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La antigua sede de la siderúrgica Simesa será el centro alterno del Museo de Arte Moderno de Medelín. el proyecto de recuperación urbana Ciudad del Río en la Avenida de los Industriales

ARTE

Mejor imposible

A la altura de las más importantes galerías de arte contemporáneo en el mundo, el Museo de Arte Moderno de Medellín se prepara para inaugurar su nueva sede.

31 de enero de 2009

E l Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm) prepara desde noviembre pasado su nueva sede en el edificio de la antigua siderúrgica de la ciudad, por sus dimensiones y características museísticas el único espacio de exhibición de su tipo en el país. Con ese edificio, que abrirá sus puertas en agosto, la capital antioqueña sigue una tendencia que comenzó en Londres con la Tate Modern, la galería que hizo del reciclaje urbanístico el medio de aprovechar espacios tradicionales para albergar y mostrar, con posibilidades excelentes, las más importantes obras de arte.

Si algo caracteriza a la Galería del Tate Modern -además, claro, de haber mostrado las más espectaculares exposiciones de arte contemporáneo en Londres y ser la sede del controvertido Premio Turner- son su arquitectura y su ubicación. A principios de los años 90, después de buscar durante años una locación adecuada para albergar su colección, los comisionados de la Tate se decidieron por la Bankside Power Station, la antigua planta eléctrica de Londres, diseñada hacía más de 50 años por sir Gilbert Scott, el mismo arquitecto de las Bibliotecas de Oxford y Cambridge. En plena zona industrial y junto al Támesis, la preeminencia del edificio era evidente. La antigua fábrica tenía una excelente ubicación, en un centro histórico con gran tránsito de gente, además de que en sus 10.000 metros cuadrados sería posible exhibir obras de grandísimo formato y era lo suficientemente versátil para albergar las más variadas expresiones, performance, arte efímero, videos e instalaciones.

Desde entonces, varios centros del mundo han seguido su camino. Otros ejemplos son el centro cultural Matadero que, como su nombre lo indica, fue construido en el antiguo matadero de Madrid, y la Clock Gallery de Manhattan.

La nueva sede del Mamm se encuentra en un lugar estratégico. No sólo por estar a unos 300 metros del río Medellín, el nuevo polo social de la ciudad, y porque colinda con el barrio Colombia, que se ha convertido en la zona de la rumba underground paisa, sino porque el nuevo edificio de Bancolombia y la estación de metro han aumentado el tránsito de gente. La restauración de la antigua siderúrgica, de hecho, hace parte del Proyecto Ciudad del Río, uno de los planes parciales de desarrollo que dejó la alcaldía de Sergio Fajardo. De aquí a 2011, el Distrito tiene proyectado restaurar la Avenida de los Industriales, centro histórico y patrimonial de Medellín -el primer centro industrial del Valle de Aburrá-, donde hasta hace unos 10 años varias fábricas funcionaron en sus edificios originales.

Por sus dimensiones industriales, la antigua siderúrgica es un espacio privilegiado. Con 2.600 metros cuadrados, una nave central de 900 y paredes de 13 metros de altura, la sede Ciudad del Río del Mamm tendrá condiciones únicas en el país. Será el único espacio que podrá albergar obras como la grieta de más de 167 metros que Doris Salcedo expuso en la Sala de Turbinas de la Tate Modern el año pasado. Aunque en la antigua siderúrgica se insertarán elementos arquitectónicos contemporáneos (grandes cajas blancas para exposiciones) y contará con oficinas, restaurante y tienda, la idea es mantener la estética original de la fábrica. El colectivo de artistas Utopía, encargado de la adaptación, ha conservado no sólo la fachada, sino las cerchas de la nave central (900 metros cuadrados) y las vigas de madera del techo.

"La idea no es dejar de lado la arquitectura. Esta es parte del arte y el patrimonio que queremos exhibir, por eso tenemos que adaptarla y mantener el ambiente industrial", dice Alberto Sierra, quien a partir de mayo se encargará de la adecuación museística. "Nuestro reto es mantener la carga histórica, simbólica y patrimonial del edificio. Porque queremos que este sea un homenaje a Medellín y a un momento histórico de la ciudad".