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Matándolos suavemente

A partir de una historia de dos criminales pusilánimes, esta película se encarga de desmontar, con elegante violencia, las promesas del capitalismo y del sueño americano. ***1/2

Manuel Kalmanovitz G.
20 de abril de 2013

Título original: Killing Them Softly

País: Estados Unidos
Año: 2012
Director: Andrew Dominik
Guión: Andrew Dominik basado en una novela de George V. Higgins
Actores: Brad Pitt, James Gandolfini, Richard Jenkins, Ray Liotta, Scoot McNairy y Ben Mendelsohn
Duración: 97 minutos

Matándolos suavemente sucede en Nueva Orleans, un escenario de paisajes sucios y desolados, barridos constantemente por un viento que se divierte haciendo volar pedazos de papel y de basura. La película está situada en el pasado reciente, durante la campaña presidencial de 2008: una de sus primeras imágenes es la de dos vallas con los rostros sonrientes de Obama y el senador McCain, cada una con su eslogan. La de Obama dice muy grande “cambio” y la de McCain, mucho menor, “manteniendo fuerte a Estados Unidos”. 

Son dos ideas que la película se encarga de desmontar con un humor negrísimo, tanto la del cambio como la de la grandeza del país. Es como si el optimismo de estas vallas, de los esloganes y de las sonrisas fotogénicas se transmutara al entrar en contacto con el mugre de las calles para quedar convertido en palabras vacías o, peor aún, en chistes de una crueldad horrible. 

En ese universo le proponen un trabajillo a dos criminales de poca monta que se conocieron en la cárcel. Uno es Frankie, flaco y de voz gangosa (Scoot McNairy), y el otro es Russell (Ben Mendelsohn), un australiano heroinómano con la piel verdosa y brillante. Son tipos que viven la tragedia de creer ilusamente en la promesa maravillosa pero incumplible de los Estados Unidos que Obama resume, en un discurso que se escucha en la banda sonora, como “la promesa de que podemos hacer de nuestras vidas lo que queramos”.

El trabajo que les proponen es asaltar un pequeño casino casero e ilegal que ya había sido robado hace tiempo por su propio gerente. El golpe parece salir bien a pesar de la inexperiencia y nerviosismo de los asaltantes (Frankie le encarga a Russell una escopeta con el cañón recortado, pero la reduce tanto que parece un arma de juguete) aunque termina paralizando con una nube de incertidumbre al mundillo criminal. 

Es una película visualmente ingeniosa, con una musicalización especialmente brillante y de una inteligencia aguda que muestra que los vaivenes del mundo criminal no son en esencia distintos a los de la economía legal. Una versión de la desconfianza que casi destruye la estructura financiera mundial en la crisis de 2008, y que también puede paralizar la economía criminal. Lo importante es que los encargados actúen con celeridad para restaurar la confianza perdida.

Ahí es donde entran las diferencias. La economía nacional recupera la confianza con garantías institucionales anunciadas en ruedas de prensa, mientras la criminal necesita correctivos menos civilizados aunque igualmente vistosos.

Entonces entra un experto llamado Jackie (Brad Pitt) que tiene la distancia y perspectiva para empujar la recuperación. Al situarse en un ambiente criminal, Matándolos suavemente puede ilustrar con elegante violencia la poca importancia que tienen los individuos en un mundo de corporaciones (sean legales o no). Pero su logro es hacernos ver que este fenómeno extraño y agridulce del capitalismo tardío produce tantas ganas de reír como de llorar. 

CARTELERA

**** Excelente     ***1/2 Muy buena      *** Buena      **1/2 Aceptable     ** Regular     * Mala   

Barbara ***1/2
Una doctora recién salida de prisión busca un lugar en un pequeño pueblo de Alemania Oriental en esta excelente cinta alemana.

En la mira ***
A través de la rutina de un par de patrulleros en Los Ángeles, la película hace un retrato conmovedor de su amistad.

Lazos perversos **1/2
El paso del director coreano Chan-wook Park (Oldboy) a Hollywood es un melodrama familiar exagerado.

Oblivion ***1/2
En esta película de ciencia ficción protagonizada por Tom Cruise los escenarios son más espectaculares que la trama.