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MALA NOTA

"Notas de sociedad", una telenovela que nació en medio de fanfarrias y se está desinflando como un globo

6 de mayo de 1985

Se llegó a decir que Caracol iba a botar la casa por la ventana.
Nunca antes un trabajo publicitario tan creativo había despertado tantas expectativas en torno a una telenovela nacional. "Será como para alquilar balcón", decía Visor, el crítico de televisión de El Espectador, en una de sus columnas, mientras Daniel Samper, en su "Postre de notas" de la revista Carrusel, comentaba: "Como adicto que soy a la lectura de las páginas sociales (más no a la figuración en ellas), prometo estar sentado todas las noches frente al televisor en espera de lo que Martha Bossio de Martínez tenga que contarnos al respecto". Por su parte, la revista de farándula "Antena" vaticinó ácidamente: "Alborotará el avispero de nuestro mundillo social". Sin embargo, después de un mes y piquito de estar saliendo al aire, la telenovela "Notas de sociedad" no ha logrado llegar ni al tobillo de todas esas expectativas, como dijera hace unos días Visor: "Dicha la verdad, hasta ahora doña Martha Bossio de Martínez, con sus "Notas de Sociedad", no ha logrado dar el Do de pecho".
INFLANDO EL GLOBO
De entrada, el éxito rotundo que había obtenido la anterior telenovela de la misma libretista, "Pero sigo siendo el rey", hacia pensar que "Notas de Sociedad" definitivamente tenía el campo abonado y que, al igual que aquella, sería la parodia total.
Con ayuda de un ingenioso folleto promocional que simulaba el formato de una revista frívola, y que recurría en su contenido a un sofisticado juego de ficción y realidad, se había lanzado con anticipación el elenco de la novela, alimentando la idea de que, como lo había declarado a la prensa su director Jaime Santos, "la telenovela será una metáfora del jet-set criollo en el cual el televidente encontrará una gran dosis de humor, más por el tema mismo que por su tratamiento". La gente creyó, entonces, que el programa iba a colocar una piedra en el zapato del jet-set criollo, porque sería una burla y a la vez una crítica de él. Pero ahí estuva el primer error. Porque como muy bien lo anota su libretista, "mi primer error fue haber dicho que la novela estaba inspirada en las notas sociales de las revistas y los periódicos. Eso hizo que cada quien se imaginara su propia novela a partir de lo que cada quien entiende como alta sociedad".
Así, quienes pensaron que iban a encontrar en la telenovela personajes conocidos de carne y hueso, con nombre y apellido: políticos, periodistas o artistas, o quienes creyeron que toda la novela iba a girar en torno de cocteles, comidas, y tés de señoras y chismorreos, e incluso los que esperaban una versión local de "Dinastía" con su interminable cadena de líos, hijos de generación espontánea y más cuernos que en una buena corrida, se quedaron con los crespos hechos.
Que hasta ahora la telenovela ha sido un fracaso, lo demuestran los comentarios informales que se escuchan, ahí sí, en cocteles y reuniones sociales, lo mismo que comentarios de prensa que, sin embargo, no han pasado de ser críticas superficiales como que no se han visto ni tanta joya, ni mueble mullido, ni reliquia familiar, ni fiestas lujosas, ni vestidos de boutique que supuestamente caracterizan el entorno del jet-set. Esto, que aunque sí juega un papel, es apenas uno de los alfileres que han contribuido a desinflar el globo de "Notas de Sociedad". Su poco éxito lo explican otras razones, más sofisticadas que aquellas que se aprecian a primera vista cuando se observa la telenovela.
"ASUMO TODOS LOS ERRORES"
Muchos coinciden en que el proble ma más grave lo constituye las falla de dirección. De otra manera no s explica la lentitud de muchas escena y la falta de ritmo general de la novela, así como los excesos y defectos en la actuación de muchos de los actores, la mayoría de los cuales aún no han logrado entrar en sintonía con los personajes que interpretan. Mientras unos, como por ejemplo Carlos Muñoz, han tomado su papel a la tremenda, haciendo gala excesiva del seño fruncido, otros, como Loló, la psicóloga, resultan francamente caricaturescos. Y ni para qué hablar de Gloria Zapata, la protagonista, cuyo esfuerzo no ha logrado pasar de una franca sobreactuación que se queda en gestos y ademanes exagerados, y que dista mucho de ser convincente.
Todo esto hace pensar que su director, Jaime Santos, no ha logrado dar con el tono de la novela, que fluctúa entre el melodrama y la sátira, y que no logra cuajar en ninguno de los dos géneros.
La libretista, Martha Bossio de Martínez, es mucho más categórica al analizar el por qué del supuesto fracaso de la telenovela, afirmando que la equivocación fundamental está "en la forma como pretendí contar la historia". Sin pelos en la lengua, le confesó a SEMANA: "Yo me hice ilusiones tontas. Pensé que si el público había entendido la parodia de "El Rey", era un público capaz de atar cabos.
Pensé que sería interesante hacer una telenovela dentro de la telenovela, para mostrar cómo ellas influyen en la gente, cómo las sienten las personas que las ven habitualmente, cómo las
ven quienes las critican y cómo quienes las hacen. Son cuatro caras de un mismo cubo, que en una dramatización pueden mostrarse simultáneamente".
Martha Bossio, como pocos en el medio, asombra por su gran capacidad de auto-critica. Así como duró tres años alimentando su computador con más de cinco mil fichas en las que recopilaba notas de sociedad recortadas de periódicos y revistas, con la intención de que éstas, tarde o temprano, nutrieran el guión de su telenovela, hoy alimenta su computador con las que ella cree que son las fallas más protuberantes de su telenovela. Con sólo apretar una tecla aparece en la pantalla la suma de sus anotaciones críticas, con un encabezado en letras mayúsculas que dice: "Asumo todos los errores. Lo que yo buscaba era proponer un nuevo estilo de contar historias telenoveladas, una evolución a partir de pequeñas trampas colocadas al espectador de una manera conciente. Me equivoqué porque comencé haciendo un jueguito pesado: arranqué con la historia de Teresita Trespalacios, y luego cuando la gente empezaba a interesarse, se develó que era una telenovela, y que lo real, la historia que quería contar, era la otra, la cotidiana, que hasta ese momento no tenía identificación alguna con el género. A eso sumé el deseo de contar varias historias paralelas, para tratar de sacar el género de la tendencia a la monotemática. Pero también ahí me equivoqué. Quise decir mucho en pocos capítulos".
En esta época de la dictadura del Nielsen, nada ha hecho más evidente la poca acogida de "Notas de Sociedad" que los 26.9 puntos de raiting que registró la última encuesta. Eso sugiere que, además de las críticas que la propia libretista enumera, podría hacerse una más, relacionada con la selección del tema. Tal vez ingenuamente, Martha pensó que el fenómeno tipo "Hola", la revista frívola española que circula un millón de ejemplares, y a la que se le calculan diez lectores por ejemplar, podría funcionar también en Colombia, donde la gente estaría tan interesada por el jet-set y la farándula que le resultaría irresistible una telenovela basada en los patrones de vida de personajes de esos medios. Pero la libretista no contó con que en Colombia este interés por las páginas sociales es un fenómeno elitista, circunscrito a una clase alta y a un sector arribista de clase media alta, estadísticamente insignificante. De ahí que el tema de la telenovela no fuera punto de referencia comprensible para las tradicionales audiencias masivas de este tipo de genero.
En términos generales, podría decirse, parodiando un comentario en alguna revista especializada, que el experimento era bueno para hacerlo en la Universidad, en circuito cerrado, pero no para probarlo ante un público masivo. Sin embargo, esto no le quita a la libretista el mérito de haber intentado innovar dentro del género. "En este momento, dice Martha, sería muy fácil echarle la culpa al público y confieso que he tenido esa tentación, pero la falla principal sigue siendo mía, porque pretendí sofisticar demasiado el género y esa complejidad se me fue saliendo de las manos".
Y en cuanto a qué va a suceder con la novela en los próximos capítulos, no es cierto que se haya pensado reducir el número de ellas, aunque Martha afirma que: "lo que sí voy a hacer es simplificar la historia al máximo en aras del público. Y luego pensaré muy seriamente si vale la pena seguir trabajando en el género que me llamaba mucho la atención por masivo, pero en el que he descubierto que es muy reducida la posibilidad de evolución. Tener éxito en telenovela rosa truculenta y tradicional es algo fácil, porque el público de las telenovelas se conforma con muy poco. Pero yo como profesional declaro que no estoy dispuesta a quedarme toda la vida contando la misma historia de la mujer violada, abandonada, la madre soltera y el triángulo amoroso. Y si descubro que de ahí no puedo salir, estoy dispuesta a no volver a escribir jamás un libreto para telenovelas".
Lo único que queda en claro es que el mundo "in" de los Concha Child está "out": en elegancia, en emociones y en sintonía.
HABLA JAIME SANTOS
Jaime Santos el director de "Notas de Sociedad", ha dirigido varios café conciertos, telenovelas y obras de teatro, pero tal vez se le conoce más como actor. Su caracterización de Clímaco Urrutia en "Sábados Felices" lo hizo popular en todo el país. SEMANA habló con él acerca de su experiencia con esta telenovela.
SEMANA: Los críticos especializados han enfilado baterías contra usted. Muchos dicen que actores como los que usted está dirigiendo no se han desempeñado a la altura, por falta de una adecuada dirección. ¿Qué opina?
JAIME SANTOS: Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que no estoy de acuerdo con esta apreciación. No porque yo sea perfecto sino porque tal apreciación no creo que provenga de "críticos", como ustedes los llaman, ya que para mí ellos no son más que comentaristas. Yo no creo que en el país haya un movimiento artistico, intelectual, que tenga las herramientas suficientes para señalar errores concretos. Algunos de esos comentaristas hablan de que "Notas de Sociedad" era una comedia teatral, cuando cualquiera que haya pasado por una escuela de teatro sabe que lo que se está haciendo es una sátira. Todo lo que se hace en televisión es muy diferente a lo que se hace en teatro.
S.: ¿Si usted no está de acuerdo con los "comentaristas", entonces a qué atribuye los regulares resultados de la encuesta Nielsen?
J.S.: No hay nada más peligroso en este momento que la Nielsen. Está acabando con la televisión en Colombia. Las encuestas no pueden ser el termómetro para medir la opinión.
S.: Pero entonces, ¿no reconoce usted que ha habido fallas?
J.S.: Esta propuesta es nueva. Es un estilo diferente de hacer telenovela.
Eramos conscientes de los riesgos, pero quisimos romper deliberadamente la formulita de hacer telenovelas. En esta no se ponen los sentimientos en primer plano, sino que están en primer orden los conflictos sociales, la lucha de clases, los problemas del poder, del trabajo, y, claro, los sentimientos, pero no es lo primordial. La primera reacción fue negativa, desconcertante, pero poco a poco la gente nos está entendiendo.
S.: La libretista y escritora Martha Bossio de Martínez ha reconocido errores en la concepción misma de la telenovela. ¿Cree usted necesario que se revise y se varíé su temática?
J.S.: No conozco la versión de doña Martha. Y aunque sí se han revisado algunas fallas que hemos encontrado, no podemos volver a plantear el triángulo amoroso. Creemos que el público colombiano merece otras alternativas. Caracol tiene la ventaja de que sus telenovelas se han caracterizado por abordar la temática colombiana.
Y con esta propuesta seguimos batallando. Se han tratado de mostrar nuevos ángulos de proyección. De todos modos, nosotros hacemos reuniones de evaluación permanente.
Yo personalmente me reuno con otros directores para establecer fallas, pero lo que si es un hecho es que la formulación inicial se llevará hasta su fin.
OPINAN LOS ACTORES
CARLOS MUÑOZ: "Cuando acepté el papel de ministro de la Cultura, estaba plenamente convencido de que no podría ser un éxito similar al de El Rey, casi imposible de repetir en la TV colombiana. Pero confiaba en la programadora y la libretista aunque sabía que no iba a ser uno de los papeles mejores y de mayor éxito que he desempenado. Estoy seguro, por otra parte, de que esta telenovela en manos de otro director tendría que ser diferente, tendría otra personalidad.
El director es el catalizador, el intermediario entre un escritor y la imagen. Entonces, cada uno imprime su propia visión. De lo que no estoy seguro es de que esa versión diferente hubiera tenido éxito. Jaime Santos es un hombre absolutamente dedicado a su profesión. Pienso que le sobra voluntad para realizar su trabajo".
GLORIA ZAPATA: "Cuando me ofrecieron el papel considere que podría realizarlo, aunque Rossina Rousse es una personalidad totalmente diferente a la mía. Tal vez por eso al comienzo yo no me véía natural, pero además pienso que como el personaje es el de una mujer superficial, vacía, así se ve ante el público. Yo hice dieta y rebajé 4 kilos. En el desfile de modas pienso que hubo mucha luz en las tomas y aunque tengo celulitis no es tanta como la que se vio. El vestuario lo hemos cuidado en exceso, hasta el punto de que nosotras mismas hemos sacado de nuestro bolsillo para comprar ropa".
ROSITA ALONSO: "Llevo más de 20 años trabajando no sólo en radio y televisión, sino en teatro. Estoy feliz con mi personaje. Estoy convencida de que el planteamiento de esta telenovela es totalmente nuevo y 105 problemas sociales, políticos y de 105 mismos medios (concretamente la trama de una telenovela), que se plantean allí, son tan importantes y es tan valiente suformulación que valdría la pena analizar con mayor detenimiento su trama. Pienso que la programadora se la está jugando al plantear tan abiertamente el problema sobre la estupidez de las telenovelas comunes y corrientes. Además, esta telenovela se sale de lo común y no formula ni violaciones, ni hijos sin padre, ni el drama de siempre, sino que pone sobre el tapete otro tipo de problemas". -