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MC CARTNEY VUELVE A SONAR

Se publica esta semana el nuevo disco de Paul McCartney, 'Flaming Pie', una de las mejores producciones en su carrera como solista.

9 de junio de 1997

Sin ser eterno, Paul McCartney da esa sensación. Y no puede ser otra luego de escuchar su nuevo disco Flaming Pie, publicado la semana anterior a nivel internacional y disponible en próximos días en el mercado nacional. McCartney ha logrado uno de los mejores discos de su carrera como solista. Un álbum compacto, integrado al estilo McCartney de siempre, melodioso y asociado con canciones rítmicas equilibradas en el que las guitarras han asumido un papel vital. Un álbum con canciones logradas desde 1992, afectadas por el trabajo Anthology de los Beatles y con la influencia en producción, en varias canciones, de Jeff Lynne, el ex Electric Light Orchestra, y responsable como productor, de trabajos para Tom Petty, Roy Orbison, Del Shannon y el famoso proyecto de Travelling Willburys. Además, McCartney ha logrado interesantes asociaciones. Por un lado, junto al también eterno George Martin, cerebro productor de los Beatles, brillante aquí en la orquestación del hermoso Somedays. Ringo Star, con quien compuso Really Love You, una canción envolvente en el mejor estilo rhythm and blues. Steve Niller, una leyenda de la guitarra, con quien escribió un delicioso blues texano llamado Used To Be Bad. El propio Jeff Lynne, quien le aporta un sonido que ya le es inconfundible, baterías marcadas y un énfasis especial en el manejo vocal y guitarrístico. Y finalmente la aparición por primera vez de James McCartney, el hijo mayor de Paul, haciendo la guitarra en Heaven On Sunday. Como el mismo McCartney reconoce, la experiencia de trabajar en las canciones de los Beatles para la serie Anthology lo llevó de una forma muy natural al pasado. Es eso lo que se evidencia aquí, una sensación de naturalidad, toda la experiencia de más de 35 años en el mundo de la música, un McCartney equilibrado como nunca y, ante todo, sin ningún tipo de presunción. McCartney no es eterno, eso es bien cierto. Pero Flaming Pie es un gran documento con canciones rítmicas (If You Wanna, Flaming Pie, Young Boy) o suaves, como él siempre ha sabido hacerlo (The song we were singing, Calico Skies, Little Willow), que establecen la vigencia de su música, una música sencilla y honesta.