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MIRAR Y NO TOCAR

Una ley del Congreso norteamericano declaró a 25 películas como "tesoro de la humanidad" y prohibe que se les haga cualquier cambio.

21 de agosto de 1989


Fastidiados por la forma arbitraria como grandes joyas de la cinematografía están siendo recortadas, alteradas y hasta coloreadas, 13 organizaciones y gremios de Hollywood se unieron para escoger 25 títulos y declararlos "tesoros de la humanidad". Es decir, que nadie podrá, de ahora en adelante, levantar la mano contra ellos y, en caso necesario, el público será advertido a tiempo para que salga en su defensa.

Esta nueva y curiosa situación ha sido posible al amparo de una ley aprobada en el Congreso norteamericano el año pasado y, según la cual, el cine, como los demás artes, debe ser preservado y defendido.

La pelea fue planteada varios meses atrás por el gremio de directores que trabaja en Hollywood y contó en principio con el respaldo de los representantes Robert J. Mrazek, demócrata de Long Island, y Sidney R. Yates, del mismo partido y de la circunscripción de Illinois. Con base en esta ley, la Biblioteca del Congreso tiene la obligación de confeccionar cada año una lista con 25 películas, declararlas tesoros de la Humanidad y frenar, al menos en parte, la forma arbitraria cómo las grandes cadenas de televisión reeditan para su emisión la mayoría de sus títulos. Además, se busca evitar la acción de varios consorcios de comunicaciones que están dedicados a ponerle color a clásicos que fueron realizados originalmente en blanco y negro.

Ya que los derechos de explotación de estos clásicos siguen perteneciendo a los productores y estudios, y estos pueden alterarlos si así lo desean, de ahora en adelante tendrán que colocar una advertencia, en la cual se informa al público que la alteración o colorización ha sido realizada sin la aprobación ni la participación de su director, guionista o cualquiera de sus creadores principales.

La Junta Nacional para la Preservación del Cine está en pleno furor y algunos de sus miembros se sienten pesimistas sobre los resultados prácticos de esta campaña. Tienen asiento en la Junta un representante de cada una de estas organizaciones: los guionistas, los actores, los directores, los críticos, el departamento de cine de la Universidad de California, la Motion Picture Association, la Academia de Hollywood, la Unión de Productores de Televisión y Cine, el American Film Institute, la Asociación Nacional de Cadenas y Programadores de Televisión, el departamento de cine de la Universidad de Nueva York, la Society of Cinema Studies y la University Film and Video Association.

Este primer grupo de películas defendidas y preservadas está compuesto por estos títulos, escogidos por mayoría de votos en la Junta:

·"Las uvas de la ira", de John Ford, con Henry Fonda, basada en la novela de John Steinbeck.

·"Casablanca", de Michael Curtis, con Humprey Bogart e Ingrid Bergman.

It's a wonderful life, de Frank Capra, la favorita de millones de espectadores durante la época depresiva de la II Guerra.

·"Los mejores años de nuestras vidas", un melodrama lleno de esperanza.

·"El ciudadano Kane", de Orson Welles, considerada por la mayoría de los críticos como la mejor película en toda la historia del cine.
·"Lo que el viento se llevó", con Clark Gable y Vivien Leigh, dirigida por Victor Fleming, después que el anterior realizador, George Cuckor, fue expulsado por razones que nunca fueron bien explicadas al público, aunque algunos biógrafos de Gable afirman que la causa principal fue la homosexualidad del actor.

·"A la hora señalada", de Fred Zinneman, con Gary Cooper, escogida en varias ocasiones como una de las mejores historias de vaqueros jamás contada, con la famosa escena del marshall esperando la llegada del tren y el duelo en plena calle, cuando todos en el pueblo lo han dejado sólo. Grace Kelly tenía un papel pequeño.

·Mr. Smith goes to Washington una sátira sobre la burocracia federal.

· The Searchers, dirigida por John Ford, uno de sus clásicos vaqueros.

·"Blanca Nieves y los siete enanitos", de Walt Disney, una película que con regularidad es reestrenada en época de vacaciones.

·"El apartamento", de Billy Wilder, con Jack Lemmon, una comedia negra sobre situaciones disparatadas.

·"Doctor Strangelove", de Stanley Kubrick, una visión demoledora sobre la guerra y los militares, con Peters Sellers, con la escena del general cabalgando la bomba.

·"El Padrino", de Francis Ford Coppola, con Marlon Brando, sobre la novela de Puzo.

·"El halcón maltés", de John Huston, con Humprey Bogart y con esa famosa escena del final cuando uno de los policías le pregunta al otro: ¿De qué está hecha esta figura?", y el otro responde: "De lo que están hechos los sueños".

·"Rebelde sin causa", de Nicholas Ray, con James Dean, una de las tres películas que el desaparecido actor alcanzó a filmar antes de morir en un accidente.

·Sunset Boulevard, considerada la mirada más crítica al mundo de Hollywood.

·"Matar un ruiseñor", de Robert Mulligan, basada en la novela de Harper Lee, con Gregory Peck, sobre el juicio a un muchacho negro mientras todo el proceso es observado y narrado por una niña.

·"Amor sin barreras", de Robert Wise, sobre la pieza musical de Leonard Bernstein, ganadora de numerosos Oscares y catalogada uno de los grandes momentos musicales de los años sesenta.

·"El mago de Oz", de Victor Fleming, con Judy Garland.

·Nanook del Norte, de Robert Flaherty, sobre la vida de los esquimales.

·"La multitud", una película muda de King Vidor.

·"La General", de Buster Keaton, con la famosa secuencia del cómico peleando con una locomotora.

·"Intolerancia", de Griffith, narración de grandes momentos de la humanidad, filmada en escenarios gigantescos que todavía existían hasta hace algunos años.

·"Tiempos modernos", con un Chaplin empleado, o mejor, esclavizado en una fábrica.

·His girl friday, una comedia satírica.

No todos en Hollywood han estado de acuerdo con esta pelea por preservar las películas al amparo de una ley federal y el presidente de la Motion Picture, Jack Valenti, un señor agrio que aparece en ocasiones en la ceremonia de los Oscares, dijo que prefería mantener alejado al gobierno del negocio del cine, que no lo necesitan. Pero la pelea está dada y por lo menos, de ahora en adelante, cuando quieran ponerle colores a un clásico en blanco y negro, lo pensarán dos veces.--