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La iniciativa del Manifiesto Cultural por la Paz se hizo a través de la plataforma Change.org. | Foto: 'Flower Thrower', Bansky.

INICIATIVA

Toma fuerza un Manifiesto cultural por la paz

Cineastas, músicos, escritores y ciudadanos están comprometidos con la construir paz desde la cultura. Vea de qué se trata esta campaña.

31 de julio de 2015

La materia prima de los trabajos culturales ha sido la guerra. “La estridencia de la guerra se ha vuelto, con notorio éxito, argumento de historias, de producción intelectual y creatividad artística en función, sin duda, de satisfacer demandas y gustos del público”.

Esas son las palabras de Gonzalo Castellanos -asesor de políticas y proyectos culturales en países latinoamericanos en campos del cine, industrias culturales, lectura, bibliotecas, entre otras- en su Manifiesto cultural por la paz, una columna publicada en Semana.com el pasado 23 de junio.

El manifiesto, que nació como una mera opinión, luego se convirtió en una iniciativa en la que en una semana 1.000 personas han firmado. Entre los que la apoyan están el director de cine Andi Baiz, el dramaturgo Fabio Rubiano, el director de Idartes Santiago Trujillo y el exministro de cultura de Colombia, Ramiro Osorio. además hay músicos, escritores y en general, trabajadores de la cultura.

Castellanos hizo público algo que muchos saben pero no se toman el trabajo de decir y menos de cambiar: que apelar a la guerra como recurso narrativo o artístico es más rentable y más fácil que hacerlo con la paz. Por eso, “ahora el reto es construir cultura desde la paz”.

La buena acogida del público lo motivó a crear una campaña en la plataforma Change.org para dirigirse a la opinión pública y exponer un programa de acción novedoso, que se propone cambiar las dinámicas del amigo-enemigo.

Así nació pues este proyecto por la paz. “Valga precisar que un ‘Manifiesto cultural por la paz’ como el que se echa en falta, no significa ni podría confundirse con un voto de apoyo político al gobierno, a las guerrillas ni mucho menos a alguna oportunista propuesta electoral”.

Puede que la firma de un documento en la Habana no garantice la paz efectiva, pero ello no obsta para mantener el compromiso de intentarlo y de hacer el esfuerzo individual por cambiar el entorno.

Proyectos como este quieren combatir la idea de que se prefiere la venganza al perdón; pretenden poner de presente lo que dijo alguna vez José Saramago: “los hombres se habitúan fácilmente a la guerra, pero difícilmente son capaces de habituarse a la paz”.

En pocas palabras, proponen soluciones nuevas (quizás más románticas que las convencionales) para evitar caer en la definición de locura de Einstein: “hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”.

El punto diez del manifiesto lo hace saber: “Ofrecemos en la búsqueda de la paz nuestras únicas armas: arte, reflexión y palabra”.

Para leer el manifiesto completo y firmarlo ingrese aquí.