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MISION CUMPLIDA

La película filmada en Colombia barre con todos los premios

23 de junio de 1986

En el Festival de Cannes cuando la película "La misión" ganó la Palma de Oro, indirectamente se le estaba otorgando un premio a Colombia. Al obtener un premio internacional cualquier película, el lugar donde se rodó cobra importancia y, el triunfo de "La misión" combinado con la filmación actual de "Crónica de una muerte anunciada", podría convertir a Colombia en un centro de filmación internacional.
Hasta ahora, en nuestro continente solamente México se ha beneficiado en este sentido, así como Túnez en el Africa. Este triunfo parece indicar también que el esfuerzo del Ministerio de Comunicaciones y de Focine para incentivar la realización de superproducciones cinematográficas en el país está dando resultados.
La historia de la película se sitúa en la Asunción de 1750, cuando tanto españoles como portugueses mandan comisiones para establecer los límites que les corresponden en el río Paraná, en Iguazú, área que actualmente define las fronteras entre Brasil, Paraguay y Argentina, y para determinar el estado de las tierras de los jesuitas. Esta misión está dirigida por el cardenal Altamirano y la película se basa en su correspondencia con el Papa. En el filme, se crea una relación muy profunda entre el jesuita Gabriel, encarnado por Jeremy Irons, y el mercenario Mendoza, interpretado por Robert de Niro, quien finalmente, de capturar indios para vender como esclavos pasa a convertirse en un jesuita, fiel a su religión. Todo el proceso de lucha interna está allí descrito y enfatizado por la exuberancia y la diversidad del paisaje colombiano.
"La misión" tiene una larga historia. Por un lado, el guionista italiano, Fernando Ghia -quien ha participado en películas de Fellini como Amarcord- tenía el guión de la película desde 1975, cuando Fernando Bolt le pidió su asesoría para la filmación de Lady Caroline Lamb y le entregó el manuscrito de "La misión" para que lo desarrollara. Sin embargo, no es sino hace un par de años que Ghia se encuentra con David Putnam, el productor, que toma en sus manos el proyecto. David Putnam, el hombre detrás de "Gandhi", "Carros de fuego" y "Los gritos del silencio", se interesó desde un comienzo en "La misión" y decidió sacarla adelante. El hecho de que la película haya ganado ahora en Cannes no hace sino confirmar que Putnam, con sus cuatro éxitos consecutivos puede considerarse como uno de los magos del cine contemporáneo. El británico que dirigió "La misión", Roland Joffe, tiene una formación teatral y de televisión pero realmente irrumpió en el cine en 1983 con "Los gritos del silencio" teniendo a David Putnam como productor, para ganarse varios Oscares y premios británicos.
En cuanto a los actores, el protagonista, Robert de Niro, fue escogido porque al director le parecía que era la única persona capaz de representar la transformación interna del protagonista Mendoza, el mercenario que se convierte en sacerdote. Conocido por sus papeles en "El padrino, segunda parte", "Taxista", "1900", "El francotirador", New York, New York y otras películas que le han valido muchos premios y una fama internacional, de Niro se entrega a este nuevo rol en cuerpo y alma. Por su parte, Jeremy Irons, que interpreta al padre Gabriel, tiene muchos años de experiencia en las tablas y en películas como Nijinsky y "La amante del teniente francés", entre otras. Aunque ocasionalmente hace cine, está vinculado en forma permanente al Royal Shakespeare Company.
Muchos de los que intervinieron en la filmación, y en especial David Putnam, sostuvieron que lo mejor de todo había sido el recurso humano de los indígenas. En efecto, el episodio de los indios cobró proporciones importantes, desde su transporte aéreo desde Cali (vivían en el Chocó) hasta la costa, para luego llevarlos en bus a la Sierra Nevada de Santa Marta. Putnam sostiene que su responsabilidad en el trabajo era ejemplar y su disciplina, sin igual. Cuentan inclusive que Robert de Niro se llevó para Nueva York a cuatro indígenas después de acabar la película, pero que ellos sólo querían regresar a su selva natal tan rápido como fuera posible.
Cuando en el Festival de Cannes "La misión" -que fue la película más cara del mundo el año pasado: 21 millones de dólares- ganó, esto desconcertó un poco a los críticos para quienes tanto los indios como el paisaje colombiano era grandioso, pero algo hacía falta. La película no entraba ni en la categoría de aventura por falta de acción y tampoco podía considerarse en la categoría de mensaje. Sin embargo, triunfó y con Colombia ganó la Palma de Oro.-