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17 años

Esta película francesa, ambientada en los paisajes inhóspitos de los Pirineos, retrata con delicadeza la relación conflictiva entre dos adolescentes. ***1/2

Manuel Kalmanovitz G.
22 de octubre de 2016

Título original: Quand on a 17 ans

País: Francia

Año: 2016

Director: André Téchiné

Guion: André Téchiné y Céline Sciamma

Actores: Kacey Mottet Klein, Corentin Fila y Sandrine Kiberlain

Duración: 116 min

El punto de partida de esta película del veterano André Téchiné, coescrita con la también realizadora Céline Sciamma, son los choques inexplicables entre dos adolescentes, Damien (Kacey Mottet Klein) y Thomas (Corentin Fila).

Está ambientada en el sur de Francia, en el dramático paisaje de los Pirineos, y no es descabellado pensar que la rudeza de las montañas escarpadas se encarna de alguna manera en la relación intrincada de los dos muchachos.

No hay un detonante claro para la hostilidad, más allá del contraste entre las vidas de los dos: Thomas es el hijo adoptivo de una familia campesina que vive en una granja poco tecnificada en las montañas y que viaja dos horas cada día para llegar al colegio, mientras que Damien es el hijo de una doctora del pueblo y un piloto de helicóptero, que vive en relativa comodidad.

El contraste también es físico: Thomas es moreno y elegante mientras que Damien tiene una blancura rojiza y la falta de armonía que se ve en algunos humanos –y en casi todos los pollos a punto de alcanzar la adultez–, en los que algunas partes del rostro no se resignan a compartir espacio con las demás.

La violencia que se da entre los dos no es espectacular, es de zancadillas y empujones más que de cuchillos y pistolas. Pero la intensidad de las actuaciones y la atención a los pequeños detalles permite, como sucede a menudo en las películas de Téchiné, que estas situaciones superen lo melodramático para resonar calladamente.

Mediando entre los dos muchachos está la figura de Marianne (Sandrine

Kiberlain), madre de Damien y doctora de la familia de Thomas, que, al igual que los espectadores, no termina de entender semejante enemistad. Pero el embarazo riesgoso e inesperado de la madre de Thomas la convence de invitar al enemigo de su hijo a vivir con ellos, y en esa convivencia el enfrentamiento se transforma.

La película sigue sin apresuramientos la situación, el entorno en el que viven, las dinámicas familiares: está la adoración de Damien por su padre que presta servicio en alguna guerra lejana, la ansiedad de Thomas por la llegada del hijo biológico de sus padres y su conexión con el paisaje de la región.

Durante buena parte de la película el enfrentamiento entre los dos se mantiene enigmático, como contagiado por la terquedad y confusión de los adolescentes. Aunque sería lógico que los sucesos escalaran, la película los mantiene en tensión: no se arman pandillas que apoyen a uno o a otro y los dos parecen suficientemente fuertes como para no reducirlo todo a un simple caso de matoneo escolar.

Hay algo primario y casi abstracto en este enfrentamiento, como si fuera algo que pasa solo por tener la edad que tienen (el título en francés confirma esta idea: Cuando se tienen 17 años). Eventualmente la película revela los motivos que, si bien aclaran en alguna medida lo sucedido, también respetan la ambigüedad. Es todo un logro explicar algo sin agotarlo y el filme lo consigue gracias al ojo cuidadoso de Téchiné y a las actuaciones contenidas de sus dos jóvenes protagonistas. 

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