Manchester cerca al mar

Título original: Manchester by the Sea

País: EE. UU.

Año: 2016

Director: Kenneth Lonergan

Guion: Kenneth Lonergan

Actores: Casey Affleck, Lucas Hedges y Michelle Williams

Duración: 137 min

Las tres películas que Kenneth

Lonergan ha realizado desde el año 2000 conjugan un oscuro sentido del humor con dramas intensos. Es una combinación que funciona muy bien aunque inesperadamente: los dramas se aligeran por pequeños detalles que les permiten a los protagonistas tomar distancia frente a lo que les sucede solo para volver refrescados, listos para seguir con sus padecimientos.

Este Manchester cerca al mar comienza con la cotidianidad de Lee Chandler (Casey Affleck), el conserje silencioso de algún edificio en Boston, en sus días de destapar cañerías, disolver la nieve de la acera con sal, hacerle favores a la gente, pelearse con inquilinos.

Acá ya se ve ese particular contraste oscuramente cómico: mientras destapa un inodoro alcanza a oír a la dueña del apartamento hablando por teléfono sobre lo atractivo que le parece el conserje y lo nerviosa que se encuentra. El choque, claro, está en que oye la noticia en medio de su manipulación de cañerías y sustancias orgánicas que uno puede imaginarse (y que la película no muestra directamente).

La riqueza del cine de Lonergan (que además de tres películas ha escrito varias obras de teatro) se puede ver en momentos similares a lo largo de la película, en los que la vida queda retratada como un asunto impuro y mestizo donde ni siquiera la tristeza más negra existe aislada, sino que se ve afectada por las salpicaduras del lodo absurdo y desconsiderado de la cotidianidad.

El eje central de Manchester cerca al mar es la muerte de Joe Chandler (Kyle Chandler), el hermano de Lee, por una falla cardiaca. En su testamento le pide a su hermano que sea el tutor de su hijo, Patrick (Lucas Hedges), mientras llega a la mayoría de edad.

Pero Lee también tiene una historia complicada en la pequeña ciudad costera de Nueva Inglaterra, a la que debe regresar para ayudar a su sobrino, así que termina enfrentando no solo las obligaciones que implica un adolescente socialmente activo, sino el hecho traumático que no ha dejado de afectarlo.

Todo sucede en el invierno, y las imágenes del mar, con barcos pequeños anclados frente a la costa, se repiten a menudo. Es quizás un recordatorio del estado de Lee, de su incapacidad de seguir adelante a pesar de las exigencias de su entorno para que lo haga.

En último término, esta película se enfrenta a la pregunta de si hay traumas tan profundos que superarlos resulta simplemente imposible. Es el interrogante que se hacía César Vallejo en ese poema desesperanzado que es Los heraldos negros: “Hay golpes en la vida tan fuertes… ¡Yo no sé! / Golpes como del odio de Dios (…)”.

Evitando las respuestas fáciles o la celebración de las posibilidades terapéuticas de la vida en familia, sin caer en las trampas del patetismo o en los discursos aprendidos,

Manchester cerca al mar hace las paces con el pesimismo profundo de Vallejo. Es verdad, parece decir, que la realidad en su complejidad puede alivianar un poco las cargas, pero sí hay cosas irreparables que no tienen remedio. 

CARTELERA

Neruda ****

Crónica de la persecución que vivió el poeta chileno en los años cuarenta al interior de su país, dirigida con humor por Pablo Larraín.

El Cliente*** 1/2

En su nueva película, el iraní Asghar Farhdi continúa explorando las repercusiones morales de las acciones de sus personajes.

Estación Zombie ***

Unos pasajeros en un tren deben lidiar con una invasión zombie, en esta éxitosa y tensionante película coreana. 

En el ático *

Una pareja y su pequeño hijo llegan a una casa teneborsa, en esta cinta de terror genérica con Kate Beckinsale.