Los Óscar con más sabor latinoamericano de la historia

Los latinoamericanos fueron grandes protagonistas de la edición 90 de los premios Óscar, que se llevó a cabo el pasado domingo en el Dolby Theatre, de Los Ángeles. No solo porque la mejor película fue La forma del agua, del mexicano Guillermo del Toro, quien además fue reconocido como el mejor director, sino también porque la chilena Una mujer fantástica ganó en la categoría de mejor película en lengua extranjera.

Incluso el triunfo de Coco, la película de Disney y Pixar que ganó en las categorías de mejor película animada y mejor canción original (por Recuérdame), se puede considerar un homenaje a la región, pues la historia está basada en la tradición mexicana del día de los muertos.

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Además, sobre el escenario estuvieron los mexicanos Eugenio Derbez, Gael García Bernal y Natalia Lafourcade, así como la puertorriqueña Rita Moreno.

Ante tanta atención era imposible que no se colaran mensajes o reivindicaciones políticas. Uno de los temas más comentados fue el de los inmigrantes. Derbez fue el primero: cuando presentaba Recuérdame, hizo referencia al muro que plantea construir Donald Trump: "Coco lleva a un niño mexicano de 12 años de la tierra de los vivos a la frontera de los muertos, todo por el amor de su familia. Porque, ustedes saben, en el más allá no hay muros".

También Del Toro, el tercer director mexicano al que la academia reconoce como el mejor director, aprovechó su paso a recoger la estatuilla para mandar un mensaje: "Yo soy un inmigrante, como Alfonso (Cuarón) y Alejandro (González Iñárritu), mis compadres, como Gael (García Bernal), como Salma (Hayek), como muchos de ustedes. Y en los últimos 25 años hemos vivido en un país, todo nuestro (...) porque creo que una de las grandes cosas que hace el arte y que hace nuestra industria es borrar las lineas divisorias. Debemos continuar haciéndolo, incluso cuando el mundo nos pide profundizarlas".

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Mención aparte merece la película chilena Una mujer fantástica, dirigida por Sebastián Lelio, que cuenta la historia de una mujer transgénero que se enfrenta a la muerte repentina de su pareja y a la discriminación del resto de la sociedad. Esta cinta no solo es la primera película chilena y la tercera latinoamericana (después de las argentinas La historia oficial, 1985, y El secreto de sus ojos, 2009) en ganar un Óscar, sino que puso sobre el tapete el tema de la diversidad sexual y el respeto a los derechos de la población LGBTI. De hecho, Daniela Vega, la actriz que interpreta a la protagonista, se ha convertido en todo un personaje en Hollywood.

Además del innegable sabor latino, esta edición de los Óscar también tuvo un énfasis en la diversidad, tanto racial, como sexual, y en el respeto a los derechos de las mujeres. No hay duda de que, a pesar de que el mundo parece ir por otro lado, las cosas en Hollywood están cambiando.