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MONSEÑOR CAE POR SEGUNDA VEZ

Al cine, la historia del asesinado arzobispo de San Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero.

26 de diciembre de 1988


Ellwood E. Keiser se porta como cualquier productor de Hollywood, recortando gastos, regateando con los extras y preocupado por el pronto estreno de un proyecto que durante los últimos meses ha desatado una de las peores polvaredas políticas en El Salvador. Cuando se logra serenar, Keiser se viste la sotana y ante los camarógrafos, actores, técnicos y curiosos oficia misa para que sus dos oficios sigan alternándose sencillamente. Es que Keiser es uno de los sacerdotes paulistas involucrados en el rodaje, financiación, distribución y exhibición de "Romero", la película que será pasada por televisión y cine, reconstruyendo la atormentada vida del arzobispo Oscar Arnulfo Romero.

Es la primera vez que la Iglesia Católica y especialmente la Iglesia de un país conflictivo como El Salvador, se involucra en un proyecto que no sólo tiene intereses religiosos y políticos, sino también, evidentemente, intereses comerciales porque "Romero" tiene que servir para recuperar el dinero invertido y realizar otros proyectos similares.

El tema de esta película que millones de televidentes estarán mirando a mediados del año próximo gira alrededor de una situación que siempre ha fascinado a los creyentes durante siglos: el martirio de un hombre que creía profundamente en la necesidad de alternar la fe católica con la participación política.

" Romero" examina los últimos tres años en la vida de este personaje, asesinado por un comando de extrema derecha mientras oficiaba misa ante un centenar de fieles en el altar de la capilla de un hospital, un lunes por la tarde, en marzo de 1980. Al principio mirado como un teólogo tradicionalista que se oponía a la participación de la Iglesia en actividades políticas, poco a poco se fue involucrando en esa guerra civil salvadoreña que ha desperdiciado hasta ahora más de 100 mil personas.

Con un guión escrito por John Sacret Young, creador de la serie de televisión "China Beach" y dirigida por Hohn Duigan, un joven australiano que se ha ganado los aplausos de los críticos por sus películas Winter of our dreams y The year my voice broke, esta nueva aventura cinematográfica es, afirman los mismos sacerdotes, un proyecto comercial que busca lograr en los espectadores el mismo efecto que las tomas de televisión reales en las cuales aparecía el cuerpo de ese prelado atravesado por las balas. Raúl Julia, el protagonista de "Luna sobre Parador" y "El beso de la mujer araña", hace de Romero, y Ana Alicia, la hermosa actriz de "Falcon Crest", interpreta a una joven y hermosa matrona de una familia de la oligarquía de El Salvador.

"No hay muchas carcajadas en esta película y el público no saldrá divertido, pero las historias relacionadas con personajes reales en situaciones extremas siempre resultan interesantes y, por supuesto, taquilleras, por que además de contribuir a que otros proyectos similares puedan realizarse, los espectadores se sentirán atraidos por la fuerza del personaje y la historia protagonizada", confiesa el productor, el sacerdote Kieser, quien define al protagonista como "alguien que atraviesa una serie de acontecimientos catárticos, sobre todo en esos últimos tres años de su vida cuando defiende los derechos humanos y se convierte en enemigo de las fuerzas opresoras. Ese carácter ha sido muy bien captado por la película y sea en televisión o cine, los espectadores, aún los no latinoamericanos, se sentirán tocados hasta el fondo".

Los temas centroamericanos, especialmente los que hacen relación a la guerra civil en esas pequeñas naciones, no han tenido suerte con Hollywood porque siempre la imaginación enfebrecida de los guionistas convierte esos personajes, esas historias, en remedos del Oeste. "Bajo el fuego" y "Salvador" son dos buenos ejemplos de excepción a una fórmula exótica que el cine norteamericano sabe explotar bien. Los sacerdotes involucrados en "Romero" piensan que su nueva película alcanzará el significado de historias semejantes como "Gandhi" o A man for all seasons, ya que se ha demostrado que vastas audiencias responden a retratos de figuras místicas y míticas mediante un tratamiento realista del tema. Otro elemento digno de destacar en "Romero" es que el protagonista jamás aparece como un héroe, sino como un hombre lleno de contradicciones, dudas, resquemores y finalmente entiende que como representante de Cristo y su Iglesia, esa, la misión de defender a los campesinos masacrados por el Ejército, debe ser su tarea en la Tierra.

Con un presupuesto modesto para los niveles de producción de Hollywood, unos 3 millones de dólares, casi todo el dinero proviene de la Orden Paulista y varios obispos norteamericanos, fascinados con el proyecto, mientras un actor reconocido como Julia, aceptó trabajar por un sueldo mínimo porque entendió los alcances políticos, comerciales y humanos de la película.--