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LOS RASTROS DE LA QUIMERA

La obra ganadora de los prestigiosos premios de novela Herralde (1998) y Rómulo Gallegos <BR>(1999)

20 de septiembre de 1999

Esta novela, prodigiosa en la percepción de lo que es el mundillo literario
hispanoamericano, cuenta una historia en la cual se pretende dar cuenta del amor desaforado por la
poesía que sienten sus dos protagonistas, Ulises Lima y Arturo Belano, poetas 'real visceralistas', que
desdeñan a los poetas del establecimiento. Erráticos outsiders que viajan por el mundo guiados en la
búsqueda de su ídolo poético, Cesárea Tinajero, perdida poco después de la revolución mexicana y
reencontrada por ellos en los desiertos de Sonora, por la libertad y el deseo infatigable de encontrar una voz
que los nombre de manera única. Las historias que cuentan aquellos que los conocen, la huella _sorprendida
e inconclusa_ que producen en sus andanzas por la Barcelona posfranquista, Israel o un Africa desgarrada por
la violencia y la estolidez, los oficios con los cuales subsisten (vigilantes de estaciones de campistas,
vendedores de droga), sus delirios y sus románticos gestos que los llevan a batirse a duelo por una reseña
hipotética que ataca sus libros, los hacen sentir vivos, enigmáticos, aterradores y perseguidores de una verdad
poética que quiere, como toda verdadera poesía, vivir dentro y fuera de las palabras. Pero, ¿quienes eran
realmente los 'real visceralistas'? "En claro no saqué muchas cosas. El nombre del grupo de alguna manera es
una broma y de alguna manera es algo completamente en serio. Creo que hace muchos años hubo un grupo
vanguardista mexicano llamado los real visceralistas, pero no sé si fueron escritores o pintores o periodistas o
revolucionarios. Estuvieron activos, tampoco lo tengo muy claro, en la década de los 20 o de los 30. Por
descontado nunca había oído hablar de ese grupo, pero esto es achacable a mi ignorancia en asuntos
literarios (todos los libros del mundo están esperando a que los lea). Según Arturo Belano, los real
visceralistas se perdieron en el desierto de Sonora". Nunca se sabrá del todo y esta ambigüedad es
precisamente uno de los aciertos de la novela. A los protagonistas se les conoce por medio de las
palabras de los otros, sus amantes, sus amigos, sus rivales. Ulises Lima y Arturo Belano no tienen
palabras para defenderse, interactúan con el lector, plenos de amor por la poesía y libres frente al mundo,
constructores de una vida al margen, la única posible para ellos. Cuando se ven conduciendo un Impala
blanco por las carreteras de Sonora, acribillados por las preguntas de retórica y métrica que les dirige el
joven Juan García Madero, el narrador de la primera y tercera parte de la novela; o se descubre la historia de
locura en los desiertos de Israel de Ulises Lima junto a Heimito Künst (un austríaco demente que muestra
una Viena sórdida y frágil); o la descripción del desatre del abogado y editor Xosé Lendorio a manos del
implacable Arturo Belano, o el delirio asordinado de Joaquín Font, uno de los mecenas contradictorios de los
dos poetas _en ese torrente de narradores que tejen la segunda parte de la obra_, el lector se siente
presenciando una puesta en escena, una titánica búsqueda por darle a todas estas voces un sitio para hablar
sobre la aventura de los desvergonzados poetas que, sin lugar a dudas, quieren plantar como enseñan
las palabras de Malcom Lowry en el epígrafe al libro: "_¿Quiere usted la salvación de México? ¿Quiere que
Cristo sea nuestro rey? _ No." Se niega todo, pero no se sabe qué se busca. Una metáfora que expresa muy
bien la vida siempre nueva y siempre insaciable del artista. n El libro ofrece una nueva visión de quienes
hacen parte del mundo de la literatura Novedades Catherine Clement El viaje de Teo Siruela, 1998 575 páginas
$ 43.800 Sofía ahora se dedica a la religión. Aunque Catherine Clément, la autora de El viaje de Teo, confiesa
no haber leído El mundo de Sofía, no niega que su obra tenga filiación con los libros escritos en clave
narrativa, pero con un claro interés pedagógico . Teo (Teodoro, que en griego significa 'don de Dios') es un
niño de 14 años, se enferma de manera misteriosa e irremediable y su tía Marthe, gran viajera y millonaria, le
propone una excursión a los principales lugares religiosos del mundo: Jerusalén, Benarés, Darjeling, El
Cairo, Roma, Bahía y Delfos. Teo, y de paso el lector, conocerá in situ y de primera mano (Clément es una
reconocida experta en religiones comparadas) aspectos de gran interés sobre las religiones de la
humanidad. Un libro para todos y muy apropiado para este fanatizado fin de siglo: "El recorrido que hace
Teo, mi protagonista, sólo se puede hacer partiendo de la tolerancia. Si no, ni se comienza el viaje". Alfred de
Vigny Laurita o el sello rojo Norma, 1999 56 páginas $ 3.000 Un precioso cuento largo (mejor decirlo así y no
noveleta: esa fea palabra que existe para designar aquel relato a medio camino entre el cuento y la novela)
del francés Alfred de Vigny. El capitán de un barco comercial francés, en plena revolución, 1797, recibe la orden
de zarpar a Cayena con 40 soldados y un deportado que debía tratar con especial consideración. La
primera carta del Directorio (del implacable Directorio) llevaba dentro una segunda, con tres sellos rojos, en
medio de los cuales había otro enorme. Se le prohibía abrir la carta hasta llegar al primer grado de latitud
norte, entre 27 y 28 grados de longitud. El deportado y su esposa son dos encantadores jóvenes que
entablarán una entrañable relación con el capitán. Esta carta, como la caja de Pandora, contiene terribles
sorpresas. Una intrigante historia sobre la cual se irá construyendo una reflexión relativa al honor, la
abnegación, el sentido del deber y, finalmente, el desengaño, el inefable desengaño.