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LOS CUENTOS DE PAZ

Los dos últimos años han generado un boom editorial en torno a la paz

27 de octubre de 1986

Si los resultados políticos del proceso de paz están todavía por verse, lo que está para leerse sí es mucho. El boom editorial en torno al tema desborda cualquier cálculo, por optimista que éste sea: veinte libros en menos de dos años, es una cifra sobresaliente para un país en el que la industria editorial de la "cosa nacional" no es lo predominante.

Y si la paz se volvió la "cosa nacional" más importante en el gobierno de Belisario Betancur, fue gracias a una cruzada en la que participaron no sólo sus protagonistas directos:
--guerrilla y establecimiento--, sino en la que actuaron los artistas, los periodistas, los sindicalistas, los políticos y, en fin, todos los ciudadanos que volvieron a la paloma blanca en su símbolo más querido y a la paz en su meta más codiciada.

Sin embargo, cuando la "cosa" se fue enredando y comenzaron a surgir los primeros problemas y los medios de comunicación se quedaron cortos en el tema, no sin antes protestar porque el gobierno "los había dejado colgados de la brocha", algunas de las historias prohibidas salieron a flote, sin esperar como en el caso de la violencia diez años para volver el tema literatura. Si bien es cierto que libros como el de "La guerrilla por dentro" de Jaime Arenas, asesinado por el ELN en el año 71 o el de la periodista Patricia Lara, "Siembra vientos y recogerás tempestades", escrito a comienzos de los ochenta, son los precursores de este género, la toma de la Embajada de la República Dominicana, en 1980, por el M-19, generó por parte de retenedores, retenidos y periodistas una decena de libros, que contaron con una buena cantidad de lectores y que le dieron al tema de la paz de la guerra una itimidad suficientente como para que las grandes editoriales volvieran sus ojos a esas noticias rutinarias para los periódicos, la radio y la televisión.

LA PAZ LITERARIA
Las setenta mil copias que se han vendido del reportaje "El Karina", de Germán Castro Caycedo, 40 mil para el mercado nacional y 30 mil exportadas a los países del Pacto Andino y España, fueron más que suficientes para que el boom de la paz se volviera tema obligatorio. Plaza y Janes, la editorial que imprimió este libro siguió con "Momento histórico de paz", compilación realizada por Jaime Montoya Candamil sobre diferentes pronunciamientos del cardenal Alfonso López Trujillo, del cual se vendieron seis mil copias. Vino después "En pie de guerra, entrevistas realizadas por Candamil con miembros del EPL, del PC y con Alvaro Valencia Tovar, Carlos Lemos Simonds y Alberto Dangond Uribe del cual cinco mil ejemplares fueron vendidos. Y hace quince días salió el libro "Historia de una traición" de Laura Restrepo, periodista y miembro de la Comisión de Verificación y Diálogo, que en este breve lapso agoto los seis mil ejemplares de la primera edición y que de acuerdo con el gerente de la editorial, Juan Ignacio Frayle, más que por el tema el libro se vendió como pan caliente la particularidad de que la autora había sido protagonista directa y el público piensa que muchas de las verdades que se habían ocultado en el proceso ella las podría revelar.

Otro tanto ocurrió con el primer libro que editó Planeta sobre este tema, en febrero de 1985, al cumplirse los cinco años de la toma de la Embajada, escrito por el famoso Comandante Uno: "Así nos tomamos la Embajada" de Rosemberg Pabon y que vendió 30 mil ejemplares a un precio 350 pesos. Se imprimió luego, "La paz, la violencia; testigos de excepción" del historiador Arturo Alape y que a pesar de su costo, mil quinientos pesos, ha vendido 12 mil ejemplares. Este libro ha sido adoptado en colegios y universidades como texto de estudio. De acuerdo con Alape, la importancia de su investigación está en señalar un fenómeno de la política contemporánea como es el elemento estructural que la ha acompañado: el orden público. Primero evidenciado en la violencia de los años cincuenta y después en la aparición y consolidación de la guerrilla de los años sesenta. Sin embargo, su trabajo de investigador se ha visto obstaculizado por la imposibilidad de llegar a los archivos del Ejército que son considerados como Top Secret y que por lo tanto limitan a presentar una sola versión del proceso, y añade "A pesar de que el Colombia se habla de que estamos en una democracia amplia, vivimos una democracia restringida en donde cada vez más el pensar y el indagar sobre la historia se convierte en un oficio peligroso y lógicamente se comienza a sufrir hostigamiento". Y ese hostigamiento fue el que vivió en carne propia la periodista Olaga Behar, autora del que se ha convertido en un best seller de esta avalancha editorial:"Las guerras de la paz" que va en la novena edición con 30 mil ejemplares vendidos en total. El apartamento de Olga Behar fue allanado por los servicios de seguridad del Estado y sus libros y fotografías fueron decomisados y sólo se le devolvieron por la intervención personal del presidente Betancur. Las causas del allanamiento nunca fueron explicadas satisfactoriamente y se le dijo que se había tratado de una equivocación. La periodista aseguró que la única razón posible era la de buscar los casetes que ella había grabado con un general de la nación y que hacen parte de los testimonios de su libro.

El interés por conocer el pensamiento de los militares hizo a Editorial Planeta solicitarle al polémico general (r) Fernando Landazábal Reyes una versión, su versión el proceso de paz, que él tituló "El precio de la paz" y del cual se han vendido 12 mil copias.

Mireya Fonseca, editora nacional de Planeta, dijo a SEMANA que en estos dos años y debido a un vacio real en la información sobre el proceso de paz, su editorial decidió darle al lector la posibilidad de confrontar diferentes puntos de vista, con diversos protagonistas y que por esto en dos años han editado libros del guerrillero, el investigador, la periodista y el militar. "La paz y la guerra es un tema viejo en el país, pero su discusión y su análisis son nuevos; por ello es que la gente se interesa en este tema", dice Mireya Fonseca. Y para finales de este año Planeta reeditará la obra de Patricia Lara "Siembra vientos y recogerás tempestades" corregida y con un epílogo en el que Alvaro Fayad hace un análisis del proceso de paz y como con su muerte queda un vacío, éste lo llena Antonio Navarro Wolf, quien hace una descripción de la evolución del M-19 desde la muerte de Bateman hasta la muerte de Fayad. "El valor de este libro, dice Patricia Lara, está en establecer el eslabón entre la violencia liberal conservadora con la de ahora. Es una sola cadena que tiene características distintas". Pero además del epílogo, este libro estará prologado por Belisario Betancur, lo que, de acuerdo con informaciones, será sólo el abrebocas de los dos tomos que prepara sobre la paz.

La Editorial Oveja Negra, ha esta do más parca en el boom. "El cese al fuego" de Jacobo Arenas y "Reformas políticas y apertura democrática" de diferentes autores, son los títulos que ha publicado, de los cuales han vendido 5 mil del primero y 7 mil del segundo.
El Centro de Estudios sobre la Realidad Colombiana CEREC, lanzó en diciembre del año pasado el libro del periodita Enrique Santos Calderón "Las guerras por la paz" con prólogo de Gabriel García Marquez y que es una recopilación de las columnas que el tambien miembro de la Comision de Verificación, escribió sobre el proceso. Esta recopilación de columnas tuvo 11 mil quinientos compradores.
El CEREC publicó también el libro "Proceso político en Colombia desde el Frente Nacional a la apertura democrática" y los tres mil ejemplares de la primera edición se agotaron. A finales de este año pondrán en venta el libro "Cinco propuestas sobre el Estado colombiano", en el cual el historiador Alvaro Tirado Mejia hace un estudio sobre la paz.

La Editorial Carlos Valencia publicó con gran celeridad el libro "La justicia en llamas" de Germán Hernández, que vendió 10 mil copias. La Editorial Canal Ramírez en el año 84 puso en el mercado el libro del general (r) José Joaquín Matallana "¿Paz o guerra? Alternativa84", que agotó dos ediciones de mil ejemplares cada una.

Pero si las grandes editoriales aprovecharon la efervescencia del tema de la paz, otras organizaciones políticas y de educación popular también sacaron sus libros. El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos editó de Germán Silva "Proceso de paz: un paso adelante, dos atrás" y del abogado y catedrático Eduardo Umaña Luna, "¿Hacia la paz?". El Centro de Investigaciones y Estudios Populares, CINEP, dedicó un número de su revista Controversia al tema de "Amnistía y violencia" escrito por el investigador Alfredo Molano. La Universidad Tecnológica de Pereira editó "Violencia, paz y educación: una lectura de la prensa colombiana", escrito por el investigador Oscar Arango Gaviria. El ELP, por su parte, publicó "10 hombres, un ejército" de Fabiola Calvo. El M-19 ha sacado un libro sobre Corinto, un folleto sobre el Palacio de Justicia y hace algun tiempo una entrevista con Jaime Bateman Cayon, realizada por Ramón Jimeno, periodista y director del semanario Zona, titulado "Oiga hermano", en la cual el jefe guerrillero habla sobre lo divino y lo humano.

Y el Estado o mejor sus cabezas visibles, tampoco se han quedado atrás en la carrera de publicaciones sobre la paz y la guerra. Libros como "Las dos Constituciones" de Carlos Jiménez Gómez; las Memorias del ministro de Gobierno, Jaime Castro; "El pensamiento económico y social de la SAC", recopilación de Carlos Ossa; " El plan de rehabilitación nacional" de Planeación Nacional y un folleto sobre los acontecimientos del Palacio de Justicia escrito por el general (r) Miguel Vega Uribe, forman parte de esa biblioteca institucional.

Por su parte, Javier Delgado y sus muchachos, no sólo han tenido tiempo y libertad para asesinar 168 sapos como dijera Delgado a SEMANA, sino que hasta llegaron a editar en un buen papel un folleto que se puede constituir en el primer libro sobre la infamia titulado "Tacueyó: el B-2 al desnudo", cuya distribución copiosa a los diferentes medios de comunicación da cuenta de un tiraje voluminoso.

Faltando datos de otros municipios y ciudades colombianas asi como de análisis realizados por extranjeros estudiosos de la realidad colombiana, este panorama editorial sobre el proceso de paz, no deja duda de que si bien ha faltado sinceridad política de las partes en conflicto para que la tan anhelada paz se haga una realidad, la tinta que ha corrido para dejar un testimonio escrito de lo sucedido casi que se puede comparar con la sangre derramada de lado y lado en esta guerra que parece no terminar.--