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MEMORABILIA

22 de junio de 1998

Así como hay coleccionistas de estampillas o de búhos artesanales, existen también quienes se chiflan por cosas para poner encima de la mesa de trabajo: que un lápiz así, que un marcador asá, que la libretica, que la cajita. Pues bien: en Bogotá existe un lugar delicioso para saciar esa chifladura. Se trata de la Librería Sota de Bastos, la cual se ha especializado en fabricar los más variados objetos. Por ejemplo: cajas de madera con una placa de metal en la tapa que lleva grabado un poema de De Greiff y adentro esquelas marcadas; lápices con el nombre del usuario grabado; papelería personal en papel hecho a mano; señaladores de página; libretas de papel artesanal y pintadas a mano; álbumes de fotos con los diseños antiguos, como los de las bisabuelas... No sobra agregar que, además de bueno y bonito, es barato. Y para que la cuña quede completa, aquí va la dirección: transversal 18B Nº 97-22.