los une está la gerencia. Este edificio de 54 pisos, que se comenzó a construir en septiembre de 2004, tiene 234 metros de altura y costó 750 millones de dólares.

Lo diseñó el holandés Rem Koolhaas. Entre sus obras se encuentran el Teatro de la Danza de Holanda en La Haya, el Museo de Arte de Rotterdam, las tiendas de Prada en todo el mundo y su Plan Maestro de Desarrollo Urbanístico para la ciudad de Lille, Francia. Teórico de la arquitectura, ha publicado varios libros, dicta cátedra en universidades como Harvard, y ha ganado los premios más importantes de arquitectura, entre ellos el Pritzker, el Riba Medalla de Oro y el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe.

Estadio Olímpico Nacional

Con un costo de 500 millones de dólares y una capacidad para 100.000 espectadores, este desafío estético y estructural será utilizado para las ceremonias inaugural y de cierre de los Juegos Olímpicos de Beijing, además de las justas de atletismo y fútbol. El estadio se comenzó a construir en diciembre de 2003 y es sin duda el símbolo arquitectónico de los próximos juegos. Está concebido como una red de acero en forma de nido metálico, recubierto por una membrana transparente o lo que se conoce en el medio como almohadillas inflables de plástico Etfe (etiltetrafluoretileno). Equipado con un sistema de energía solar y de recogida de aguas lluvias para el riego de su gramilla y limpieza, el recinto tiene 330 metros de largo, 220 de ancho y 69 de altura.

La obra estuvo a cargo de la firma Herzog & de Meuron, integrada en 1978 por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. Se caracterizan por el uso de soluciones imaginativas ante los problemas arquitectónicos, que combina la artesanía con nuevas tecnologías. Se destaca su capacidad para aprovechar la luz natural. Su obra más conocida es la galería Tate Modern, de Londres, donde transformaron una antigua central eléctrica en una moderna galería de arte, y el edificio Forum en Barcelona, emblema del Forum Universal de las Culturas del 2004. Fueron galardonados con el Premio Pritzker en 2000.

Centro Acuático Nacional

En este espectacular complejo de cinco piscinas tendrán cabida las competencias de natación, clavados, water polo y nado sincronizado. La obra tiene capacidad para 6.000 espectadores, aunque para las olimpíadas empleará estructuras temporales para alojar a 5.000 más. Este cubo se inspira en la estricta geometría presente en cristales, células orgánicas y estructuras moleculares. Su peculiar estructura se basa en un concepto desarrollado por profesores de física del Trinity College, de Dublín, preocupados por adaptarse a las condiciones sísmicas de Beijing. Se destaca el aprovechamiento de la tecnología, la eficiencia energética, los métodos para reciclaje y ahorro de agua, y la incorporación de nuevos materiales de construcción como la resistente resina de flúor o Efte. Ésta, al recubrir los elementos estructurales por fuera y por dentro, les permite ser inflados para crear el efecto de almohadas con superficie curva. El recinto se empezó a construir en diciembre de 2003 y tuvo un costo de superior a los 100 millones de dólares. Después de los Juegos Olímpicos será un centro acuático recreativo con gimnasio, pista de hielo y un complejo cinematográfico.

Fue diseñado por la firma de arquitectos australiana PTW, con más de 80 años de experiencia, y el despacho de ingeniería británico Arup. Ambos fueron los autores del Centro de Natación de Sydney que se utilizó en los Juegos Olímpicos de 2000. Aun antes de haber sido inaugurado, el Watercube ganó un premio en la Novena Bienal de Arquitectura de Venecia.