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NEGRET Y EL IMPERIO DEL SOL NACIENTE

Mientras en Japón contemplan sus esculturas, en Bogotá da los toques finales a su última obra: un libro.

27 de diciembre de 1982

El intercambio cultural entre Colombia y Japón ha comenzado a consolidarse. Uno de nuestros más importantes creadores en el campo de las artes plásticas, el maestro Edgar Negret, expone actualmente en el país del sol naciente. El "Contemporary Sculpture Center" de Tokyo y Osaka ha recibido diez piezas del escultor colombianos, las cuales, según Kiichi Iino, director del centro, son una muestra de la maravillosa actividad escultural que está floreciendo en áreas del mundo diferentes a Europa y los Estados Unidos, sitios éstos que habían acaparado tradicionalmente la atención de los japoneses. La elección del maestro se debió, según lino a que "Edgar Negret, uno de los escultores más representativos de Centro y Sur América, ha sido reconocido como uno de los mejores artistas de la escultura contemporánea, que ha ganado su prestigio a través de sus exhibiciones en los más importantes museos de arte y por la existencia de sus trabajos en colecciones privadas".
Según el maestro Negret, tal acontecimiento lo llena de satisfacción, porque entre otras cosas le fascina el mundo japonés, los tonos utilizados en sus carnavales y en sus estampas y en general toda la atmósfera de Oriente. Inclusive varios de sus amigos japoneses al visitar su casa le han hablado del ambiente oriental que se siente en su decoración.
Aunque tal comentario le sorprende, reconoce, sin embargo, que existe mucho parecido entre los colores propios de sus creaciones y los utilizados en el arte japonés. Las propuestas para realizar algunas obras en dicho país han comenzado a llegar. Sin embargo, Negret sólo podrá trasladarse a Tokyo en abril o mayo del año entrante porque en este momento gran parte de su tiempo lo ocupa en la culminación de una idea en la cual ha venido trabajando a lo largo de cuatro años y cuyo título es "Negret, uno, dos y tres" .
Tal es el nombre del libro que recoge tres aspectos muy cercanos al escultor. El primero, "Nada que ocultar", tiene que ver con sus antepasados más remotos, los cuales han comenzado a rodear su vida como fantasmas. Pacientemente ha escarbado en sus recuerdos tratando de reconstruír su pasado, topándose durante el recorrido con objetos y personajes sorprendentes como la primera Cruz de Boyacá que fue entregada en el país al general Obando o hasta el mismo Sebastián de Belalcázar fundador de Popayán, su ciudad natal. En esta investigación genealógica lo ha acompañado Daniel Samper quien ha escrito en forma humorística los textos correspondientes.
La segunda parte del libro está dedicada a su obra, sobre la cual el crítico de arte peruano Juan Acha realiza un interesante estudio en el que analiza, entre otras cosas, cómo se ha ido perdiendo el sentido de "recorrido" del espectador al interior de la obra de arte, como era el caso, por ejemplo, de las capillas construídas durante el Renacimiento o el monumento en homenaje a Bolívar diseñado por Negret y que desató hace algún tiempo un pintoresco escándalo entre los honorables miembros de la Academia de Historia.
La tercera y última parte es un conjunto visual conformado por fotografías de Jessy Fernández sobre la casa de Negret. Para él, a diferencia de muchos escultores, no es un taller casa, sino una casa taller. Ella, además de albergar sus más preciados tesoros entre los que se cuentan muchos animales, está ligada muy estrechamente a su obra, con sus pasiones, tristezas y alegrías.
Esta labor no ha sido fácil. La elaboración del libro ha sido tan dispendiosa como cualquiera de sus esculturas. Cada página, cada detalle está pensado y dispuesto con la misma lógica con que ensambla sus módulos de aluminio.
Con este libro, con su actual exposición en Japón, con la próxima exposición en España en los primeros meses del 83, Edgar Negret sigue demostrando la vitalidad de su arte.
A propósito, Masayoshi Honma dijo en la inauguración de su exposición: "Negret intenta llevar su arte a la perfección, uniendo la energía anglo sajona adquirida en América, con la humanidad de los Andes" -