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"NO PRETENDO SER CANTANTE POLITICO"

SEMANA habla desde Barcelona con el popular músico, sobre su nueva etapa de creación

21 de octubre de 1985

El pasado 16 de julio, el salsopopular Rubén Blades celebró su 37 aniversario en la ciudad de Barcelona en donde se encontraba haciendo una presentación para la televisión catalana (TV3). SEMANA logró participar en el "guateque " de cumpleaños, junto a la actual banda de Blades, "Seis del solar" que, en realidad, no son seis, sino como diez. Entre copa y copa, Blades habló de su trabajo musical, de la situación actual de la salsa, de los cuentos de García Márquez que piensa "sazonar" y, en fin, de la rumba y sus rumbos.
SEMANA: ¿Por qué se fue usted de Bogotá el año pasado sin dar los conciertos que tenía contratados?
RUBENBLADES: ¡Vaya!... Mira, nosotros firmamos un contrato de 3 presentaciones y cuando llegamos resultó que no eran tres sino seis. Una de ellas era para la T.V. y nosotros teníamos que irnos el lunes siguiente, porque teníamos compromisos en la ciudad de Nueva York.
S.: Pero, según los comentarios de la prensa de Cali y Bogotá, las cosas no quedaron muy claras...
R.B.: ¡Hum!... Los comentarios que salieron en los periódicos yo los conocí y te digo que no estaban en nada. Esto me dolió mucho, hermano.
Mira, hay un señor allá de apellido Cerón que parece que estaba encargado de obtener la visa de trabajo para nosotros y nunca nos dieron estas visas, ni tampoco llegaron a Nueva York a donde supuestamente las habían enviado. Yo les expliqué a los de la T.V. colombiana y a los de la discoteca Keops que no podía de ninguna manera acceder al cuarto compromiso, porque de hacerlo estaba aceptando el cambio del contrato original y eso me ponía en una situación desventajosa. Eso fue todo.
S.: Después de esta malograda experiencia, ¿qué perspectivas hay para una futura presentación suya en Colombia?
R.B.: Yo, desgraciadamente, no veo cercana una presentación nuestra en Colombia, pues con todo aquel lío uno no sabe a qué atenerse, incluso muchos músicos de Nueva York tienen serias dudas acerca de cuál es la situación e intenciones de los promotores colombianos. Desgraciadamente esto no sólo nos afecta a los músicos sino al público colombiano que es un público muy conocedor de este género de música. Nosotros somos gente seria en nuestro trabajo y no estamos dispuestos a ser víctimas de las ambiciones económicas de ciertos empresarios.
S.: Uno de nuestros exégetas de la música afro-cubana, César Pagano, publicó una carta abierta dirigida a usted. ¿Le ha respondido?
R.B.: ¿La de la escuela? ¿Que para qué iba a la escuela? ¡Qué voy a responder! Uno va a la escuela a educarse, yo terminé mi educación exitosamente, me gradué en Harvard en junio, obtuve mi maestría y estoy ha ciendo música otra vez, como siempre.
S.: ¿Como siempre? Si analizamos un poco su último trabajo, el L.P. "Buscando América": encontramos que es muy distinto de sus trabajos anteriores. Es un álbum muy pobre en ritmos, se nota mucho la ausencia de los vientos, y las pocas descargas soneras contrastan fuertemente con extensos espacios melódicos donde merodea con evidencia el "Funky".
R.B.: Bueno, yo creo que la música responde a las necesidades musicales del presente y cada cual tiene su forma de visualizar la música y de encontrar los sonidos que más le convengan. Yo no pretendo de ninguna forma atacar o condenar a gente que se mantenga utilizando la formación tradicional, pero a mí me parece que ahora mismo, por razón de los cambios que hay dentro de la situación musical a nivel internacional, la musica debe reflejar esos cambios y se debe actualizar. A mí me parece que nuestra música ha perdido mucho juego en eso con respecto a otras músicas, porque hemos estado al margen de los avances tecnológicos y al margen de los sonidos internacionales de la música de hoy.
S.: Pero muchos músicos de salsa que trabajan en Nueva York, como el propio caso suyo, han introducido cosas nuevas y no convencen mucho.
Cada vez que sak algo nuevo de músicos de los 70 de Nueva York lo que consiguen es intensificar la nostalgia por la vieja guardia del son. Cuando uno recuerda las trompetas de la Sonora Matancera, por ejemplo, ¿cómo no pensar gue los vientos son determinantes en una buena formación sonera?
R.B.: Yo no veo por qué razón tengo que ceñirme a la misma formación de vientos que tradicionalmente se ha distinguido en el género de la salsa. Y entonces, ¿cómo te explicas tú que en Venezuela hayamos vendido más de 100 mil álbumes de "Buscando América" el año pasado, y en Alemania, en la primera semana, más de cuatro mil?
S.: Lo que pasa es que usted ya tiene toda una carrera hecha y este aval le permite vender no tanto su último producto como su nombre...
R.B.: ¡No, no, no, no! ¡Aguanta! Recuerda que la gente no es tonta y, además, en estos días la situación económica es muy desesperada y nadie va a comprar un disco porque lo hago yo, si no es un disco que diga algo que valga la pena. Ahora, posiblemente, los rumberos que quieran rumba y no les guste eso, me imagino que buscaran otra cosa, ¿no? Pero esto a mi no me preocupa, porque uno es artista y uno crea de acuerdo con sus convicciones y es imposible contentar a todo el mundo.
S.: Las letras de sus canciones son otro aspecto que no podemos dejar de lado, pues usted ha sido un pionero de la "onda social " en la salsa; desde "Pablo pueblo ", pasando por "Siembra " y "Chica plástica " hasta los números de "Buscando América" donde toca temas como los desaparecidos y los asesinatos políticos. Según esta línea, ¿podría esperarse un próximo trabajo musical de Rubén Blades sobre Nicaragua?
R.B.: No. Yo no pretendo que se me considere un cantante político ni estoy en la música para hacer política.
Yo ya hice lo que creia en "Buscando América" y mi posición frente a Nicaragua siempre ha sido muy clara: no a la intervención de los EE.UU.
Las cosas que tengo que decir de política las digo en entrevistas y demás.
Lo que pasa también es que en América Latina toda situación humana está afectada por la política y si yo escribo canciones sobre situaciones humanas, éstas reflejan inevitablemente el factor político.
S.: Usted, de todas formas, persiste en una "onda " de denuncia social en sus canciones y esta "onda" no suele caer muy bien a los rumberos.
R.B.: Eso que tú dices, en el caso del rumbero es muy cierto. Al rumbero le interesa más la marcha que otra cosa. Ahora, lo que uno tiene que entender es que ahora mismo no hay solamente rumberos, sino también otras personas que ven esta música como una forma de cultura popular que sirve para comunicarse. Como prueba un botón: anteriormente esta música la gozaban los argentinos, y los chilenos o peruanos, que no tiene ningún antecedente de música caribeña, no se interesaban por nuestra música, pero hoy, gracias a la palabra, que actúa no sólo como comunicación, sino también como un gran abrazo, todos ellos gozan de nuestra música cada día más.
S.: A veces se sacrifica la especificidad de la música por atender al discurso político o al ejercicio antropológico, y este afán comunicativo termina perdiendo fuerza y como dice un clásico son: "Sin la rumba, cualquiera llega a la tumba".
R.B.: Todo eso, vuelvo a repetirte, es el punto de vista del rumbero que está dentro de un esquema: ¡más cuero, descarga y solo, que otra cosa! Eso es un problema de gusto y para gustos los colores, ¿no? Hay gente que me decía, gente rumbera, claro que a nadie le iba a gustar la banda (los "Seis del solar"), porque el grupo no tenia vientos, y la alternativa ¿cuál es? Yo no creo que todas las bandas tengan que tener vientos para hacer algo bueno.
S.: Esto nos mete de lleno en la situación crítica o de estancamiento que vive la salsa hoy día. ¿ Usted qué piensa al respecto?
R.B.: La salsa yo creo que va a continuar siempre. Esta es una música que ha durado muchísimo tiempo no es una moda sino una necesidad y, por lo tanto, hay que expresar esa necesidad. Algunos la utilizan exclusivamente como medio para aliviar las penas del pueblo latinoamericano, un pueblo muy sufrido y que necesita del reposo que da el baile, pero también me parece que la música se puede utilizar para confrontar las urgencias del momento, situaciones que son comunes todos los latinoamericanos. Por todo esto, la música que hacemos nosotros es tan interesante, y hoy más que nunca, pues no está enredada o determinada por inflexibilidades de tipo ritmico o cultural. Es una música muy emocional.
S.: ¿eran las nuevas bandas de Cuba Puerto Rico las que saquen al son del atolladero en que lo han metido las bandas de Nueva York?
R.B.: Eso tiene que ver con situaciones muy concretas. En el caso de Puerto Rico y Cuba, la música, me parece, está trabajada con una mayor utilización de temas que tienen un sentido más local, hechos dentro del soneo, la plena y la bomba. En cambio, en la ciudad de Nueva York los músicos hacen su trabajo sobre la experiencia misma de vivir en una ciudad como Nueva York que es muy cosmopolita. Pero de todas formas, la base de todo la música de salsa conserva su raiz afro-cubana: hay un inicio, hay una voz, hay un mambo, hay un soneo, hay un coro...
S.: Ahora que ha pasado el "boom" de la salsa en Nueva York, ¿cómo está la situación de los músicos latinos en aquella ciudad?
R.B.: Uno de los problemas, además del económico y de creación, es la falta de sellos discográficos. No hay suficientes. Estamos sufriendo también una recesión económica.
Ahora bien, todo esto afecta mucho más a las formaciones nuevas, pues los sellos que aún se mantienen no quieren experimentar con grupos nuevos y trabajan aplicando las fórmulas que ya han probado que funcionan a nivel del mercado.

S.: Usted hace tiempo que tiene en "sazón" unos cuentos de García Márquez. ¿Cómo está ese proyecto?
R.B.: Estoy trabajando en ellos. Yo vi a Gabo en marzo en México y estoy preparándolos, pero primero saldrá "Escenas":, que es mi último álbum y luego vendrá el álbum con los cuentos de Gabo.
S.: ¿ Cómo piensa adaptar esos cuentos?
R.B.: Yo ahora estoy releyendo los cuentos cortos de Gabriel y los pienso abordar musicalmente de acuerdo con la impresión que me deja el cuento al leerlo. Sobre esta impresión escribo la canción, pues no necesariamente la canción tiene que reflejar literalmente el cuento, sino simplemente mi reacción ante el texto.
S.: Cuéntenos, mientras aparecen los cuentos salseados de Gabo-Blades, ¿cómo está conformado su último álbum, "Escenas "? R.B.: Hay de todo. Hay una balada que grabé con Linda Ronstand en español que se titula "Silencios" y trata de una relación que termina entre un hombre y una mujer. Cuentas del alma", otro número del álbum, trata de un niño que ha crecido viendo a la madre que está esperando al hombre que se fue de la casa.
Luego está "Canción del final del mundo", que es un numerito para que lo escuchemos todos el día que empiecen a caer las bombas... Lo podemos escuchar durante los ocho minutos que creo que tarda en caer una bomba. Luego hay un número que se titula "Tierra dura" que tiene que ver de mil maneras con la situación del hombre frente a la naturaleza. Es una canción que tiene un paralelo con la situación de Etiopia, pero no quiero hacer de esto un gancho comercial. Y luego está también la segunda parte de "Pedro Navajas" que se llama "La sorpresa".
S.: ¿Cómo es esta segunda parte de "Pedro Navajas"?
R.B.: Esa es... ¡"La sorpresa"! --
Enrique Romero Cano -