Home

Cultura

Artículo

TELEVISIóN

No más 'telezombies'

Es necesario que los espectadores, sobre todo los niños, tengan más conciencia de lo que están recibiendo en la pantalla. Varias iniciativas apuntan a que no traguen entero.

14 de noviembre de 2004

Aunque es creciente la sensación de inconformidad acerca de la calidad de los contenidos de la televisión nacional, las cifras muestran que se sigue consumiendo una buena cantidad diaria de programación. La pantalla prendida permanentemente es la autoridad, la que sabe de todos los temas y, para muchos, la vocera única de la actualidad del país.

Cada vez es más grave la ignorancia del consumidor de medios en Colombia. El libretista Mauricio Navas dice que "los medios no son inocentes, tienen un fin deliberado, mientras que el espectador es inocente, ingenuo y vulnerable". Pero lo claro es que los canales no van a cambiar; hacer televisión es un negocio y las ofertas que funcionen van a quedarse. Por eso hay que voltear la mirada y la responsabilidad al televidente. Hay que educar para ver televisión.

En este sentido, Navas le propuso al rector del colegio de sus hijos dictar una clase para enseñar a ver televisión porque no se trata de apagarla sino de verla con una mirada crítica, con un filtro, como él mismo lo dice. "Hay un daño endémico social, cada vez el ciudadano quiere tener una relación más pasiva con la televisión". Es urgente desmitificar los medios y a sus personajes, aprender a leer la pantalla.

Navas se va a sentar con los niños a ver sus programas preferidos. A la primera sesión va a llevar una máquina de algodón de dulce, le va a dar uno a cada niño y luego, cuando ya se lo hayan comido, va a preguntar: "¿Les gustó? ¿Saben qué es? ¿De qué está hecho? ¿Se piensan alimentar de algodón todos los días? Pues igual pasa con la televisión, hay que saber qué es, qué busca, qué dice, para qué sirve". La idea es analizar personajes, intenciones, relaciones, tramas, dilemas que se presentan y personalizar los temas con preguntas como: ¿Tú qué pensarías si tu mamá hace eso? ¿Tú resolverías así ese problema? ¿Qué quiere decir esa escena? ¿Qué piensas de esa reacción? ¿Cómo definirías a este personaje? ¿Por qué ver eso? El objetivo es no tragar entero. Es ver sin idealizar.

No se trata de una iniciativa aislada. Hace tres años se estancó un proyecto de ley del senador José Matías Ortiz que obligaba a dar una cátedra de análisis de medios en escuelas y universidades. Otros intentos para leer la televisión han sido el programa de canal Institucional Para ver TV; la Corporación Comunicar con su proyecto Red Escolar de Audiencias, que busca "mirarla no pasivamente", como dice su representante Carlos Jiménez; Redpapas, o Aquí estoy país.

Mientras la propuesta no sea masiva, las conversaciones deben empezar en casa. Germán Yances, de la Comisión Nacional de Televisión (Cntv), afirma: "Es importante que la gente empiece a sospechar de manera razonable acerca de lo que dice la televisión, entienda que, como decía Álvaro Cepeda Samudio, que 'los medios tienen dueños y los dueños, intereres". Navas dice que "los medios no aportan el problema social, éste ya está y simplemente lo refuerzan". Por eso no se debe ver por ver televisión, sino ver programas de televisión. Se busca que los televidentes jóvenes sean selectivos, que sepan entender la intencionalidad de cada programa. Todo esto, para darle a la televisión el lugar adecuado en la vida, a pesar de tener un lugar privilegiado frente a la cama o el sofá. La idea no es comer televisión, sino verla.